Recta final. La campaña de crowfunding lanzada por los vecinos de Masa para arreglar su iglesia cierra el 3 de agosto
Hasta el momento han recaudado 36.000 euros de los 55.000 necesarios. En agosto el pueblo llevará a cabo diferentes actividades para seguir sumando fondos
«Se nos ha metido en la cabeza que queremos restaurar el retablo mayor del siglo XVII y el reloj del campanario, que data de principios del siglo XX. Ambos están muy deteriorados. ¿Nos ayudas?». Con esta frase, los vecinos de la pequeña localidad burgalesa de Masa afrontan la última semana de la campaña de micromecenazgo que han lanzado para rehabilitar parte de su patrimonio en la web de la asociación Hispania Nostra.
Se trata de «una joya arquitectónica ubicada en un pueblo en el que hay censadas 27 personas pero donde a lo largo del año viven de forma permanente una decena de personas». El que habla es Josechu de Miguel, presidente de la asociación RE&RE Páramo de Masa, conformada por ocho personas.
Por el momento, la iniciativa ha alcanzado los 36.000 euros. «Estamos a cuatro mil euros de la meta inicial y esperamos que con la ampliación del plazo hasta el 3 de agosto, cuando acaba la campaña, logremos alcanzar la suma total», apunta el presidente. Cualquier persona puede participar en la financiación de esta iniciativa, con una cantidad a partir de 10 euros. Si bien la cantidad necesaria para rehabilitar el retablo y el reloj es de 55.000 euros, De Miguel señala que con 40.000 euros podrían comenzar con la intervención.
«El retablo de nuestra iglesia lleva en mal estado varios años y la gente del pueblo se hizo eco de esta situación», explica De Miguel. «Este año pasado empezamos a movernos y creamos la asociación para poder optar a ayudas oficiales», apunta De Miguel. «Con independencia de la fe de cada persona, la iglesia de Masa ha sido importante para todos», señala. «Bautizos, bodas, entierros, etc. Esta iglesia ha marcado nuestras vidas».
Su origen «se encuentra en los siglos XIII o XIV, pero no está muy claro», explica de Miguel. «Lo que sí sabemos es que se realizó una ampliación en 1655». De hecho, el retablo se realizó en 1684 por el maestro escultor José Rodríguez, en estilo barroco prechurrigueresco. Por su parte, el reloj es de principios del siglo XX. «Se encuentra en un estado muy deficiente por lo que la restauración no tiene todas las garantías y la alternativa es su sustitución por un reloj electrónico», apunta el presidente de la asociación, quien añade que «se mantendrá la esfera original».
A partir de ahí, la asociación empezó a moverse. «Hablamos con el Arzobispado, que es el propietario del edificio, y no dio inmediatamente el permiso para realizar una intervención». Después continuaron buscando restauradores y pidiendo presupuestos para rehabilitar el conjunto. Tras una intensa búsqueda, los vecinos determinaron que el coste de la rehabilitación del retablo supondría un desembolso de 50.000 euros, mientras que arreglar la torre del reloj requiere una inversión de 8.000 euros. «En total casi 60.000 euros. Una enorme cantidad», señala De Miguel. Sea como fuere, estos vecinos se han liado la manta a la cabeza y se han puesto manos a la obra para conseguir los fondos necesarios.
Han llamado a todas las puertas posibles, contactando con Administraciones Públicas, empresas privadas y fundaciones. En el caso de las primeras, De Miguel señala que «desde la Junta Vecinal solicitamos la ayuda de la Diputación, que nos ha concedido el máximo posible, 10.000 euros». De empresas y fundaciones sin embargo la respuesta ha sido nula. «En la mayoría de los casos ni siquiera nos han respondido al email que les enviamos», lamenta el presidente de la entidad.
El crowfunding
Para aquellas personas que aporten su granito de arena existen diferentes opciones de donación, a partir de 10 euros. Cada donante, en función de la cantidad, recibirá un obsequio. «Hay tarjetas de agradecimiento, llaveros, posavasos o una visita guiada por el pueblo», señala De Miguel.
Otra de las opciones de colaboración pasa por apadrinar alguno de los elementos artísticos de la iglesia: desde una imagen religiosa, al pendón o el propio retablo, etc., algo que se puede hacer desde 150 euros. A partir de 450 euros, los benefactores recibirán una cesta con productos burgaleses valorada en 60 euros, mientras que quienes han donado más de 650 euros, reciben una cesta valorada en 100 euros.
Estas aportaciones, recuerda de Miguel, pueden disfrutar de deducciones en la Declaración de la Renta. Así, en los primeros 150 euros de donación, la desgravación es del 80%, es decir, 120 euros. En cantidades superiores a 150 euros, la desgravación es del 80% para los primeros 150 euros y del 35% para el importe restante (40% si llevas, al menos, dos años consecutivos donando a la misma entidad). «Al final la cantidad donada a nosotros nos ayuda mucho y al donante se le queda en una cuantía mucho menor», recuerda. Cuenta De Miguel que han llegado donaciones de «decenas de partes del mundo» como Irlanda, Estonia o Canadá y de «muchos puntos del país como Guadalajara, Puerto de Santamaría o Asturias». «Son amantes del arte y del patrimonio que quieren y pueden colaborar en mantener lo que tenemos».
Para completar la campaña, la asociación «un mercadillo disruptivo» que tendrá lugar los días 12 y 13 de agosto. «Contaremos con elementos antiguos y nuevos pero en buen estado y lo recaudado se destinará a la rehabilitación». Vecinos y visitantes, también podrán participar en «la cata de vinos, subasta y el vermut solidario, que se celebrarán los días 14 y 15 de agosto, coincidiendo con la celebración de la fiesta de Nuestra Señora de la Asunción, patrona de la localidad», apunta el presidente de la entidad.