CANDIDATO DEL PP AL CONGRESO POR BURGOS
"Mi compromiso es acabar con la actual paralización de las infraestructuras"
Siempre que se ha presentado, tanto en el Ayuntamiento como en la Junta, su partido ha gobernado. Y suma seis comicios. No es de quinielas pero confía en repetir resultado tras el 23J «con mayoría suficiente» para acabar con «bloques y bloqueos»
Con tres mandatos como concejal y otros tantos en distintos puestos de responsabilidad en la Junta de Castilla y León, Ángel Ibáñez, afronta con ganas la encomienda del PP de saltar a Madrid a defender a su tierra. No es consciente de su papel de ‘talismán’, pues allá donde se presenta su formación gobierna. Confía en que así sea, «y con mayoría sólida», en esta nueva etapa de una carrera política que, como edil, comenzaba en 2003. Veinte años después prefiere que le tilden de veterano que de profesional y descarta tener que elegir con su voto entre el partido o Burgos.
Pregunta- Feijóo ha asegurado que Vox no es de fiar y que incluso buscará antes apoyos en el PSOE. ¿No desautoriza un tanto con esas palabras la decisión que el PP de Castilla y León tomó en la Junta? En todo caso, ¿comparte, tras su experiencia en el Gobierno regional, el mensaje de su presidente?
Respuesta- Creo que no lo desautoriza porque precisamente hemos visto en las últimas semanas nuevos escenarios donde ese acuerdo se ha repetido. A partir de ahí, el planteamiento del presidente es el de intentar gobernar en solitario porque algunos están más pendientes de los sillones que de las políticas. EL PP quiere tener las manos libres para gestionar sin estar en una situación de bloques y bloqueos que ya ha causado bastantes dificultades en la gestión de España.
P.- Pero, si se diera esa tesitura de tener que elegir entre pactar con Vox o buscar apoyos en el PSOE para lograr una mayoría, ¿por qué se inclinaría?
R.- Hay que distinguir entre el PSOE tradicional, con el que hemos tenido habitualmente capacidad de acuerdo en cuestiones de estado y también en el ámbito económico, y el sanchismo. Sánchez emborrona al PSOE, emborrona todo lo que tiene que ver con el socialismo clásico. Creo que hay asuntos que tendríamos que volver a acostrumbrarnos a pactar entre los dos grandes partidos.
P.- Tras su paso por el Ayuntamiento y la Junta de Castilla y León, ¿cómo afronta este nuevo reto?
R.- No entraba dentro de mis previsiones porque estaba inmerso en la legislatura autonómica, pero cuando recibes una llamada para encabezar la lista al Congreso por Burgos, además de estar siempre al servicio del partido, es un gran orgullo y privilegio. Siempre trato de entregarme al máximo y es lo que quiero hacer en esta nueva etapa.
P.- Hablando de llamadas, ¿la hubo también para ofrecerle liderar la candidatura al Ayuntamiento?
R.- No.
P.- ¿Y si la hubiera habido?
R.- Dediqué doce años a la vida municipal, los últimos cuatro apasionantes, pero especialmente duros en el ámbito personal por las circunstancias que acontecieron. Decidí entonces que mi etapa en el Ayuntamiento estaba agotada y que, si tenía oportunidad y la capacidad, desarrollaría mi actividad política en otros ámbitos.
P.- Sea cual sea el destino de ese cuarto escaño de la provincia que parece estar en juego, lo cierto es que no hay duda que será voz de los burgaleses en la Cámara Baja, ¿cuál va a ser su mensaje prioritario?
R.- Tuve la oportunidad de compartirlo ante el presidente nacional del PP y 1.500 personas en la plaza de Santa María. Allí me comprometí a acabar con la paralización de las infraestructuras que son estratégicas para nuestra provincia, porque los burgaleses nos han dicho que para ellos es primordial y evidentemente para nosotros será una prioridad.
P.- En un escenario postpandemia, una guerra en Europa y un mercado global inestable, ¿hay margen real para mejorar la economía?
