Elena Campo Ochoa recibe el premio del I Certamen Literario de IGP Morcilla de Burgos
El certamen, dirigido a niños de 4º, 5º y 6º de Primaria, tenía como objetivo potenciar, incentivar y premiar la creatividad literaria, además de la puesta en valor y el conocimiento de IGP Morcilla de Burgos
La joven Elena Campo Ochoa, del colegio María Teresa de León de Ibeas de Juarros, recibió en la jornada del lunes el premio del I Certamen Literario de IGP Morcilla de Burgos. Un concurso dirigido a los estudiantes de la provincia de Burgos de 4º, 5º y 6º de Educación Primaria que se creó con la intención de potenciar, incentivar y premiar la creatividad literaria, además de la puesta en valor y el conocimiento del producto más emblemático de la provincia. La estudiante estuvo acompañada por su tutora, Cristina Pineda Pineda, y la directora de su centro educativo, Esther González Ortega.
La entrega del galardón tuvo lugar en la sede de la Fundación Caja Rural Burgos y al acto asistieron distintas autoridades como Juan José Busto Pozo, jefe del servicio Territorial de Agricultura y Ganadería de Burgos; Ángel Martín-Rivas, de Vox Burgos; Roberto Saiz Alonso, delegado territorial de la Junta en Burgos; Jesús María Sendino, diputado responsable de Burgos Alimenta; el teniente jefe de la Uprona en Burgos; o Roberto Da Silva, presidente de IGP Morcilla de Burgos
'IGP Morcilla de Burgos, morcilla del mundo' es el nombre del relato ganador, que fue valorado siguiendo una serie de criterios relativos a la redacción, la creatividad, la originalidad y el estilo de los textos, además de la puesta en valor y el conocimiento de IGP Morcilla de Burgos. “El título del relato no puede ser más acertado. IGP Morcilla de Burgos es un patrimonio burgalés en el mundo entero, ya que llevamos el nombre de nuestra tierra por todos los rincones y por todos los ámbitos. Este certamen cultural es otra clara muestra de ello”, ha querido resaltar Rafael González, director general de IGP Morcilla de Burgos.
Y es que la Indicación Geográfica Protegida Morcilla de Burgos ha demostrado en los últimos años que es algo más que un producto gastronómico. Su repercusión abarca los ámbitos de la cultura, el turismo o la economía, entre otros. Generando riqueza y convirtiéndose en un auténtico embajador de la provincia de Burgos, como se pudo comprobar hace unos días en Sevilla con la promoción de la Semana Santa burgalesa. A todo esto se suma su labor comprometida con la sostenibilidad (reducción del impacto y consumo energético) y su labor social, ya que ha colaborado con entidades que trabajan con personas con síndrome de Down o personas en riesgo de exclusión social.