El Correo de Burgos

«Incluir al óptico-optometrista en la sanidad pública mejoraría la salud visual del ciudadano»

Los profesionales del sector recuerdan que su integración en el sistema de salud «reduciría las listas de espera y los costes»

Alejo Ruiz es el delegado de COOCYl en Burgos.

Alejo Ruiz es el delegado de COOCYl en Burgos.©Tomas Alonso

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Incluir a los ópticos-optometristas en la sanidad pública para garantizar una atención de calidad en la salud visual de los ciudadanos. Ese es el objetivo del Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL) que lleva años trasladando a la Consejería de Sanidad la importancia de la integración de este profesional sanitario en el Servicio de Salud de Castilla y León.

Así lo pone de manifiesto Alejo Ruiz, delegado de COOCYL en Burgos. «Tenemos todos los mimbres para contar con un servicio de atención a la salud visual de calidad pero seguimos pendientes de este último paso».

Un paso que ya se ha dado en once comunidades autónomas en las que «se ha puesto de manifiesto el acierto que es incluir la figura del óptico-optometrista en la sanidad pública» porque «no solo mejora la atención al paciente, reduciendo listas de espera, si no que permite un ahorro económico al sistema sanitario».

A nivel nacional «ya hay cuatrocientos profesionales del área desarrollando su labor en hospitales y centros de salud», apunta Ruiz, quien recuerda que, «desde el año 2004, Castilla y León reconoce la categoría profesional sanitaria del óptico-optometrista, convirtiéndose junto con Navarra en la primera comunidad autónoma en hacerlo».

Un paso importante, que sumando a una cada vez más avanzada formación y mayores habilidades profesionales «hacen incomprensible que la figura del óptico-optometrista no se haya incluido ya en la sanidad pública de Castilla y León», señala el delegado de COOCYL en Burgos.

Su inclusión, apunta el profesional, permitirá «disminuir la presión asistencial y reducir las listas de espera» gracias a que se «recortaría la presión asistencial en Oftalmología, aumentando la capacidad diagnóstica y quirúrgica de los oftalmólogos y logrando una mayor rapidez en el tratamiento de los pacientes». Y es que, según la última estadística oficial de la Consejería de Sanidad del 31 de marzo de 2023, 52.296 personas «se encuentran esperando una primera consulta en los servicios de Oftalmología en los diferentes hospitales de la comunidad».

La inclusión de esta figura sanitaria en la Salud Pública, además de «contribuir a una mejor asistencia en salud visual», permitiría «reducir costes». En este sentido y de acuerdo con las derivaciones actuales desde Atención Primaria, «solo por problemas de agudeza visual, que suponen unos 74.000 pacientes pediátricos y 63.100 adultos, serían necesarias 31 unidades de Optometría en Castilla y León, 15 de ellas para atención pediátrica y 16 para adultos».

El coste anual de cada unidad está estimado en 59.309 euros cada una, lo que supondría «un desembolso de 1,8 millones de euros, casi la mitad de los 3,6 millones de euros de coste estimado en la actualidad», asevera.

En este sentido, Ruiz explica que «si bien los ópticos-optometristas seríamos útiles en diversos espacios sanitarios, lo seríamos especialmente en los centros de Atención Primaria» y es que «nuestra capacitación nos permite no solo hacer detección precoz de diversas patologías que, en caso de ser necesario, se derivarían a Oftalmología sino también el seguimiento y las curas de cirugías tan comunes como las de cataratas».

El delegado de COOCYL en Burgos hace especial hincapié en que «la ciudadanía confía en los ópticos desde hace mucho tiempo. Somos un servicio cercano, accesible y con una gran capacitación tanto en aparatología como en conocimientos» y asevera que «cada vez está más concienciada de la importancia de revisarse la vista al menos una vez al año».

Fuga de talento

Por otra parte, Ruiz recuerda que Castilla y León «es una de las pocas comunidades autónomas con estudios de Grado en Óptica y Optometría», una formación que se imparte en la Universidad de Valladolid desde hace un cuarto de siglo. «Esto hace todavía más frustrante que no se cuente con los profesionales de este colectivo en la sanidad pública» porque «estamos viendo como nuestro talento se marcha fuera de la comunidad a otras ciudades o países».

En la Castilla y León hay actualmente 900 ópticos-optometristas colegiados, de los cuales 120 se encuentran en la provincia burgalesa. «La mayoría trabajamos en centros ópticos, pero también los hay desarrollando su labor en la docencia o en espacios de investigación».

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