Ángel Gavilán, del Banco de España. «La economía española se desacelera en el tercer trimestre de 2023»
El director general de Economía y Estadística de Banco de España, que ha participado en el Club de Prensa EL CORREO DE BURGOS-EL MUNDO e Ibercaja, recuerda que se mantiene la previsión del crecimiento del PIB para 2023 de 2,3%, aunque revisa a la baja la de 2024
«La economía española se desacelera en el tercer trimestre de 2023». Esta es la idea que expone el Banco de España y que ha trasladado el director general de Economía y Estadística de esta entidad, Ángel Gavilán González, durante su intervención en el Club de Prensa EL CORREO DE BURGOS-EL MUNDO e Ibercaja titulado 'Economía Española: situación y perspectivas'.
Gavilán ha presentado en Burgos el recientemente publicado informe de Proyecciones macroeconómicas de la economía española (2023-2025), que se daba a conocer a través de la web del Banco de España este martes, 19 de septiembre. Y con todo detalle, el doctor en Economía por la Universidad de Chicago ha ahondado en los motivos de la «desaceleración» que ya se comenzó a percibir en el segundo trimestre de 2023, salvo en el sector servicios que aglutina la actividad de ocio y turismo.
Uno de los primeros mensajes de Gavilán ha sido que la tasa de crecimiento trimestral del Producto Interior Bruto (PIB) podría caer hasta el 0,3%, cuando arrancaba el primer trimestre de este ejercicio en un 0,5%. La parte positiva de este dato es que la situación de España es mejor que la de la zona euro que podría terminar el año en un crecimiento del 0% y con la previsión de contracción de la economía alemana. «Si vemos el vaso medio lleno tenemos una tasa de crecimiento bastante mayor a la Europea», afirma.
Los principales factores detrás de esa desaceleración son para el director general de Economía y Estadística la presión al alza de los precios de la energía, los efectos del endurecimiento de la política monetaria, con unos tipos que siguen al alza, y la ralentización de la actividad global especialmente en China y en Europa.
Durante su intervención, Gavilán ha prestado especial atención a los precios de la energía y la repercusión que tiene en las empresas, en las familias y en la economía en general. «La industria está más expuesta a los altos tipos y al precio de la energía y la economía española sigue siendo muy dependiente del petróleo», añade.
A pesar de estas previsiones del trimestre, las nuevas proyecciones macroeconómicas del Banco de España mantienen la previsión del crecimiento del PIB para 2023 de 2,3%, pero revisan a la baja la de 2024 al 1,8% y de 2025 al 2%.
La composición del PIB «cambia de forma radical» en estos próximos años ya que Gavilán apunta que si en 2023 el crecimiento viene de la recuperación del turismo, para 2024 y para 2025 el motor del crecimiento de España tiene que ser el consumo y la inversión.
Desde su punto de vista, el consumo estará muy ligado a la situación del mercado laboral y a los crecimientos salariales que se proyectan a futuro. Y sobre la inversión señala que el índice de confianza empresarial tiene que mejorar, por ejemplo, de la mano de los proyectos Next Generation. Según expresa, «si estos supuestos no se cumplen tampoco lo harán las previsiones de crecimiento».
Política monetaria
Uno de los factores que podría lastar ese crecimiento es la política monetaria con la subida de los tipos de interés porque detrae la capacidad de los hogares para consumir y de las empresas para invertir. Desde el punto de vista de Gavilán, «la mayoría de los efectos están todavía por llegar y los notaremos en 2024, porque llega a su pico en el plazo de año y medio o dos años desde que comienzan a subir los tipos».
El informe del Banco de España también advierte de las consecuencias del final de las políticas públicas ante la crisis energética. Las bajadas del IVA y de ciertos impuestos especiales a la electricidad y al gas está previsto que se retiren a finales de 2023 y lastrará el crecimiento de la economía española y aumentará la inflación, aunque, como indica Gavilán, «el Gobierno podría extenderlas a 2024», algo que todavía no ha decidido.
Inflación
El futuro de la inflación mereció un apartado especial en la intervención de Ángel Gavilán, puesto que en el documento Proyecciones macroeconómicas de la economía española (2023-2025) se revisa al alza en un 0,4 para 2023 y la sitúa en un 3,6%.
Los precios del petróleo y de la energía son los que han motivado este dato para el final del año, pero la perspectiva no es mejor para 2024, cuando podría llegar al 4,3%.
El directivo del Banco de España recuerda que medidas del Gobierno como el mantenimiento del abono transporte y del IVA reducido de los alimentos hasta final de año han contribuido a rebajar la inflación hasta final de año, «pero cuando la deshaga a final de 2023 el efecto será que se elevará por encima del 4%».
En la descomposición de los datos de la inflación, hay señales de estabilidad cuando se miran los datos de los precios de la alimentación. Así, asegura que un 70% de los productos de la cesta de la compra se han desacelerado, «a pesar del aceite de oliva y esto nos puede dar cierto confort».
En resumen, Gavilán asegura que existen dudas sobre el crecimiento de la economía española por el contexto geopolítico y pone el ojo en las desaceleraciones que está teniendo China, así como en la Guerra de Ucrania y las tensiones económicas entre Estados Unidos y China.
Y en relación a la política monetaria, asegura que «hay dudas» sobre las decisiones tomadas en el caso de que la demanda se pueda debilitar más como consecuencia de la subida de los tipos porque se prevé que los criterios de concesión de préstamos continúen endureciéndose en el próximo trimestre.