La pobreza se cronifica. Las ayudas económicas a las familias crece un 40% en cuatro años

Como cada año entorno a los de Corpus Christi, Cáritas hace balance de la actividad realizada a lo largo de 2022. Confirman el mayor temor que tenían en la institución con la salida de la pandemia. Hay más necesidades, hay más usuarios, el coste de los apoyos es mucho más alto y los ingresos por donaciones se han reducido. Es la tormenta perfecta en la que siguen apostando por las personas. «No nos podemos permitir cronificar la pobreza, hay un desajuste entre la realidad están por un lado los grupos sociales en situación de confort, se pasa de largo ante el sufrimiento ajeno porque son invisibles», explicó el arzobispo. 

Los datos de Cáritas son elocuentes. En 2022 se ha atendido a 6.956 familias, son un 5% más que en 2019. En total son 10.512 personas beneficiadas con cerca de 90.000 intervenciones en cada uno de ellos. Ha habido un incremento del 33% de familias que acuden por primera vez en un programa de itinerarios largos de inserción. «La intervención es eficaz y las personas que pasan salen de esa situación crítica, pero hay una renovación constante de bolsas de pobreza», señaló la coordinadora de Acción Social de Cáritas Burgos, María Gutiérrez. 

La tipología de hogares van cambiando. En el 50% de los casos hay niños en la vivida. El 28% de las familias atendidas es un hogar de una pareja con hijos, el 25% es un hogar unipersonal y el 14% monoparental. Y no todos son desempleados o inactivos. «En las personas con las que trabajamos se da mucho la precariedad laboral acceden a trabajos más cortos y peor remunerados», señaló Gutiérrez. Así, el 15% de las personas atendidas tienen un empleo, pero los ingresos no son suficientes para hacer frente a la inflación. 

El aumento de precios es un arma de ida y vuelta. «Los más vulnerables afrontan situaciones dramáticas aumentando la privación material severa de pasar frío en invierno o no comer carne o pescado», explican en Cáritas. De ahí que las partidas económicas para el abono de facturas se haya disparado un 23% respecto al año pasado pero un 40% respecto a las cantidades destinadas a ayudas hace cuatro años. 

Las necesidades aumentan, pero el coste de los servicios para quien los presta también. Así se han destinado 585.000 euros a ayudas económicas de ellas Cáritas ha ofrecido una respuesta rápida a una necesidad perentoria que no se acompasa a los ritmos de la burocracia. La entidad de la Iglesia ha adelanta estas partidas que obtiene a través de acuerdos con el Ayuntamiento y la Diputación. Esos adelantos suponen 73% de la cantidad final un esfuerzo que «supone un coste financiero y de personal». 

Lo que bajan son los ingresos puesto que las donaciones y aportaciones de particulares y empresas empezaron a reducirse el año pasado pero a mayo de este año ya caen un 18%. «En 2022 ya empezamos a apreciar un debilitamiento  de las aportaciones de particulares y entidades privadas, pero porque se canalizaron a la crisis de Ucrania, pero este 2023 la debilitación es más alta», explica el director de Cáritas Diocesana, Jorge Simón. 

Durante 2022 todos los servicios de atención de la entidad costaron 4,2 millones de euros, un 12% más que en 2021. Y es que la mayor parte de los ingresos de sus recursos son las herencias y legados, un 27%, y los donativos, un 23,8% de los ingresos. De las campañas y organismos de la iglesia llegan el 15,5% de los ingresos, y de fundaciones y entidades privadas un 14,73%. 

En cuanto a la financiación pública por servicios que se presentan alcanzan el 33,67% del total de los recursos de los que más de la mitad proceden de la Junta de Castilla y León, el 38,36% de la administración local y provincial y el 3,4% y el 6,64% de la administración estatal y la Unión Europea respectivamente.

Ayuda internacional 

En el programa de Cooperación Internacional la entidad ha mantenido la actividad con un total de 503.000 remitidos a diferentes proyectos. La situación de emergencia en Ucrania en el que «una vez más se ha vuelto a demostrar una solidaridad ejemplar de la sociedad burgalesa», señaló Simón. Un total de 270.000 euros. Además se han gestionado otros siete proyectos en países como Burkina Faso, Kivu Sur en República Democrática el Congo, Perú, Ecuador, Bolivia, República Centroafricana, Uganda y Bangladesh.