Costa nacional e islas, los destinos más elegidos por los burgaleses para disfrutar de las vacaciones

Sol y playa. La fórmula no falla y sigue siendo la que más atrae a los burgaleses para disfrutar de unos merecidos días de descanso tras un año de trabajo. Así lo explica Iciar Blanco, presidenta de la Asociación de Agencias de Viaje de Burgos, quien afirma que el burgalés «sigue buscando un destino de playa donde se asegure el buen tiempo y el calor».

Así, destinos como la Comunidad Valenciana con localidades como Gandía, Benidorm o Calpe a la cabeza es uno de los lugares más  escogidos por los burgaleses para irse de vacaciones. «La costa dorada es una de las grandes favoritas porque cuenta con una gran capacidad hotelera y eso permite ofrecer precios más competitivos», apunta.

«También se han comercializado muy bien las islas, tanto Canarias como Baleares», apunta la profesional quien asegura que «siempre son destinos demandados y que gustan mucho». Se suma a la lista de los destinos más demandados por los burgaleses Andalucía, con la costa del sol a la cabeza y, cada vez más, la costa gaditana.

El norte del país es escogido por los burgaleses para escaparse algunos días. «Cantabria, Asturias y País Vasco son lo destinos elegidos para pasar cortos periodos como por ejemplo un fin de semana o un puente como el de la agosto», explica Blanco.

En este sentido, Blanco recuerda que los años 2020 y 2021 fueron «unos años extraordinarios en cuanto a turismo para la zona porque la gente tenía muchas ganas de salir tras la pandemia y se buscaban destinos cercanos». Los precios se incrementaron por la alta demanda y «se han mantenido hasta ahora».

En cuanto a los destinos internacionales y los grandes viajes, los destinos preferidos por los burgaleses son Vietnam y Camboya, que «hasta el pasado año tenían escasas operativas y a precios muy elevado por la covid». Se suman clásico como Riviera Maya y EE.UU. «en todas su vertientes», apunta Blanco.

Sin vacaciones

La estancia media de los burgaleses sigue siendo de 8 días- 7 noches y «son los menos los que alargan más días sus vacaciones», explica la presidenta de la entidad profesional. Otros, sin embargo, han tenido que reducir los días o «directamente prescindir de las vacaciones» y es que la subida de los precios y en muchos casos el incremento de los tipos de interés ha supuesto que algunas familias hayan tenido que destinar su presupuesto vacacional al pago de sus hipotecas.

«Hay familias que a lo largo del año guardan un dinero periódicamente para irse de vacaciones y sabemos que algunas de ellas no podrán hacerlo porque tendrán que destinarlo a pagar hipotecas y gastos de primera necesidad», apunta Blanco.

Y es que, tal y como señala la profesional, si bien como consumidores este años hemo seguido en general con esa alegría de gastar y de salir heredada de los años inmediatamente posteriores al periodo más duro de la covid, la inercia «empieza a cambiar».

En 2022, Blanco hablaba de un «2022 a medio gas» y esperaba «una recuperación completa del sector en el 2023». Ahora, la guerra de Ucrania y la crisis de materiales han derivado en un incremento de la inflación, de los precios y de los tipos de interés que ponen en peligro los próximos años. «Estamos a la expectativa como es el caso de otros sectores como el comercio que ya ha avisado de una disminución de sus ventas», señala.

Es el caso también del hotelero, que ha puesto de manifiesto la misma situación. De hecho, la propia Federación de Hostelería de Burgos apunta ayer en este periódico que «la ocupación del verano en Burgos podría acabar con un 6% o7% menos de pernoctaciones que el de 2022».

Por el momento, Blanco piensa en el cierre de la temporada. «En nuestro caso finaliza en el mes de octubre porque durante el invierno se reducen mucho los viajes», comenta.