Ciencia y divulgación
¿Qué partes del cuerpo nos preocupan más? Juan Luis Arsuaga tiene la respuesta
El codirector de Atapuerca publica 'Nuestro cuerpo. Siete millones de años de evolución' que presenta hoy en el Museo de la Evolución. «Colecciono revistas de salud, fitness y deportes donde se ofrecen mucha información de anatomía que se traduce muy bien de los papers».
La curiosidad del codirector de las excavaciones de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, le lleva a buscar los retazos de artículos científicos en cualquier lugar. Tiene predilección por ver qué se busca y qué se cuenta sobre el cuerpo en todo tipo de publicaciones. «Hay un gran desconocimiento sobre el cuerpo, sobre nuestro propio cuerpo, pero al mismo tiempo las revistas de salud, vida saludable, deportes y secciones en los periódicos se reflejan temas vinculados al cuerpo que son una traducción de los papers científicos y están muy bien hechas», explica.
En sus manos muestra la última edición de Fitness Sport y un artículo sobre Situación aeróbica y anaeróbica. «El neandertal sería anaeróbico y un sapiens aeróbico... hay mucha información de anatomía en múltiples ambientes». Un interés que le ha permitido enfocar en 'Nuestro cuerpo. Siete millones de años de evolución' que presenta en el Museo de la Evolución a las 20.15 horas. Este es el ranking que Juan Luis Arsuaga plantea sobre lo que más nos interesa del cuerpo:
1.- De las piernas: de futbolistas, toreros y la tendinitis
En una búsqueda de músculos en Google, Arsuaga tiene claro quiénes son las estrellas. «Los isquios, es de lo que mas se lee, de lo que más se busca porque la gente tiene rotura de fibra, es la estrella». Pero el paleontólogo nos revela algunas curiosidades. El triángulo de scarpa, el triángulo femoral muy nombrado en el mundo taurino. «Es un término muy de anatomía del mundo de los toros, es una de las cornadas más frecuentes y peligrosas porque está cerca de al arteria femoral». Historia taurina que permite al autor llegar a los abductores «menos conocidos». Aunque si son aficionados al fútbol y la prensa deportiva les sonará porque junto con los isquiotibiales y el cuádriceps femoral suenan día sí y día también.
2.- De la obsesión por las nalgas a lo que nos queda de la cola, el suelo pélvico
Otra de las partes de nuestro cuerpo que más nos interesan de cintura para abajo son las nalgas. «La gente está obsesionada con las sentadillas, es exagerado lo que se nombra porque la gente quiere tener los glúteos muy desarrollados, algo muy de griegos que les gustaba mucho pero su nombre orignal se lo hemos quitado». Las posaderas nos interesan grandes porque es un carácter sexual. «El glúteo mayor tiene funciones biomecánicas pero, principalmente, forma parte del atractivo sexual», explica Arsuaga.
La historia evolutiva está en el suelo pélvico. Aunque parece que es algo vinculado a la mujer y el parto. Los ejercicios de recuperación de firmeza del suelo pélvico son ejercicios postmaternidad muy necesarios. Pero todos lo tenemos. «Muy pocos saben qué es el suelo pélvico, es muy interesante porque cuenta la evolución humana», señala. Así, cuenta como los monos, que caminaban a cuatro patas tenían la pared abdominal para contener las vísceras. «Cuando nos pusimos de pié, todo cae para abajo, y surge un suelo que son músculos que antes movían la cola, son lo que nos queda de la cola que se han trasformado»
3.- La obsesión en los gimnasios: el core
Es la parte central del tronco. El core se ha convertido en una obsesión para los asiduos al gimnasio pero tiene su función postural. «Son los músculos que forman la pared del abdomen de arriba, con el diafragma, de abajo, lidiando con el suelo pélvico, y laterales. ES una faja muscular que todo deportista quiere resaltar»
Y otra de las obsesiones en el gimnasio es el pliegue inguinal y los pectorales un básico en el kit de músculos que trabajar y enseñar. La obsesión de los corredores es el Tendón de la Fascia Lata. «Tiene un nombre que acojona pero es importante, porque son los isquios que sonará mucho a los deportistas». Estos son los músculos que cuando haces un estiramiento no del todo limpio te puede dar problemas.
4.- Axila, la vergúenza que conecta todo nuestro cuerpo
Explica el paleontólogo que algo que escondemos pero que es imprescindible para entender el tronco, el omóplato, el brazo y el hombro nos da vergüenza nombrar y hasta hemos cambiado el nombre. «Me detengo mucho en la axila, el sobaco que es una de las partes menos apreciadas del cuerpo, que hasta les hemos cambiado el nombre, pero que es vital porque es un músculo que lo conecta todo es una muy buena referencia del cuerpo humano». Y es que "el sobaco y el culo les dedico mucho tiempo en el libro porque bueno, nos hemos vuelto muy cursis, si Cervantes y Lope de Vega no tenían problema en nombrarlos, porqué nosotros sí".
5.- De la espalda, los músculos que nos duelen
El dolor marca el conocimiento que tenemos de la espalda. Si en el core están los músculos de presumir, la axila es el que escondemos, de la espalda sabemos los que nos duelen. «La gente no sabe muy bien qué músculos hay hasta que les duele quizás se sabe más del dorsal largo pero me inclino a pensar que porque coincide con el del lomo de cerdo que nos comemos más que por nuestra dorsal». Y en esta lista de músculos que buscamos dónde están porque nos duelen se encuentra desde la quinta lumbar o el piramidal cuando nos da la ciática o el manguito de los rotadores, los músculos en torno al hombro. «La señora que te dice que tiene un problema en el manguito de los rotadores, lo sabe porque el medico se lo dice, pero me pregunto yo qué pensará la señora que es el manguito de los rotadores». Y de los cuerpos dolientes, en las extremidades superiores, el túnel carpal o el codo de tenista. Otras de las que sabemos mucho, consultamos mucho en Google pero cuando duelen.
Y también sabemos algo, nos nombran algo porque le duele a alguien. Como el Psoas. Un músculo que no es subcutáneo pero del que han operado a Nadal y del que da buena cuenta Arsuaga en el libro. «Yo quiero que el lector vaya recorriendo su cuerpo y, mientras identifica esos músculos, pueda contarles la evolución».
6.- La cara: el espejo del alma y lo que nos vincula con nuestros amigos los perros
De la cabeza suena mucho el esternocleidomastoideo, porque produce tortícolis y se uno «nombre acojonante» que aprendes de niño y no lo olvidas. Y los músculos de la cara que «lo bueno que tiene es que no lo controlas, no puedes controlar tu expresión y no hay forma de engañar». De la cara cuenta historias pero que no tienen tanto que ver con humanos como con los perros y los lobos. «Hay estudios sobre los músculos de la cara de los perros, es que es un animal fascinante porque está creado por el hombre a su imagen y semejanza y se ve en los músculos de la cara», explica Arsuaga.
Hay un nombre en inglés, que se llama cara de cachorrito, que es la cara de lastima, de dar pena. En Castilla la cara de cordero degollado. «Una carita de pena que nos funciona y resulta que los perros la tienen pero los lobos no y, lo mas divertido de todo, es que los perros la usan sólo cuando interactúan con humanos y cuanto más atención les prestas». Esa carita de pena la producen los músculos de contracción rápida y resulta que mientras que el perro sí los ha desarrollado y los usa discrecionalmente en su relación con los seres humanos, los lobos no las tienen.