TrotaBurgos
Padilla de Abajo: ¿Villa romana?
Padilla de Abajo pudo tener su origen en la época romana según lo demuestran los dos miliarios que fueron descubiertos en el pueblo en torno a 1968
Padilla de Abajo es una localidad situada en una bonita zona paisajística de la comarca de Odra-Pisuerga, a 45 kilómetros de la capital. Pertenece al partido judicial de Castrojeriz y se ubica en un extenso llano que limita con Padilla de Arriba en dirección norte. En Padilla de Abajo podemos encontrar varios miliarios o piedras miliares, construcciones en forma de columna que se colocaba en el borde de las calzadas romanas para señalar las distancias cada mil passus -pasos dobles romanos-.
Y es que, aunque en el término se han hallado restos de edificaciones romanas, sus orígenes se remontan en la repoblación que tuvo lugar en el siglo X -como en la mayoría de las merindades burgalesas-. Según se registra en el conocido 'Becerro de las Behetrías' -una de las obras históricas más consultadas por los investigadores-, en el siglo XIV, Padilla de Abajo estaba vinculado al antiguo y distinguido linaje de los Padilla. Este linaje había dotado al reino de cuatro maestres, un maestre de la Orden de Santiago, un mariscal de Castilla y numerosos nobles así como funcionarios de justicia, guardias principales y líderes de arqueros del rey. Cabe destacar que la famosa reina María de Padilla, esposa de don Pedro I el Justiciero, también formaba parte de este importante linaje medieval.
Al localizarse en una llanura, Padilla de Abajo siempre ha enfocado su rica economía agraria en el cultivo de secano, con predominio de cereales como el trigo, la cebada, el centeno. También son de alto valor y calidad sus legumbres y vino, productos que han sido siempre la base de la alimentación de sus lugareños. Además, la moneda de pago de los impuestos eran las ‘alcabalas’ o las ‘tercias’ para los señores.
Además, Padilla de Abajo cuenta a día de hoy con un importante conjunto artístico centrado en su iglesia parroquial, dedicada a los Santos Juanes. A simple vista, esta iglesia de estilo Gótico tardío destaca por su torre y su portada de estilo renacentista. Asimismo, el interior consta de tres naves a la misma altura y un monumental retablo barroco. Tiene una capilla mayor cuadrangular y notable es también la rica custodia de plata que se guarda en el templo y que se ha expuesto fuera de la villa en varias ocasiones.
A medio kilómetro del pueblo se alza la ermita de Nuestra Señora del Torreón, imagen muy venerada en la comarca. Se trata de un templo que data del siglo XIV y es de estilo románico tardío. Posee un bello ábside y portada, en cuyo interior se conservan algunos sepulcros de miembros del linaje de los Padilla. Tiene una sola nave con su cabecera hacia oriente y el hastial a poniente. En esta ermita se celebra una romería el 12 de octubre, aunque sus fiestas patronales tienen lugar del 29 al 31 de junio en honor a Santos Juanes y la Virgen del Torreón.