R.- Hay margen real, porque hasta ahora la única receta que ha utilizado Sánchez ha sido el incremento del gasto público a través del aumento de la deuda y el déficit, es decir, condicionar el país como ya hizo Zapatero. Y lo ha hecho con la mayor cantidad de recursos que ha tenido el país, así que eso de que la economía va como una moto es completamente falso. Lo que hay que hacer es un ajuste en las cuentas públicas y la primera medida que ya ha anunciado Feijóo es, además de reducir el número de ministerios, rebajar los impuestos a las clases medias. Recetas hay, desde luego, y el PP las ha aplicado siempre con éxito, siendo sus gobiernos los que han creado empleo, que es la clave para reactivar la economía.
P.- ¿Es posible combatir la evidente desafección política?
R.- Sí, con cercanía. Así lo hemos percibido en esta campaña electoral, en la que vemos que la gente vuelve a percibir al PP como personas de su entorno, con ánimo de servicio público y de mejorar la vida de nuestros vecinos. Lo más natural es salir a la calle y así hemos planteado los actos públicos de esta campaña, no nos tenemos que esconder. Además, creo que es bueno que los ciudadanos puedan pararte y echarte la bronca si creen que algo no está bien. Personalmente siempre me he sentido cómodo en el tú a tú, dispuesto a explicar qué hacemos y porqué, incluso a debatir. Solo el diálogo es lo que va a permitir que la sociedad vuelva a confiar en la clase política.
P.- Especialmente desconfiada es la población joven. ¿Que les ofrece su partido?
R.- La desafección es muy habitual en la gente joven. Muchos de ellos no han conocido que cualquier otro sistema político que no sea la democracia es mucho más pernicioso y debemos insistir en que, con sus imperfecciones, solo saldremos de los problemas a través de la política y del sistema representativo que tenemos. Ahí tenemos una misión muy importante los políticos, pero también la escuela y la familia. Dicho esto, desde el PP ofrecemos a los jóvenes un escenario totalmente diferente al de Sánchez, que solo reparte paguitas. Nosotros tenemos tres ejes de actuación en este ámbito: formación, que es lo que puede brindar oportunidades y un futuro; empleo, con incentivos a la contratación y al emprendimiento, y especial hincapié en apoyar a aquellos que quieran desarrollar su actividad económica en el medio rural; y emancipación, mediante los planes de vivienda, con avales de hasta el 95% para hipotecas, estímulos al alquiler joven y propuestas coordinadas con las comunidades autónomas.
P.- Un mensaje que cala especialmente en los últimos tiempos es que PP y PSOE son iguales ¿Qué le puede decir a quién lo sostiene?
R.- Pues que son, precisamente, todo lo contrario. Los cinco años de Sánchez lo demuestran, han sido de ocupación de las instituciones, desde el INE, el CIS, RTVE, el CNI, en las que el PP quiere devolver la confianza; ocupación de la Justicia, con nombramientos cuestionables, mientras que el PP quiere garantizar su independencia; ha sacado a violadores de las cárceles y reduciendo penas a agresores sexuales, mientras que el PP aboga por meterlos de nuevo en prisión; ha rebajado las penas a delitos graves, que volveremos a incrementar; y ha privilegiado a los okupas, mientras que el PP defiende al propietario. Podría continuar con la lista, pero creo que queda claro que las diferencias son más que notables.
P.- En relación con las infraestructuras de la provincia de Burgos, tras años acumulando retrasos y promesas incumplidas por gobiernos de ambos colores. ¿Qué será diferente esta vez si es presidente Feijóo?
R.- En este ámbito hay un punto de inflexión en 2010, cuando están ya lanzadas infraestructuras que venían gestándose en mandatos anteriores, tales como la A73 a Cantabria, la A12 a Logroño o la A11, y el corredor central funciona con normalidad. Ese resulta ser un año catastrófico para Burgos porque un ministro socialista, José Blanco, paraliza todos esos proyectos. Desde entonces no se han vuelto a recuperar en ritmo y forma y es verdad que entre 2015 y 2018 gobernó Mariano Rajoy, pero lo hizo con la economía en situación de colapso y, aunque no pudo recuperar esos planes, ya comenzó a perfilar una nueva propuesta estatal de infraestructuras. La moción de censura y los cinco años de sanchismo han vuelto a dejar todo atrás porque se han dedicado a pagar favores a los que le apoyaban los presupuestos. Por eso aspiramos a un gobierno del PP sólido, para recuperar como prioritarias las infraestructuras pendientes que servirán para cohesionar España.
