A los guardianes del ciclo de la vida
Atención Primaria reafirma su apuesta por combatir el vandalismo con arte urbano / El centro de salud José Luis Santamaría luce un mural que evoca la cercanía de los sanitarios
Verano a verano, mural a mural, la Gerencia de Atención Primaria consolida su empeño por plantar cara al vandalismo con color. El año pasado por estas fechas el centro de salud de Santa Clara sorprendía a usuarios y paseantes -que no son pocos por su entorno- con un nuevo rostro, ilustrado por Christian Sasa, prestigioso grafitero local de fama mundial.
Misma firma luce la obra que desde hace semanas recorre la fachada de las instalaciones del José Luis Santamaría -cuyo nombre recuerda al médico y político burgalés fallecido en 2006- e idéntica doble intención. «Responde, por un lado, a la necesidad de atajar el problema de las pintadas que se realizaban de forma recurrente sobre las paredes externas del centro y, además, es una apuesta por reivindicar el papel del arte y las humanidades en los espacios sanitarios», explica la gerente de Atención Primaria de Burgos, Mónica Chicote.
Invierte, pues, la administración como medida de ahorro. Es «imposible», aseguran, conocer con exactitud el desembolso en limpieza que genera este gamberrismo al que han decidido poner coto a golpe de mural. En algunas ocasiones los borra el Ayuntamiento, lo que es también un gasto público, y en otras se aprovechan labores propias de mantenimiento para eliminarlos. Sea como fuere, poco tiempo después de intervenir las dichosas firmas regresan y arranca de nuevo un bucle que, además de caro, supone «un deterioro de las superficies, puesto que para limpiar se utilizan productos muy agresivos sin la garantía, por supuesto, de que no vuelvan a aparecer al día siguiente», añade.
Respetan los vándalos la autoridad de grafiteros consagrados. Casi siempre, al menos, pues también hay ejemplos de lo contrario en enclaves significativos como el Callejón de las Brujas. De ahí que proliferen en la actualidad las obras de arte callejeras. Lo han comprobado en Atención Primaria con su feliz idea en Santa Clara, donde optaban por rendir honores al titánico esfuerzo de los sanitarios durante la pandemia.
Confían en que ocurra lo propio en el José Luis Santamaría. No obstante, los ‘rivales’ son pertinaces. De eso también tienen pruebas. Y es que pocos días después de que Sasa rematara su nueva huella en la capital burgalesa ya aparecía en el lateral opuesto del edificio una nueva pintada.
Figura quizá como muestra de lo que, por comparación, dista de ser una manifestación artística de la relevancia y el valor -7.172 euros- de la que, al tiempo que da la bienvenida a los pacientes de este centro de salud, homenajea a quienes ejercen como verdaderos guardianes del ciclo de la vida.
En esta ocasión, de nuevo con el personal sanitario como piedra angular, Christian Sasa recorre las distintas edades del ser humano, desde su formación en el vientre materno, pasando por la infancia, hasta desembocar en la vejez. Rostros de miradas serenas jalonan este viaje en compañía de profesionales que velan por su salud, que acompañan en el camino. A juicio de Chicote «Sasa ha querido reflejar las fases de la vida, desde el embarazo hasta los cuidados finales». «Es una metáfora que se ajusta perfectamente a la labor de la Atención Primaria, siempre cercana a sus pacientes en todas esas etapas», añade.