EXCAVACIONES ATAPUERCA
Penal también mira a los niveles de antecessor
Penal es el yacimiento del conjunto arqueológico Atapuerca que se ha abierto este año / Han aparecido restos de industria que confirman como la entrada de homínidos a la cavidad de Gran Dolina / Están en alto pero coinciden con la parte baja de Dolina. TD-6 está al borde de la trinchera y ya se prevé instalar un nuevo andamio para trabajar esta zona más fértil desde la Trinchera
La reciente apertura del yacimiento de Penal ha sido todo un acierto. Al limpiar el yacimiento apareció un canto de cuarcita tallado. Hace menos de un mes se encontró una lasca que data -aproximadamente- de 800.000 años de antigüedad y recientemente se han encontrado en esta ubicación tres unidades más. Penal se ha confirmado como entrada de antecessor a Dolina. La Trinchera del Ferrocarril separa estos dos yacimientos que, en realidad, fueron una misma cavidad. El terreno que se han empezado a excavar este año ha empezado a dar sus frutos en esta cuadragésimo quinta edición de la campaña de excavaciones del conjunto arqueológico Atapuerca.
El yacimiento de Penal está actualmente coordinado por la directora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, María Martinón, y la investigadora del Centro Mixto de Evolucion Humana de Madrid en el Instituto Carlos III de Madrid, Elena Santos. Tras la limpieza superficial, el equipo ya trabaja en unas trincheras hechas en el sondeo en los años 90 y trabajan en conocer las características geológicas y de formación del terreno «Queremos tener muy claro el perfil y tomar todas las muestras que hagan falta para saber situarnos en relación con la Gran Dolina», ha explicado Martinón. La directora del CENIEH ha revelado que «tenemos posibilidad de encontrar vestigios de la vida de los homínidos que habitaron en la sierra en el Pleistoceno Inferior».
Nuevos hallazgos
Los niveles más superficiales de Penal poseen una tierra más oscura y es en estos donde se han encontrado algunos restos de talla. «Tenemos unas cuatro lascas de sílex, son trozos de talla que saltan cuando estás tallando una piedra», ha anunciado Martinón. En este sentido, se corrobora la evidencia de que pudieron existir homínidos en el terreno ya que, anteriormente y durante los trabajos de limpieza de la vegetación y la construcción de la cubierta del lugar en primavera, se encontró un canto de cuarcita tallado. Además, la directora ha recalcado lo difícil que es datar estos hallazgos, ya que al estar en un nivel muy superficial «es muy difícil ubicarlo exactamente en el tiempo».
Un trabajo meticuloso
El primer paso se centra en excavar la zona más cercana a la trinchera. Este es un punto que los arqueólogos han denominado ‘Titanic’ debido al relieve del terreno. María Martinón ha asegurado que la riqueza está en la parte del yacimiento que está pegada a la trinchera. «Creemos que en esta zona se pueden concentrar los niveles más fértiles. Si queremos acercarnos a la zona diana, lo ideal sería construir un andamio similar al del Gran Dolina para poder excavar este otro lado desde la trinchera de igual manera« », ha comentado. El interés es evidente: es un nuevo área de trabajo que se relaciona con el nivel TD-6 de Gran Dolina, el territorio de Homo antecessor.
Actualmente, un total de siete arqueólogos están llevando a cabo dicha expedición, los cuales están divididos entre TD-4 y Penal. Para María Martinón «por ahora, este número de personas es suficiente» debido a las expectativas del yacimiento, así como ha adelantado que cuando se abra más superficie en extensión posiblemente «requiramos más personal».
El trabajo de estos arqueólogos se centra principalmente en estas superficies que no dejan de ser «cuevas a las que les falta el techo» y que son tan abundantes en dichas coordenadas. «Tenemos que imaginarnos que la sierra no es maciza sino como un queso de gruyere que tiene unos agujeros que se han ido rellenando de esos sedimentos con el paso de los años», explica la directora del Cenieh. De esta manera, el trabajo de los excavadores en Penal se centra prácticamente en eliminar las diferentes capas de sedimento desde lo más reciente o superficial hasta lo más antiguo –u hondo- y registrar todo lo que aparece en dichos sedimentos.
Martinón ha defendido esta labor como «muy precisa y cuidadosa» con herramientas muy básicas a pesar de que «ya han llegado las nuevas tecnologías». «Excavar un yacimiento sigue siendo un trabajo manual y personalizado porque realmente es una actividad por sí misma destructiva. Cuando estamos excavando estamos destruyendo, es decir, estamos vaciando un yacimiento», ha argumentado, al tiempo que ha detallado la minuciosidad de esta labor y el cuidado con el que los arqueólogos tratan la tierra. «En estos niveles superficiales hemos encontrado algunos restos de talla que apenas tienen 4 milímetros, es decir, hay que estar muy atento», ha concluido.