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Un verano diferente

Conciliamos Verano. El cole que es «patio, patio, patio y un poco de clase»

Un millar de niños acuden en 28 localidades de la provincia a estas actividades que abren los colegios para la actividad veraniega. «Mucho juego libre, manualidades y actividades lúdicas en torno a diferentes temáticas»

Lo que más gusta a los niños es que se pasan más horas en el patio que en el aula. El cole al revés.©Tomas Alonso

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Burgos

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Las mañanas de los días laborales no entienden el calendario escolar. La búsqueda de salidas para poder compaginar el trabajo con el cuidado de los niños se multiplican. Desde hace años la Consejería de Familia pone en marcha el programa Conciliamos Verano. Una iniciativa que se lleva a cabo en los colegios. Por eso cuando cambia de horario lectivo al programa conciliamos lo que más les sorprende a los niños es que gana el patio. «Este cole me gusta: hay patio, patio y patio, solo un poco de clase, y patio y patio...», explica María que a sus siete años se estrenó a finales de junio en este programa. 

Son un millar los niños que acuden a este programa que la consejería dispone en 28 localidades de la provincia de Burgos. Son casi 4.000 los menores que asisten a esta programación en Castilla y León. La empresa que gestiona este programa, Arasti Barca, coordina a nivel regional 430 monitores, 85 en la provincia de Burgos

Para conocer el día a día del Conciliamos Verano nos plantamos en el colegio Fernando de Rojas. Un aula de 28 niños de todas las edades se encuentran enfrascados en la realización de una ciudad con material reciclado (tetabricks, cajas, tubos de cartón) con témperas y pinturas de dedos. Tres monitores ayudan, especialmente a los más pequeños, en una jornada que, para muchos, es como un día más de clase. «Hay niños que vienen a las ocho menos cuarto y están aquí hasta las tres y cuarto, es un horario amplio y lo que buscamos es que estén entretenidos y desconecten un poco aunque estén en el colegio», explica el coordinador del programa en el colegio Fernando de Rojas, Rodrigo Moral

Existe un programa de Madrugadores, que empieza a las ocho menos cuarto, y hasta las 10 de la mañana no arrancan propiamente las actividades del conciliamos. «Preparamos unas actividades en el aula que pueden ser realizar dibujos, juegos de mesa». Y a las diez toca patio. «Toca un poco de juego libre, pueden hacer fútbol, baloncesto y tratamos de realizar también juegos dirigidos para que hagan la actividad todos juntos aunque sean de diferentes edades y se organicen sus grupos entre los que ya se conocen, pero al menos un rato que sea colaborativo», señala. 

Una hora después vuelven a clase. Ya realizan un taller sobre diferentes temáticas pero «de una manera creativa y lúdica». Esta semana se ha trabajado el tema de las ciudades y el jueves toca montar una ciudad con materiales reciclados. «Lo que me he traído solo me da para casas bajas, que los rascacielos son muy difíciles», explica una de las niñas. «Mucho parques» añade otra de las pequeñas. Los que tienen un poco más de maña «los rascacielos altos quedan mejor», aseguran. 

Toca taller de manualidades. Hoy crear una ciudad con material reciclado y mucho color con pintura de manos y témperas.©Tomas Alonso

Toca volver al patio. Y antes una entrada ordenada al baño para limpiarse las manos. Los más pequeños se quitan la bata de plástico. Almuerzo y otra vez a jugar. La araña, campos quemados, el pañuelo, la comba... «No podemos tener a los niños sentados todo el arto, ellos tienen que desconectar y buscamos que hagan actividades divertidas pintando, coloreando, o jugando en el patio porque al final hay que disfrutar del aire libre que es verano y también tienen que correr, moverse... », explica Moral. 

Se trata de un aula diferente. Porque en la clase aunque hay pocos números y letras, todo es más lúdico, además hay niños de múltiples edades. Desde los 11 o 10 más mayores a los de tres añitos. «Aunque nos gusta el juego colaborativo y hacemos la misma actividad para todos, si que organizamos los grupos por edades», señala. 

Los programas de Conciliamos más numerosos están en Aranda de Duero con 300 niños participantes en el primer periodo organizados en los colegios Santa María y Simón de Colonia. Miranda de Ebro es la segunda localidad con más usuarios con 221 repartidos entre el colegio San Isidro y el Cervantes. En Burgos hay 52 niños en el Fernando de Rojas y 48 en el Sierra de Atapuerca. Además se lleva a cabo el programa Conciliamos en Canicosa de la Sierra (15 participantes), Fuentespina (19), La Horra (7), Ibeas de Juarros (8), Lerma (38), Medina de Pomar (60),  Oña (9), Palacios de la Sierra (12), Peñaranda de Duero (8), Pradoluengo (18), Quintana del Pidio (6), Quintana Martín Galindez (12), Quintanadueñas (17), Quintanar de la Sierra (14), Salas de los Infantes (56), Santa Inés (9), Sotillo de la Ribera (13), Tardajos (18), Valdorros (5), Villadiego (25), Villalbilla de Burgos (38), Villamayor de los Montes (17) y Vilviestre del Pinar (7). 

La inscripción la convoca la Consejería de Familia en dos turnos. Uno para las primeras cinco semanas después de finalizar el curso lectivo. Y otro que se puede solicitar en los primeros días de julio para participar en las cinco semanas de agosto y septiembre, antes del inicio del nuevo curso. En la inscripción se puede registrar la necesidad de ampliación de horario con madrugadores y continuadores y se abona el coste total del servicio. En caso de no recibir plaza, se debe solicitar el reingreso de la cuota establecida. En el caso de contar con el mínimo número de niños se puede habilitar el servicio de comedor, algo que en Burgos capital, no ha sucedido. El objetivo es que los niños se diviertan, jueguen y conozcan otros niños aunque el verano suponga no irse de vacaciones durante un tiempo.