Llenar el depósito sube entre seis y ocho euros en apenas un mes

Tras un periodo de singular estabilidad para un mercado que fluctúa sin cesar llega la ‘escalada’. En ella se encuentra el precio de los carburantes más demandados, la gasolina 95 y el gasóleo A.

En la provincia de Burgos y en apenas un mes ambos combustibles han subido casi un 7% y un 10%, respectivamente, lo que, traducido, supone un incremento del coste de llenar un depósito ‘medio’ de 55 litros de entre seis y ocho euros. Así, un gesto común en un periodo vacacional como este pasa a costar 94 euros si el vehículo es de gasolina 95, frente a los 88,5 de mediados de julio, y 88 euros frente a 80 si el motor se alimenta con gasóleo A.

Puede parecer una subida nimia, pues el precio actual -de 1,719 euros por litro en el caso de la gasolina y de 1,601 para el diesel- dista aún de los máximos históricos alcanzados en junio del año pasado, superando en ambos casos los dos euros por litro de combustible.

No obstante, es preciso recordar que en aquel momento se encontraba en vigor el descuento directo para estos carburantes de 20 céntimos, que se activó en abril de 2022 y se prorrogó varias veces hasta el 31 de diciembre del año pasado, cuando la bonificación pasó a aplicarse exclusivamente a profesionales del transporte.

De hecho, aplicar esa ayuda al precio oficial de hace un año, que figura en el histórico del llamado Geoportal en el que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico recopila los datos relativos al coste de la energía, arroja un gasto real superior en la actualidad.

En concreto, si de media en las estaciones de servicio de la provincia repostar suponía un desembolso de 1,83 euros por litro en el caso de la gasolina y 1,87 si se optaba por el gasóleo A, el descuento lo rebajaba a 1,63 y 1,67, respectivamente. Evidencia esta sencilla cuenta que al menos en el primer caso los consumidores ya pagan más hoy que hace un año por repostar.

A punto está de ocurrir lo mismo con el diesel, y más pronto que tarde si se mantiene la tendencia al alza actual iniciada claramente a finales del pasado mes de julio, siempre según los datos oficiales relativos además a la provincia de Burgos en particular, si bien la evolución es idéntica en el conjunto del país.

Y es que fue exactamente el 20 de julio cuando arrancaba el ascenso. Hasta ese momento la ‘trayectoria’ del precio de gasolina y gasóleo era dispar. Mientras la primera se había mantenido en calma, aferrada a 1,6 euros por litro, décima arriba, décima abajo, desde enero, llegando incluso a cerrar mayo con un precio medio de 1,598, el diesel inició a comienzos de 2023 una caída notoria, desde un coste de 1,707 euros por litro, hasta el 1,428 de mayo, mes más barato en ambos casos. En este caso la diferencia llegó a 15 euros por depósito completo en apenas cinco meses.

Los expertos apuntan a la reciente subida del precio del barril de Brent, de referencia en Europa, como lógica y principal causa del auge, avivada por un mercado ajustado y una oferta escasa.

De vuelta a la realidad local, el informe mensual de julio, el último disponible en la web del Ministerio de Transición Ecológica, ubica a la provincia de Burgos en la zona media del país en relación al coste del carburante, con 17 territorios más baratos de media. El listado relativo al gasóleo lo remata por abajo Lleida, con un precio de 1,417 euros por litro, y tiene el dudoso honor de coronarlo Baleares, con 1,56, seguido por Asturias, que también supera el 1,5.

Avanza puestos Burgos en el gráfico del coste de la gasolina, superando a 25 provincias. Las primeras y la última se repiten.