La rehabilitación integral de la barriada de Parralillos costará más de 6 millones

El Ayuntamiento quiere regenerar el entorno de la añeja urbanización de Parralillos. Esta barriada, cuyas construcciones datan de finales de la década de los 50 y principios de los 60 del siglo pasado, centra la propuesta municipal que aspira a los fondos europeos Next Generation gestionados por la Junta de Castilla y León para rehabilitar entornos urbanos residenciales.

El edil Juan Manuel Manso, ha dado cuenta del contenido de la memoria enviada a la Administración regional, elaborada por técnicos de Urbanismo y Servicios Sociales «en tiempo récord» para cumplir con los plazos de la convocatoria.

La confluencia de ambas áreas se debe a la notable presencia de familias en riesgo de exclusión en las viviendas objeto de mejora lo que, a juicio del concejal, eleva la importancia y la necesidad de una intervención que, en su versión más ambiciosa, costará 6.373.282 euros.

Este presupuesto «aproximado» tendrá definirse en los proyectos futuros si obtiene el parabién de Junta y Gobierno central, que es el que reparte los fondos a través del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. De cumplirse las expectativas, la ayuda ascendería a 2,8 millones y los 3,5 restantes correrán a cargo de las cuentas municipales.

La inversión contempla la mejora de las envolventes térmicas, la instalación de una red de calor que alimente un sistema centralizado de calefacción, la retirada de amianto, la mejora de la accesibilidad de los seis portales de la urbanización y del alumbrado de la zona.

Un millón de euros del total se destinará a abrir una nueva calle contemplada en el Plan General de Ordenación Urbana en un espacio ahora vallado que transcurre frente a las instalaciones de La Parrala.

Se suma al listado de medidas incluidas en la propuesta la compra de 2.500 metros cuadrados de suelo a los vecinos para levantar has 20 viviendas sociales, repartidas en dos edificios. Según indicó Manso, se estudia aún el destino concreto de esta promoción, aunque «es muy posible que se dedique a alquiler joven, dada la proximidad del campus universitario». Esta apuesta en todo caso sería, a juicio del responsable de Urbanismo, «coherente con lo establecido por el Plan Municipal de Vivienda».

Con este extremo aún por definir lo que sí está claro es que los bajos de las citadas construcciones tendrán uso social, cultural y económico, con comercios y «puede que un centro cultural vinculado a La Parrala». Completa el listado una mejora llamativa y es que, si la Junta acepta el plan número tres -siendo el uno y el dos de impacto mucho más limitado- se incrementará la superficie de cada una de las 64 viviendas existentes en 20 metros cuadrados.

Los técnicos han convenido que si bien el tamaño -menos de 60 metros cuadrados útiles repartidos en tres habitaciones, salón, cocina y baño- era habitual en la época en la que fueron construidas, cabría aprovechar la intervención para ganar espacio y mejorar las condiciones.

Este incremento, si bien dependerá del diseño de los arquitectos que se encarguen de redactar el proyecto, se materializará adosando sendos edificio a las fachadas delantera y trasera lo que, a priori, permitiría ganar 15 metros cuadrados en la zona de las habitaciones y 5 en la del salón y la cocina. Será preciso, eso sí, planificar el realojo de los residentes durante determinados momentos de la obra, aunque esta situación no se prolongaría en todo caso más allá del mes y medio.

La propuesta cuenta con «absoluto apoyo vecinal». Los residentes asumirán su parte del coste con la venta al Ayuntamiento del terreno citado. Manso ha subrayado el doble objetivo de una iniciativa que, más allá de la regeneración de un espacio urbano se concibe como una ayuda de carácter social a sus beneficiarios.

Las opciones menos ambiciosas rebajan su alcance y por extensión su presupuesto hasta el millón de euros, para poco más que mejorar envolventes y retirar amianto, o los 3 millones su a ello se suma la apertura de la calle y la compara de menos terreno para levantar solo un edificio con 10 viviendas.

En tres años

La memoria remitida a la Junta de Castilla y León detalla un plan de inversión que aspira a ejecutar esta actuación en tres años. Se gastarían en 2024 1,8 millones para redactar los proyectos que permitan, ya en 2025, iniciar unas obras que se llevarán el grueso del presupuesto: 4,2 millones. Los remates llegarán en 2026 cuando apenas habrá que reservar una partida de 411.000 euros. Todo esto dejarán de ser solo número en papel si en los próximos dos meses el Ayuntamiento recibe el visto bueno del Gobierno regional. «Por los contactos previos tenemos esperanzas», apostilló Juan Manuel Manso.