P.- En caso de lograr esa mayoría suficiente, ¿por dónde empezarán a agilizar las infraestructuras pendientes de la provincia?
R.- Hay dos bloques prioritarios, el ferroviario y el viario. No podemos dejar pasar la oportunidad de formar parte del Corredor Atlántico y, por tanto, urge la reapertura del Directo. Al mismo tiempo debemos reactivar las tres autovías paralizadas que he mencionado antes.
P.- Otro gran reto de Burgos es la lucha contra la despoblación.
R.- Trataremos de ofrecer soluciones con la Ley de Desarrollo Rural. Tenemos la ventaja de que nuestro presidente ha nacido en una aldea de 200 personas y ha gobernado una región donde lo rural tiene un peso importante y sus victorias allí evidencian el éxito de sus políticas en este sentido. Eso favorece a Castilla y León y en particular a Burgos. Esa norma se acompañará de un plan para conectar territorios con las infraestructuras necesarias y para incentivar económicamente a quienes decidan trabajar y vivir en zonas rurales. Se trata en definitiva de generar un ecosistema para que a cualquiera que desee hacerlo le salga barato, le sea cómodo y tenga acceso a los servicios básicos.
P.- En un entorno rural se ubica precisamente la central nuclear de Garoña. Una década después de su parada ha regresado a la campaña electoral con el anuncio del inicio de su desmantelamiento. ¿Aún hay debate al respecto?
R.- Es el paradigma de las políticas socialistas en esta tierra y de la tomadura de pelo a la que nos tienen acostumbrados. Después un cierre ideológico y de tener abandonada la comarca diez años, mientras la Junta de Castilla y León ponía en marcha un plan de dinamización que ha dejado 60 millones en la zona, nadie cree sus anuncios de inversión lanzados además a cuatro días de unas elecciones.
P.- A la espera de que surtan efecto medidas de fomento de natalidad o para frenar la despoblación, la edad media de la provincia crece. ¿Las pensiones son intocables ?
R.- Las pensiones tienen que ser intocables. Debe desarrollarse un mecanismo que asegure, en cualquier caso, su sostenibilidad. Sabemos que en 2025 habrá que revisar el modelo y abogamos con hacerlo con un gran pacto de Estado para asegurar su futuro.
P.- ¿En qué aspectos han visto necesario incidir en el sprint final de la campaña?
R.- En la necesidad que tenemos de iniciar un periodo moderado y tranquilo en la política española, centrado en las demandas de los ciudadanos. Y Feijóo es una persona que tiene capacidad de gestión, como ha demostrado en Galicia, y la moderación suficiente para gobernar para todos los españoles. Por eso llamamos al voto útil, porque solo lo será si lo aglutinamos en torno al PP. Solo así dejaremos de lado la política de trincheras. Apelamos al votante de Podemos, para no depender de Vox, al de izquierdas defraudado con Sánchez, a los votantes de centro que en su día votaron a Ciudadanos, incluso a los de Vox, que, como nosotros, quieren sacar al PSOE de la Moncloa y que sin un gobierno fuerte podría volver incluso perdiendo las elecciones. Necesitamos además que haya una gran participación y no fiarnos de las encuestas, ni dar por hecho la victoria. Vale la pena perder unos minutos de piscina o playa por no tener a Sánchez de presidente otros cuatro años.
P.- ¿Teme encontrarse en la coyuntura de tener que elegir entre Burgos o el PP a la hora de votar?
R.- No. Estoy convencido de que si el proyecto de gobierno es el del Partido Popular se impondrán criterios razonables y esos siempre serán buenos para Burgos.