El PSOE, satisfecho: “Misión cumplida”

Lucían sonrisas y calma pese a la montaña rusa de emociones que a buen seguro habían vivido durante las tres horas previas a aparecer, al filo de la medianoche, ante los medios de comunicación locales. Esther Peña, secretaria provincial del PSOE en Burgos y, de nuevo, diputada electa, se colocaba ante los micrófonos flanqueada por el secretario regional de la formación, Luis Tudanca; el cabeza de lista al Senado, Ander Gil; el exalcalde de Burgos, Daniel de la Rosa; la senadora en funciones que no repetirá, Marimar Arnáiz; y el que será el primer diputado briviescano en el Congreso, Álvaro Morales. Su mensaje era rotundo: “Misión cumplida”.

“Estamos satisfechos por haber alcanzado los dos objetivos previstos: lograr el segundo diputado por la provincia” y gracias al “creciente” apoyo de los burgaleses “haber servido de dique de contención a la amenaza de la ultraderecha, hemos parado el odio y el uso de la mentira como arma política”, ha afirmado Peña, que ha coincidido con el líder regional socialista en agradecer la entrega a Marimar Arnáiz, que no seguirá como senadora al haberse llevado el PP tres de los cuatro puestos en juego en la Cámara Baja. “Es un ejemplo de lo que hacemos en el PSOE, que es trabajar por el bien común y no por nuestros sillones”, ha destacado Tudanca.

También el portavoz del PSOE en las Cortes ha subrayado la “lección a Europa” que ha supuesto el resultado obtenido en Burgos y en Castilla y León. Tudanca y Peña han coincidido, de hecho, en denominar el resultado obtenido por su formación en España -y en particular en Castilla y León y Burgos- la “excepción ibérica”, pues “apuesta claramente por un gobierno de progreso”. “Hemos dado una lección de resistencia y resistir es vencer”, ha apostillado el burgalés.

Detrás del empate a dos en diputados al Congreso de PP y PSOE en Burgos se esconde un reparto desigual a lo largo y ancho de la provincia. Los socialistas triunfan con soltura en sus feudos tradicionales en el norte de la provincia y Miranda de Ebro, donde pese a que mantienen el tirón, incluso arañan décimas al alza, el PP registra importantes aumentos. En la ciudad ferroviaria el PSOE supera el 43%, 2,5 puntos por encima de en los últimos comicios nacionales. Similar situación se da en Valle de Mena, ‘cuna’ del actual presidente del Senado en funciones, Ander Gil, donde el voto socialista crece una décima, hasta el 44% del total, muy lejos del registrado por el resto de formaciones. Le sigue el PP, en auge, con menos del 25%. Ronda el 40% tanto en Espinosa de los Monteros como en Merindad de Montija.

Otros pequeños municipios salpican de rojo el mapa provincial, destacan enclaves de la Ribera -que no su capital de comarca, Aranda, donde sube el voto socialista pero no lo suficiente y se quedan a 600 votos de los 6.500 del PP- y de Tierras de Lara.

En la capital el PSOE obtiene un resultado agridulce. Si bien aumenta la proporción de apoyos del 32,29% cosechado en noviembre de 2019 hasta un 35,42%, no logra detener a un PP que crece del 30,92% a un rotundo 41,02%. En términos absolutos estos porcentajes se resumen en poco más de 5.000 votos de diferencia, de los 34.559 socialistas a los 40.023 ‘populares’. Por bloques, en la ciudad, los 42.000 votos de la izquierda (PSOE y Sumar) se quedan lejos de los 52.000 que superan (PP y Vox).

Las papeletas socialistas acumuladas en los colegios de la ciudad de Burgos suponen la mitad, de las 69.060 que en el conjunto de la provincia le han valido sus dos diputados.

La tendencia es casi idéntica en el escrutinio correspondiente al Senado -con un 90% escrutado al cierre de esta edición-. En la provincia se colorean de rojo las mismas zonas y en la capital el PSOE ronda el 35% que ya obtuvo en 2019.