Pictogramas para hacer de los barrios burgaleses espacios más accesibles
Niños y niñas que han participado en los campamentos urbanos de los cívicos han creado los pictogramas dentro del programa ‘Mi barrio, tu barrio, nuestra ciudad'
Pictograma en una peluquería de G-3
Conocer sus barrios y ser protagonistas de su vida diaria. Ese ha sido el hilo conductor de los campamentos urbanos que los pequeños burgaleses han podido disfrutar a lo largo del verano en los centros cívicos. Así lo explica Juan Carlos Antón, responsable de centros cívicos de Burgos.
«Cada año los campamentos de verano tienen un hilo conductor y en esta ocasión hemos querido que los chavales vieran su barrio desde un mirada crítica, descubriendo sus fortalezas y sus debilidades», apunta Antón. De esta forma, de una manera lúdica los más pequeños han realizado diferentes actividades con las que han podido «reflexionar sobre su ciudad y hacer mejores sus barrios siendo ellos los protagonistas de ese cambio».
Así, bajo el lema ‘Mi barrio, tu barrio, nuestra ciudad’, entre las actividades realizadas, los más pequeños han creado pictogramas. ¿Qué son los pictogramas? Los pictogramas son símbolos e imágenes que representan el significado de palabras y que, gracias al uso de una imagen, hacen más fácil la interpretación de la misma. De esta manera, los sistemas de pictos se convierten en un apoyo fundamental para el lenguaje oral y para potenciar la comunicación de personas con discapacidad, mayores y niños pequeños.
Pictograma colocado en la puerta de una pollería.
Y es que el lenguaje y la comunicación son áreas fundamentales para que todas las personas puedan aprender, relacionarse y desarrollarse en la sociedad. Por este motivo, todos los niños y adultos que por diferentes causas presentan dificultades de comunicación y lenguaje necesitan sistemas alternativos que les permitan comunicarse y compensar así dichas dificultades.
«A lo largo del verano hemos abordado y conocido los diferentes barrios a través de diferentes acciones como el deporte o en este caso los pictogramas», apunta Marcos Moreno, coordinador de Sedena, empresa encargada de las actividades de los cívicos. «Al principio nos estuvimos fijando en la accesibilidad que había en cada centro cívico de la ciudad y después los pequeños salieron a la calle para ver la accesibilidad del barrio», añade.
Así y al hilo de la acción que el Ayuntamiento de Burgos desarrolló de la mano de autismo Burgos en 2018, adaptando los edificios municipales de la ciudad con pictogramas, los pequeños han hecho lo propio en algunos barrios de la capital. «Aprovechamos para conocer el comercio que hay en nuestros barrios y a la vez hacerlos más accesibles para todos colocando en la puerta los pictogramas que previamente habíamos creado en el cívico», apunta Moreno.
Pictograma en una librería.
Añade el coordinador que los comerciantes se han mostrado «muy receptivos con la iniciativa y eso nos ha permitido que la experiencia haya sido aún más enriquecedora». De esta manera, diversas tiendas de la ciudad cuentan desde hace unos días con estos pictogramas en sus entradas «haciendo más accesible la vida a las personas con discapacidad» y «permitiendo que los más pequeños relacionen los dibujos con el comercio al que están accediendo».
Añade Moreno que «muchos de los comercios no solo nos han permitido conocer su actividad y poner un pictograma en la puerta si no decorar sus escaparates con algunas manualidades que los niños han realizado durante los campamentos urbanos». Y es que el objetivo es «hacer un barrio para todos y hacerlo más agradable y más vivible», añade Antón, pero sobre todo «de la mano de los niños, que ellos sean partícipes de la vida diaria».