El PP gana las elecciones pero no logra el tercer diputado que le pedía Feijóo

Dos objetivos tenía encomendados el Partido Popular de Burgos para esta cita electoral estival. En primer lugar volver a ser la lista más votada en la circunscripción de Burgos, arrebatando la victoria electoral al Partido Socialista, que fue el ganador en las últimas elecciones generales. Objetivo cumplido. El PP ha ganado las elecciones en Burgos con una ventaja de 12.000 votos sobre los socialistas.

El segundo objetivo marcado para los populares burgaleses presentaba aún una mayor dificultad: hacerse con el tercer diputado por la circunscripción de Burgos. O lo que es lo mismo, arrebatarle un escaño al PSOE burgalés. 

Un logro electoral que sólo pudo conseguir la candidatura popular hace 12 años; en las elecciones generales de 2011, con Mariano Rajoy como candidato; y previamente en 1996 y 2000, con los gobiernos de José María Aznar.

La conquista de ese tercer diputado el 23J fue un reto compartido para una quincena de provincias españolas en las que el PP puso sus esperanzas de poder volcar las expectativas de voto a su favor para acertar a Núñez Feijóo lo máximo posible a la mayoría absoluta. 

Dadas las características de la circunscripción burgalesa, el segundo partido más votado ha tenido ventaja a la hora de capitalizar los restos de la aplicación de la Ley d’Hont en forma de un segundo diputado. Feijóo, por tanto, se queda sin el tercer diputado por Burgos con el que sí contaron Aznar y Rajoy. 

Así, el empate a dos escaños repite el esquema de la útima cita electoral para las Generales, que fue una excepción ya que en 2011 el PP tuvo tres escaños, en 2015 perdió uno que fue a parar a Podemos y en los primeros comicios de 2019 fue Ciudadanos quien obtuvo un escaño.

Con las encuestas a favor y la mayoría absoluta como objetivo, Burgos cobró importancia en el tablero estratégico electoral nacional. «En esta provincia se juega el futuro de España», señalaba el alcalde de Madrid en el cierre de campaña en el Espolón, acompañado de un presidente autonómico del PP, alfonso Fernández Mañueco, que aseguró que sólo con un tercer diputado ‘popular’ en Burgos, «se conseguirá un Gobierno en solitario».

Pero las urnas han hablado y en esta ocasión, como ha ocurrido en ocasiones anteriores, la apelación al voto útil no ha sido suficiente o ha sido ignorada por el electorado burgalés, ya que el bloque de derechas podría haber asegurado el tercer diputado de haber concentrado el voto en las siglas populares como animaron los candidatos del PP. 

Obtienen escaño por parte de los populares burgaleses Ángel Ibáñez, por primera vez en la cámara baja, y Sandra Moneo, que será diputada por décima legislatura consecutiva.

El PP supera los 81.000 votos por los algo más de 25.00 que suma Vox, tercera fuerza al igual que en noviembre de 2019 y que, en vista de aquel resultado, se mantuvo firme en confiar en sus posibilidades, aunque a la postre le ha ocurrido lo mismo que a Ciudadanos en las últimas Generales: Se ha quedado sin representación en las Cortes Generales, ya que sólo PP y PSOE alcanzan el suficiente número de papeletas para lograr escaños. Son ya dos las citas electorales en las que el candidato de Vox Javier Martínez ha visto cómo el escaño se le escapaba, en esta ocasión por casi 9.000 papeletas.

Voto útil de izquierda

En el Partido Socialista, por su parte, renueva su acta de diputada Esther Peña, mientras que el exalcalde de Briviesca, Álvaro Morales, ocupará por primera vez un escaño en el Congreso. El PSOE prolonga su decepción electoral tras el avance de los partidos de centro derecha en la provincia de Burgos, de la que es originario su líder autonómico, Luis Tudanca, que ayer votó en la capital burgalesa apelando a un «ultimo esfuerzo» de movilización que sí llegó a producirse. Suficiente, al menos, para retener los dos escaños en la circunscripción de Burgos.

Los electores respondieron con más de 68.000 papeletas al llamamiento de los candidatos socialistas que ya vieron como fueron capaces de ganar las elecciones en Burgos capital aunque lejos de impedir el subsiguiente pacto entre PP y Vox para gobernar la capital burgalesa. 

Impedir un pacto nacional entre PP y Vox fue el mensaje que movilizó el voto útil de la izquierda. De hecho, algo más de 8.000 votos separaron a Vox de hacerse con el último escaño en juego, que claramente fue a parar al PSOE gracias, entre otras razones, a las más de 5.000 papeletas que se dejó por el camino la coalición más a la izquierda de los socialistas.

Sumar fue el perjudicado en la circunscripción burgalesa ya que perdió más de 5.000 papeletas respecto a las que tuvo la coalición IU-Podemos en Burgos en noviembre de 2019. El voto útil jugó a favor de los socialistas y Sumar, coalición con la presencia de Podemos, ve como se ha ido estrechando el espacio político más a la izquierda del PSOE. Tras el recuento, Sumar obtuvo 17.000 apoyos electorales en la provincia de Burgos.

En la provincia, en el PSOE concentra sus victorias electorales en los municipios más norteños, incluyendo Miranda y Treviño, así como puntos de la Ribera y la Demanda, pero el mapa del 23J se tiñe mayoritariamente de azul en Burgos con victorias de norte a sur, incluida Aranda de Duero. La capital burgalesa fue la guinda para los populares pues han comprobado que el electorado les da la victoria tras el pacto de gobierno con Vox.

Vía Burgalesa, el único partido de corte localista, debutó en unas elecciones generales con una cosecha de algo más de 1.700 apoyos electorales y dio el sorpasso a la coalición España Vaciada-Partido Castellano-Tierra Comunera, que competía por el mismo electorado. Su cosecha de votos le coloca como quinta fuerza política de la provincia tras estos comicios.

La elección de los senadores por la circunscripción de Burgos sí favoreció al Partido Popular que logró tres escaños, lo que coloca en la Cámara Alta a Javier Lacalle, Salvador de Foronda y la exalcaldesa de Aranda, Raquel González. Por parte del PSOE obtuvo escaño el presidente del Senado en funciones, Ander Gil.