Investigación
La obra de ampliación del Cenieh terminará en marzo del próximo año
Avanza el desdoblamiento de la última planta que se solapa con el revestimiento del laboratorio de Paleoproteómica. El centro mantiene su actividad al encapsular la zona de obras en pladur e introducir los materiales por el techo.
Lo que en el diseño de Juan Navarro Baldeweg, hace casi 20 años, estaba planteado como una gran biblioteca de dos plantas con un gran tragaluz hoy ya son dos plantas funcionales. Es el objetivo de la reforma de ampliación del Centro Nacional de Evolución Humana (Cenieh) que arrancó en mayo y que avanza a buen ritmo.
«Hay un techo (de enormes vigas rojas de metal que pesan dos toneladas cada una) que no existía, era volado hacia arriba en una biblioteca que era inviable y vamos a disponer del espacio necesario para el laboratorio de paleoproteómica, una zona para el de cartografía en la planta cuarta y en la quinta quedara dispuesto para estar preparados para expansiones a futuro», explica el gerente del Cenieh, Carlos Álvarez Quevedo.
Los trabajos de desdoblamiento de las plantas superiores, adjudicados a la UTE Construcciones y Restauraciones Vega y Construcciones Adolfo Alonso por cerca de 800.000 euros, son el primer paso para poner en marcha el laboratorio de Paleoproteómica que supone, a su vez, una segunda obra cuya adecuación del espacio se licita por un millón de euros y está pendiente de adjudicación en los próximos días. El objetivo es terminar las obras a finales del primer trimestre del próximo año.
«El objetivo es calendarizar y cumplir los objetivos para poder solapar las dos obras, la finalización del desdoblamiento de las plantas con el inicio del trabajo en el laboratorio», explica la directora del centro, María Martinón. El proyecto, que en conjunto plantea una inversión cercana a 1,8 millones de euros, está enmarcado en el proyecto ‘Molecules for Evolution MOLEVOL’ financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y por la Unión Europea dentro del programa Next Generation del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Un cofre de pladur dentro del Cenieh
La razón para solapar ambas intervenciones sobre el edificio, el primero del Complejo de la Evolución Humana que desarrolla obras de adecuación y ampliación, es la independencia que se ha definido entre las dos plantas en obras y el edificio. «Lo único que notamos en el resto del centro es algún ruido de vez en cuando», explican. Las dos plantas están encofradas en una piel de pladur para mantenerse aislados del resto del centro. «Era algo necesario para evitar la contaminación de laboratorios y que mientras el centro estuviera en obras no parara su actividad normal», añade Álvarez Quevedo.
No es la única singularidad que permite aislar las dos plantas en obras del resto del centro. Para evitar el trasiego de obreros pero, sobre todo, de materiales, se han habilitado entradas independientes para los primeros y los segundos se introduce con una gran grúa por una abertura del techo de la instalación. Algo que quieren mantener de cara a realizar las obras del construcción de la caja hermética donde se instalara el laboratorio de Paleoproteómica.
En los próximos días se adjudicarán los trabajos que podrían prolongarse durante cinco meses, hasta finales del primer trimestre del próximo año. La construcción del aislamiento es la fase más crítica del nuevo laboratorio, que busca ser de referencia a nivel nacional para el estudio de proteínas. El proyecto ha salido a licitación por un millón de euros.
«Lo más caro es la obra en si porque es una caja especial estanca, aislada que tiene una serie de filtros para garantizar la pureza del aire y mantener el juego de presiones necesario para evitar la contaminación de la sala», explica María Martinón. El laboratorio arranca con proteínas pero «se ha diseñado también para que, en el futuro, pueda albergar también análisis de ADN antiguo», añade.
El proyecto permitirá transformar un espacio pensado como zona noble del centro para hacerlo más funcional y práctico para las nuevas líneas de investigación y las futuras que puedan llegar. Este espacio, de unos 502 metros cuadrados, en inicio, se había planteado como un gran despacho para la dirección, una gran sala de juntas y una biblioteca a dos alturas con luz cenital. Antes del inicio de la reforma la planta cinco se dedicaba a comedor y se ubicaba una sala de bioenergía y la cuarta la biblioteca, a dos alturas. Después de la obra esta zona será de dos pisos independientes con lo que ganarán 200 metros más hasta tener una superficie, una vez acabados los trabajos de 700 metros cuadrados.