Preocupación por la posible escasez de suelo industrial "a medio plazo"
El concejal de Urbanismo, Juan Manuel Manso, considera que con solo un 20% de las parcelas de este tipo disponibles en Villalonquéjar es posible responder a la demanda inmediata, pero podrían surgir problemas "en tres o cuatro años" de no tomar medidas
Vista parcial del polígono de Villalonquéjar.
La buena marcha de la venta de parcelas en Villalonquéjar tiene una evidente cara positiva, esa que otorga liquidez a sus cuentas suficiente para hacer frente a los pagos destinados a amortizar sus deudas, y una negativa que empieza a atisbarse: "Cada vez tenemos menos suelo industrial disponible", indicaba Juan Manuel Manso, responsable de Urbanismo en el Ayuntamiento de Burgos y, desde ayer, integrante del consejo rector del Consorcio para la Gestión del Polígono Industrial de Villalonquéjar IV.
Al término de la reunión por la que los nuevos representantes municipales accedían a sus respectivos cargos en sendos consorcios, el citado y el del Desvío, Manso hacía repaso de los principales retos a los que se enfrentan. Confesaba al hilo la preocupación del equipo de Gobierno por la posible escasez de suelo industrial "a medio plazo".
Tras indicar que en la actualidad hay dos parcelas pendientes de cobro en el polígono por un importe conjunto que ronda el millón de euros, el edil estimó que queda libre un 20%. "Esto no supone un problema ahora, pues estamos en condiciones de responder a demandas inmediatas de empresas interesadas en terrenos, pero lo será en un futuro si no tomamos medidas ya", explicaba.
Descartada como solución rápida queda la posible liberación de los cuatro millones de metros cuadrados que otrora fueron destino para un Centro de Actividades Económicas (CAE) que nunca llegó a levantarse. "Ese proceso se prolongará siete u ocho años, necesitamos algo antes", subrayaba Manso, para optar por la discreción preguntado por las alternativas que se barajan: "Estamos trabajando en ello pero son temas delicados en los que es mejor no precipitarse".
En el anterior mandato municipal, el vicealcalde, Vicente Marañón, sí que apuntó al entorno de Villafría o la zona del Monte de la Abadesa como lugares bien posicionados en los que impulsar nuevo suelo industrial.
Mientras se resuelve este asunto, lo cierto es que el Consorcio de Villalonquéjar dispone de "remanentes en caja" suficientes para hacer frente a los pagos pendientes. A esa bonanza aspira su 'primo', el Consorcio del Desvío, que en los últimos años ha visto desinflarse el interés en sus parcelas destinadas viviendas, dado el impacto que la inestabilidad económica tiene en el sector de la construcción.
Ayer, sin embargo, se daban a conocer en la reunión de su consejo rector nuevas operaciones a punto de cristalizar que levantarán en la zona de la antigua estación de tren sendas torres de viviendas y una dotación privada. De completarse su venta -pues las parcelas están ahora reservadas- supondrían un ingreso de 15 millones de euros, que "dejarán 11 millones en caja" y nos permitirá "ganar tranquilidad" para los próximos meses.
La intención es que estas ventas se hagan efectivas en noviembre. Lo cierto es que en el caso de las torres de viviendas las empresas interesadas han comenzado a tantear el mercado -con publicidad incluida- pues la reserva formalizada del suelo les da derecho a hacerlo, así como a avanzar los trámites administrativos previos a la construcción.
Cabe recordar que, al igual que ocurre con el de Villalonquéjar, el Consorcio del Desvío hace frente a una deuda de doble naturaleza, la sostenible, a la que se responde mediante la venta de las parcelas y la no sostenible, que el Ayuntamiento asume gracias a un crédito con entidades financieras que se renegoció en 2016, cuando ascendía a 47 millones de euros, y por el que se abonará un millón y medio anual durante 15 años.