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Campaña Atapuerca 2023

Los retos de la excavación en Atapuerca. Ampliar la cara de Pink y llegar a antecessor en Dolina

Se abre Penal, la continuación de niveles bajos de Dolina más allá de la trinchera / «No podemos predecir lo que va salir, solo esperamos lo inesperado» / Las excavaciones se realizarán del 16 al 25 de junio en diez zonas diferentes

Zona de trabajo en Gran Dolina donde esperan llegar a los niveles de antecessor. santi otero

Publicado por
Burgos

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El equipo de logística, lo que antes se conocía como Brigada Caimán, ultima la puesta a punto de las diez zonas de excavación en los yacimientos de Atapuerca. Quedan unos días para que el primer grupo acceda a las cuadrículas de Trinchera del Ferrocarril donde están los puntos calientes de la campaña. En este rincón se abre una nueva superficie de excavación, el yacimiento de Penal, se acaricia en una parte del yacimiento de Gran Dolina el nivel de homo antecessor. Y se volverá a atacar la pequeña cuesta de Elefante donde apareció Pink.

«Como cada año espero lo inesperado, sacaremos más de lo mismo, que no es poco, pero siempre espero que Atapuerca me sorprenda y siempre pasa», explica el codirector de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, ante el inminente inicio de los trabajos de campo.

Es la campaña 45, las bodas de zafiro del Equipo de Investigación de Atapuerca, EIA, con los yacimientos de la sierra de Atapuerca. «Este va a ser un año muy interesante por las zonas que abordamos como TD-6, que esperamos llegar, o ver qué pasa en Elefante donde apareció Pink», se pregunta el codirector de las excavaciones, Eudald Carbonell.

Él supervisa, junto con Antoni Canals y su equipo, la puesta en marcha de toda la logística del yacimiento en estos días. «Es un trabajo intenso para preparar las zonas de excavación y retirar maleza de las zonas de acceso, preparar los puntos de conexión, las salidas de material... Es un trabajo duro», explica Carbonell. Es lo que durante las primeras dos décadas realizaba la Brigada Caimán. Entre seis y siete personas que dejan la superficie de excavación ordenada y señalizada, cuadrícula a cuadrícula, y todo el material de trabajo a disposición del investigador.

Entre esos cuadrados dibujados con hilo hay zonas especialmente críticas en la campaña de 2023. «Los puntos calientes este año están en Trinchera, en principio, porque, como siempre, Atapuerca nos sorprende», añade José María Bermúdez de Castro a días de atacar ya esos puntos calientes. Se concentra en el nivel 7 de Elefante, donde se recuperó la cara Pink el año pasado. «Esperamos poder completarlo con más restos y trabajaremos intensamente en esa zona a pesar de la dificultad», explica Bermúdez de Castro. Y por pedir dientes o mandíbula que suelen ser las partes que mejor fosilizan. «La cara que es lo que peor se conserva nos pilló de sorpresa, así que si completamos con dientes, mandíbula o parte del cráneo podremos conocer a esta especie mucho mejor», avanza. 

Para revisar esa cuesta del nivel TE-7, especialmente difícil de excavar por situarse en una pendiente, contarán con tres personas dedicadas a ese espacio. Una zona donde la excavación es con arnés y cuerdas de escalada. «Tenemos más cuadrículas al lado del lugar donde aparecieron los restos de la cara y vamos a concentrarnos en esa zona para mejorar la reconstrucción del homínido», añade Bermúdez de Castro.

Zona de pendiente. Nivel 7 Elefante de unos 1,4 millones de años. Edgar Téllez, junto a la pared, participa en la excavación SANTI OTERO

Y el otro punto caliente es TD-6 en Gran Dolina. La superficie del yacimiento que es la imagen icónica del trabajo en Atapuerca se ha dividido en dos. En la parte derecha, más blanda, se ha avanzado considerablemente. Tanto que ya acarician el nivel TD-6. ¿Por qué es tan importante? Pues porque en esa zona quedó registrado el paso de Homo antecessor por la sierra y sus festines. Entre la dieta que tenía esta especie hace 900.000 años estaban sus congéneres. De ahí que el yacimiento, en este nivel, esté plagado de fósiles humanos y con mayor frecuencia ejemplares inmaduros. En dos catas, en los años 90 y en la primera década del siglo XXI, se han obtenido una colección de unos 170 fósiles de 11 individuos. «Estamos muy cerquita de ese nivel, ya sabemos que la parte alta es estéril y que habrá que llegar a TD-6.2 para alcanzar ya zonas con restos y, siendo optimista, creo que este año vamos a llegar», señaló el codirector.

Penal, el estreno

En la trinchera también se trabaja en un retranqueo de 12 metros cuadrados de Gran Dolina que está próximo a agotarse. «El equipo que trabaja en los niveles 4 de Gran Dolina es el que empezará a trabajar en Penal», explica Bermúdez de Castro. Además, se sigue reexcavando con métodos del siglo XXI la primera de las zonas de trabajo de Emiliano Aguirre en Galería. Se retoman también los trabajos en el terreno del campo militar. Allí se hizo una prospección de yacimientos al aire libre y tras las experiencias en la cantera de sílex de la Paredeja y el registro del taller de sílex de Valderprovedo, regresan a los asentamientos temporales de la zona militar.

Penal es una nueva superficie de excavación en cuyos trabajos para la instalación del soporte que proteja a los investigadores del sol ya ha aparecido una herramienta de piedra de similar factura a las del nivel bajo de Gran Dolina. Y es que, precisamente, este yacimiento es una prolongación de Dolina. La trinchera del Ferrocarril cortó en dos este yacimiento. Penal es su prolongación y que se centra en «niveles más antiguos», explican los codirectores.

Además está Fantasma. El yacimiento con mayor superficie de excavación en la campaña tiene el reto de ampliar y completar la información que sobre los neandertales hay en Atapuerca. En este yacimiento está el neandertal clásico, que se completa con las piezas que van apareciendo en Estatuas tanto en cueva como fuera de ella.

Los cuatro de Cueva Mayor

En cuanto a los cuatro yacimientos del complejo de Cueva Mayor el equipo se centrará en Estatuas Exterior. «Este año vamos a meter mucha gente en Estatuas exterior, es un yacimiento que ya tenemos listo y preparado para que de resultados», explica Arsuaga. El equipo también trabaja en Estatuas interior, un yacimiento en el complejo de cuevas por el que se accede a Sima de los Huesos y que tiene una zona de excavación complemente aséptica. Es un trabajo especializado que permite rastrear el patrón molecular de los individuos que habitaron en esa zona sin que estén sus huesos necesariamente. Es la excavación molecular de Atapuerca.

En Cueva Mayor otro de los lugares singulares está la Sima de los Huesos. Allí se rescatan trozo a trozo los huesos de 28 individuos de la especie preneandertal. «Lo previsible es encontrar mas piezas de esos esqueletos, puestos a pedir, lo inesperado aquí sería otro excálibur o una pelvis femenina», explica. Además Portalón sigue aportando evidencias de las primeras poblaciones de agricultores de Castilla y León.