Saturnino Calleja: Instruir deleitando
Quintanadueñas rinde homenaje al célebre editor burgalés con un museo permanente dedicado a su vida y obra
“Tienes más cuento que Calleja” es una expresión que se utiliza popularmente para referirse a alguien que “miente o exagera demasiado”, y su origen se remonta al siglo XIX y a la persona que le da nombre: Saturnino Calleja. Natural de Burgos, este célebre editor es conocido hoy por acercar, a través de sus cuentos infantiles a bajo precio, la lectura a miles de niños, así como por su defensa en la mejora de la enseñanza en las escuelas del país. El pueblo burgalés de Quintanadueñas recuerda con cariño y orgullo su figura, a la que dedica desde 2022 un Museo permanente que recuerda su historia y labor.
Situado en el mismo edificio donde se ubica la biblioteca municipal, el Museo Saturnino Calleja de Quintanadueñas reúne en su interior grandes joyas sobre la vida y obra del editor, muchas de ellas cedidas por su familia. Según explica el alcalde, Gerardo Bilbao, la idea de poner en marcha este museo surgió en 2005, cuando invitó al nieto de Calleja, Enrique Fernández de Córdoba, a dar el pregón de las fiestas. Este sugirió que sería “interesante” contar en Burgos con un museo permanente sobre su abuelo, un proyecto que finalmente encontró su lugar en Quintanadueñas.
“Para nosotros ha sido un orgullo tener un paisano ilustre como Saturnino Calleja”, eplica Bilbao, que ensalza la “labor tan maravillosa que hizo en el mundo de la educación”, así como las “importantes novedades” que introdujo en la editorial. “El vínculo que tenía con el pueblo era muy estrecho y por eso quisimos dedicarle este museo”, afirma el alcalde, que recuerda que Quintanadueñas también cuenta con un colegio y una calle dedicada a su paisano. “Hemos cumplido con las expectativas y lo que el hombre se merecía”, apunta.
La vinculación de Calleja con Quintanadueñas se explica a través de su árbol familiar. Su padre, Fernando Calleja Santos, nació en esta localidad, y aunque Saturnino nació en Burgos, sí que mantuvo una conexión con el pueblo de su padre, dado que este fue alcalde del mismo en más de una ocasión. “Hasta los 15 años, que la familia se fue a Madrid, pasaba los veranos en Quintanadueñas”, afirma el edil.
Fue en 1868 cuando el futuro editor y su familia se trasladaron a capital de España, y unos años después, en 1876, su padre fundó un estudio de encuadernación y una librería, pero tres años después se lo vendió a su hijo Saturnino que lo convirtió en una editorial. “El contrato de compraventa de la librería tiene fecha del 1 de abril de 1879”, afirma el auxiliar de la biblioteca municipal y encargado del Museo, Guillermo Martín, que explica que este es uno de los documentos que incluye la exposición.
El burgalés convierte entonces el estudio de su padre en un negocio editorial y su preocupación por la enseñanza le lleva a dirigir sus primeras publicaciones a este tema, aunque más adelante comenzará también a publicar cuentos y libros de lectura recreativa, en los que la presentación goza de gran protagonismo gracias a las ilustraciones que incorpora.
La editorial afronta dos épocas diferenciadas. La primera (1876-1915) con Saturnino Calleja al frente, destaca por los planteamientos educativos de sus libros escolares y el impulso a la lectura recreativa de los niños con sus ediciones de cuentos. Una segunda etapa (1918-1958), dirigida por sus hijos y otros socios ajenos a la familia, se define por la “renovación estética y literaria de sus libros para niños y por la ampliación de las publicaciones para jóvenes y adultos”.
Instruir deleitando
“Instruir deleitando” es precisamente uno de los lemas que se asocian a Saturnino Calleja, fruto de la gran preocupación que mostró a lo largo de su vida por la función pedagógica. Su nieto señala en su libro ‘Saturnino Calleja y su editorial’ que era un “apasionado defensor de los maestros españoles y de la mejora de la enseñanza en las escuelas del país” y añade que “seguramente nunca un hombre, por su propia iniciativa, había hecho tan gran y eficaz esfuerzo para reorganizar, mejorar y modernizar la enseñanza en España”.
A lo largo de su carrera, también fundó y dirigió las revistas ‘La Ilustración de España’ (desde 1884) y ‘El Heraldo del Magisterio’ (desde 1888) , ambas publicaciones consagradas a la defensa de los intereses de los maestros y la enseñanza. Asimismo, organizó la Primera Asamblea Nacional de Maestros en Madrid (1891), y participó en la constitución de la Asociación Nacional del Magisterio Español en 1901, de la que fue presidente entre 1904 y 1906.
Los cuentos de Calleja
Sin embargo, el apellido Calleja estará siempre ligado a la literatura para niños, gracias a las colecciones de cuentos que publicó la editorial. Estos cuentos, en muchas ocasiones adaptados de obras populares de la literatura universal o de autores clásicos y contemporáneos, llegaron a miles de niños en España e Hispanoamérica, a precios asequibles. Además, estos cuentos estaban ilustrados por los mejores dibujantes de la época, lo que le permitió una mayor popularidad a estos cuentos.
Según señala su nieto en su libro ‘Saturnino Calleja y su editorial’, había un “mensaje moral e instructivo” en estos cuentos, que quería transmitir a los lectores infantiles. Es por ello, que su influencia fue “decisiva” en la educación de los más pequeños, al fomentar y acercar la lectura a las distintas clases sociales.
La literatura infantil de la editorial Calleja también tiene diferentes etapas, y se pueden ver muy bien representadas en la exposición del museo de Quintanadueñas, que contiene también una “joya” con los ‘cuentos de Calleja’, pequeños libros de 16 páginas que contenían un solo cuento. De hecho, desde el Museo enmarcan con especial cariño uno de estos cuentos, titulado ‘El león en Quintanadueñas’, que creen que pudo escribir el propio Calleja dada su vinculación con el pueblo.
Otro de los aspectos más llamativos de la exposición es la recreación del despacho de Saturnino Calleja, que incluye algunos de los muebles que el editor utilizaba en vida, algunos de ellos donados por la familia. Un espacio que permite a los visitantes viajar al siglo XIX e imaginar a Calleja dirigiendo su famosa editorial.
Desde su apertura al público en 2022, el Museo ha recibido más de 300 visitas, y desde el Ayuntamiento señalan que les gustaría ofertarlo entre colegios de Burgos y la provincia, lo que permitiría un “crecimiento más exponencial” de las visitas. Asimismo, señalan que se trata de una exposición “viva”, y no descartan incluir más elementos audiovisuales o incluso poner en marcha una página web dedicada en exclusiva al museo.
Coincidiendo con el primer centenario de la obra ‘Plaga de Dragones’ de Saturnino Calleja, se inaugurará en Madrid el 20 de septiembre una exposición dedicada a la obra del editor burgalés, y algunos documentos del museo de Quintanadueñas podrán verse en esta muestra.