Una fiesta del Parral multitudinaria y marcada por el calor y la alegría

Multitudinaria. La fiesta del Parral demostró, un año más, que es la favorita de los burgaleses. Miles de personas se acercaron hasta el parque para disfrutar de la tradicional jira con amigos y familia. Si ya el pasado 2022  los burgaleses celebraban la festividad por todo lo alto, ayer se batían todos los récords. ‘Está hasta arriba de gente’. Sin duda esa fue una de las frases más escuchadas a quienes hablaban por teléfono y el mensaje más repetido en los grupos de WhatsApp.

Y es que la climatología también acompañó y el calor fue el gran protagonista de la jornada junto a las peñas y los pinchos de ‘chori’, ‘morci’ y morro. Mayores, jóvenes y niños disfrutaron, cada uno a su manera, de este día tan especial para la capital burgalesa.

«Es una fiesta que no te puedes perder. Es la mejor del mundo», asegura Marta, que acompañada por cuatro amigas más se dispone a buscar sitio en la barra de la peña Los Gamones para disfrutar «de unos ‘cachis’ de calimocho y de unos pinchos de morcilla».

En las barras de las peñas todo es ajetreo. «No paramos desde primera hora de la mañana hasta última hora de la tarde», asegura uno de los integrantes de la Peña Colón. Y es que, las ganas de celebrar fueron las grandes protagonistas de una jornada colmada de buenas viandas, música y reencuentros. Las cerca de cuarenta peñas burgalesas tenían todo perfectamente organizado para recibir a los miles de burgaleses que se acercaron a la campa para disfrutar de la jornada después de la procesión.

Gran parte de ese montaje se hace la jornada anterior, pero el viernes el madrugón es obligatorio para recibir los suministros de carne y bebidas y tener todo listo antes de que lleguen los primeros ‘visitantes’. «Sin duda es una jornada de mucho trabajo pero también de mucha fiesta y de ganancias, especialmente si acompaña el tiempo, como es el caso», apuntan desde la peña San Vicente La Ventilla.

Bebida en mano, cientos de jóvenes celebran el final del curso escolar. Algunos de ellos con la EBAU recién terminada afrontan el que seguramente sea uno de los mejores veranos de su vida. Es el caso de Javier y Paula. «La fiesta del Curpillos es la mejor de la ciudad sin ninguna duda», aseguran y señalan que ya están impacientes porque «lleguen las fiestas de Burgos». Por delante, «un verano lleno de planes» con viajes con amigos y familia y las imperdibles fiestas del pueblo.

Unos metros más allá, un grupo de jóvenes parejas y niños se juntan a la sombra de un chopo para disfrutar de unos pinchos de morro mientras los más pequeños se mojan con pistolas de agua. «Hace unos años veníamos a pasar el día y después salíamos de fiesta, ahora que tenemos hijos venimos de otra forma. Más tranquilos y con menos alcohol», señala Iñaki entre risas y las miradas cómplices de sus amigos, también padres primerizos.

Pilar y su marido disfrutan del día junto a dos matrimonios más. «Si no nos hemos ido de vacaciones siempre venimos al Parral a comer unos pinchos y a tomar unos riberas, pero no pasamos mucho tiempo porque hay mucha gente y hace mucho calor».

Precisamente mucho calor es lo que pasa Carlos a los mandos de una parrilla. « A pesar del calor, está siendo un día estupendo», señala para después dar un trago a una cerveza. Asegura que los burgaleses y especialmente los peñistas «tenemos muchas ganas de celebrar el Parral porque es una de nuestras fiestas emblema. Una de las más importantes para nosotros».

Pasadas las tres de la tarde, el alcohol y el calor ya han hecho estragos en algunos. Aunque muchos jóvenes saben disfrutar de la fiesta, algunos siguen dando prioridad a la borrachera, pero la inmensa mayoría lo hace a disfrutar del día, las buenas viandas y la compañía. «Es un día para celebrar y para disfrutar. El más esperado del año», afirma Álvar mientras todos sus amigos afirman y vitorean sus palabras.

Ya fuera del recinto, varios burgaleses pasean entre los más de cien puestos de l mercadillo. La mayoría de los comerciantes que asisten al Curpillos viene de fuera de Burgos, aunque también hay puestos para los locales que se han presentado a la convocatoria. País Vasco, Navarra y Madrid son los lugares de procedencia más habituales de entre quienes venden sus productos junto al Parral. Es el caso de Carmen. «El Parral es siempre una buena ‘plaza’, la gente está muy animada y siempre compran cosillas, especialmente para los más pequeños».

día de trabajo

Para otros, la fiesta del Parral significa trabajo. Y es que al margen de los peñistas, decenas de voluntarios se encargaron de atender a los burgaleses y de mantener lo más limpio posible el espacio. Cruz Roja se encargó de atender las diversas incidencias que se produjeron a lo largo del día como consecuencia sobre todo del calor y de la ingesta de alcohol de la mano de profesionales sanitarios. También los bomberos se turnaron para estar presentes en el parque durante toda la jornada, así como diversos efectivos de la Policía Local y Nacional.

El denominador común de la jornada fue sin duda la alegría y las ganas de celebrar. Sin apenas incidentes, los burgaleses hicieron del Parral, un año más, una fiesta para recordar. «Es una de las mejores fiesta de la Comunidad y me atrevería decir que de España», afirma Raúl. A buen seguro que como Raúl muchos burgaleses ya tienen la vista puesta en el Parral 2024. Apunta: quedan 364 días.