Vuelta al cole más cara
«El libro de texto salva el verano a las librerías de barrio»
Librerías familiares, librería y papelería afrontan estos días un pico de actividad
con la venta de libros y material escolar
El margen de beneficio de la venta de libros de texto es la mitad que el de los libros de literatura, pero son una tabla de salvación para los establecimientos de barrio que ven reducidas sus ventas durante la época veraniega. «El libro de texto es una parte importante de la facturación, pero de los 300 euros que se pueda gastar una familia no todo es para la librería, los márgenes están muy ajustados», explica el gerente de la librería La Llave, Víctor Adot.
Son conscientes que un año como este, con el cambio generalizado de libros en Primaria al tener que adaptarse los textos a la nueva Ley de Educación que afecta solo a algunos cursos de Secundaria, habrá una buena facturación. Pero queda lejos del 25% de beneficio que genera la venta de novelas, manuales, ensayos, cuentos infantiles o tebeos. «Hay librerías especialmente en el centro que mantienen actividad en el verano con el turismo, que no les compensa entrar en el libro de texto porque la rentabilidad es más baja y el trabajo es mucho, pero a las librerías de barrio les salva el verano», añade.
Otro de los aspectos que interesan a las librerías que están inmersas en la consulta diaria a editoriales y las bolsas acumuladas en estanterías con los pedidos que van completándose poco a poco, es la fidelización. «El libro de texto es una necesidad que los padres tienen que cumplir, a veces no lo encuentran y acuden a ti en el último momento, cuando les solventas el problema es un cliente que has ganado para el resto del año porque es un servicio que agradecen y que no lo tienen en otro tipo de negocios», aclara.
Las diferencias de precio entre establecimientos no suelen ser muy elevada. En los libros de Infantil y de Bachillerato no se pueden establecer márgenes porque tienen un precio fijo, pero en Primaria y secundaria el precio es libre. «La editorial marca el precio y luego estableces un margen comercial y un descuento, lo que ganas puede estar entre los tres o cuatro euros», estima.
Pero disponer de este tipo de negocio no sólo salva la facturación veraniega, sino que anima la contratación. Hay un aumento de plantilla en verano y, además, permite mantener la plantilla fija durante el resto del año. El trabajo arranca cada vez más pronto. En junio ya hay lista de libros y quien «quiere quitárselo de encima antes de vacaciones» y quienes apuran hasta el último momento. «Pero los que pidamos en septiembre también van a llegar a tiempo al aula», explica el gerente de La Llave.