TROTABURGOS
Vivar del Cid, hogar del Campeador
Muchos creen que aquí nació Rodrigo Díaz de Vivar, otros lo saben a la perfección... pero no hay documentos que lo constaten
Vivar del Cid es una localidad perteneciente a la provincia Burgos. Este pueblo histórico siempre ha estado volcado en la figura del Cid Campeador y tanto sus calles como hitos escultóricos le son dedicados a este emblemático personaje y a su estela legendaria. Vivar se encuentra en el valle del río Ubierna, un punto decisivo para fomentar la vida de sus pobladores medievales. Se extiende sobre un territorio de 13 kilómetros cuadrados y se encuentra a diez de la capital burgalesa. Actualmente cuenta con 340 habitantes, aproximadamente.
No existen documentos que constaten que aquí nació Rodrigo Díaz de Vivar –alias, El Cid-. Sin embargo, tras la publicación de la obra 'Cantar del Mío Cid', el pueblo cambió el nombre de 'Vivar' por 'Vivar del Cid' y existe dicha creencia. Es tan importante la figura de éste, que aquí comienza 'El Camino del destierro de El Cid', un sendero que pasa por localidades como Guadalajara, Zaragoza, Soria o Toledo. Este se divide en diferentes caminos y todos ellos recorren más de 200 kilómetros.
Además de su relación con la figura del Campeador, Vivar del Cid debe ser visitado porque guarda entre sus calles monumentos de notable interés histórico. Algunos de los edificios más significativos son la iglesia de San Miguel o el Convento de Nuestra Señora del Espino, en el que se conserva el manuscrito original de 'El Cantar del Mío Cid'.
Iglesia de San Miguel
Esta construcción de estilo gótico data del siglo XVI, pero cabe destacar que fue levantada sobre otra anterior, de estilo románico. Cuenta la leyenda que en la primera iglesia estuvo enterrada la familia de Rodrigo Díaz de Vivar -los padres, abuelos y bisabuelos-, los cuales fueron trasladados a Roma. Lo que sí es seguro es que en el interior de esta construcción existió una necrópolis durante los siglos XI y XIII. Este edificio también guarda en su interior una pila bautismal y un retablo de Mateo Frabizzio.
Convento de Nuestra Señora del Espino
Este es un cenobio de estilo gótico de monjas clarisas. Según cuenta la leyenda, los morocisleños -gentilicio de Vivar del Cid-, escondieron bajo estas tierras diferentes imágenes de carácter religioso durante la invasión musulmana, las cuales fueron halladas años más tarde. Entre ellas se encontraba una de la Virgen del Espino. El monasterio sufrió un grave incendio en 1620 y en el siglo XIX la invasión francesa obligó a las religiosas a abandonar el convento durante el transcurso de la misma.
Jornadas medievales 'Vivar Cuna del Cid'
Durante el segundo fin de semana del mes de julio la Asociación 'Vivar Cuna del Cid' colma la villa burgalesa de actividades, música medieval y actos teatrales, con el fin de homenajear, como todos los años, a la figura del vecino más universal de Castilla, el Cid Campeador. Vivar del Cid abre su calendario de fiestas cidianas los días 7, 8 y 9 de julio.
Son numerosas los actos que se llevan a cabo en el pueblo durante estos días. La cita comienza en Burgos a las 17.30h. El 'Homenaje de las rosas' es la actividad conmemorativa que da inicio a las jornadas medievales de Vivar del Cid. Se lleva a cabo en el Paseo del Espolón de la capital burgalesa y trata de un desfile en el que un centenar de miembros de asociaciones y otras entidades participan depositando un centenar de rosas sobre la tumba del Cid.
Al día siguiente es el plato fuerte y se viven los actos medievales en todo su esplendor. Es el sábado 8 de julio, por la mañana cuando se hacen talleres y actividades enfocadas en los más pequeños. A las 13.00h se lleva a cabo la proclamación del Cid y Jimena en la estatua del Cid de Vivar y por la tarde tiene lugar un recital medieval a cargo de la soprano Leonor Iturralde y al laúd Gracia María Gil.
Las jornadas finalizan el domingo con la entrega del Tizona 2023. Este es el acto más importante de estos días ya que se premia a una de las personas que ayuda a visibilizar más y mejor este pueblo que esconde tanta historia y que al mismo tiempo, la regala a todos sus visitantes.