La Universidad Isabel I afianza su crecimiento anual en torno al 10%

La Universidad Isabel I crece. Esta tendencia es ya en sí misma, en tiempos de incertidumbre, un punto positivo. Aún más si el auge se sostiene año a año, ajeno a los descensos que padecen más de la mitad de las 91 instituciones de enseñanza superior del país. 

Cumple también la burgalesa este requisito pues ha afianzado su alza en torno al 10% anual -hasta los 7.000 alumnos actuales y 900 docentes- y ocupaba el curso pasado el puesto número 17 de las que más aumentaban de España. La quinta si se eliminan de la ecuación las "fuerzas centrípetas" de las grandes ciudades, pues, según ha explicado su rector, Alberto Gómez Barahona, en el acto de apertura del curso académico, dan lugar a un fenómeno de concentración que obliga a incrementar los esfuerzos "desde la periferia". 

Así, si de las 17 se excluyen las 12 ubicadas en la Comunidad de Madrid, solo cinco universidades 'de provincias' caminan con paso firme y en puestos avanzados por la senda del crecimiento. Y la Universidad Isabel I puede presumir, y presume, de ser una de ellas.

Contribuye de esta manera la entidad privada a que "nuestra provincia y ciudad sean un territorio competitivo en el mapa del conocimiento". Y lo hace, según ha subrayado Gómez Barahona al comienzo de su intervención ante autoridades y comunidad educativa, "siendo autosostenible, sin consumir recursos públicos".

Tal motivo de orgullo servía de punto de partida de un discurso en el que el rector de la Universidad Isabel I compartió una decena de reflexiones a modo de repaso de las enseñanzas extraídas de los más de diez años de trayectoria de la institución. Arrancaba el listado con un alegato a la resiliencia, en relación a las dificultades con las que se toparon en el comienzo. Al hilo, Gómez ha celebrado la evolución de la formación 'online' por la que apostaban desde su origen: "Hemos pasado del escepticismo a la radical consolidación del modelo", señalaba. "La pandemia demostró el potencial de la tecnología al servicio de la educación", añadía, para destacar que "se trata de una opción cada vez más utilizada por alumnos jóvenes y masivamente demandada por otros más mayores que ya tienen titulaciones, pues les es más fácil conciliar de esta manera una formación continuada con su vida familiar y profesional".

Es este sentido, el rector de la Isabel I ha indicado que la nueva ley universitaria (LOSU) asume este planteamiento "y ahí el papel de los centros 'online' va a ser determinante". No obstante, ha tildado la norma como una "oportunidad perdida de modernización del sistema" quizá, por nacer de una imposición de la Unión Europea, "pues para acceder a los fondos Next Generation obligó a renovar la legislación".

Sí defendía, con todo, una de las aportaciones positivas de la LOSU, "que tiene sombras, pero también luces": "La necesidad de internacionalización que hemos recogido inmediatamente a pesar de nuestra juventud. Tenemos relaciones con cuarenta centros de todo el mundo y formamos parte de cuatro redes europeas". 

A la mencionada resiliencia unió Gómez Barahona en su decálogo de aprendizajes la confianza en el estado de derecho, la apertura a la innovación y la tecnología, la adaptación al cambio, la responsabilidad en la gestión financiera, la apuesta por el talento joven, el protagonismo de los alumnos y sus necesidades, la atención a la globalización, el compromiso social y la generación y la consciencia del papel de las universidades como generadoras de conocimiento.

En este último punto se detuvo el máximo responsable de la universidad privada burgalesa para destacar el importante papel jugado por la Isabel I en procesos de concurrencia competitiva que le han valido una inversión total superior a los 4 millones de euros por parte de los ministerios de Industria, Comercio y Turismo (3,38 millones), para formar a directivos de empresas de Castilla y León y Castilla La Mancha, y de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana (866.010 euros), para potenciar la formación especializada en capacitación digital a través de seis cursos.

La Universidad Isabel I oferta en la actualidad, distribuidos en cinco facultades, una docena de grados, nueve dobles grados y 19 másteres. Además, imparte 42 titulaciones de Formación Profesional. En el curso que estrenaba ayer se han incorporado el grado de Filosofía, Política y Economía, de carácter transversal, y el máster de acceso a la Abogacía y la Procura, «además de las adecuaciones que hemos llevado a cabo en otras enseñanzas», explicaba el rector. Otra novedad para esta nueva etapa será la posibilidad de examinarse «de modo presencial u 'online'», posibilidad tecnológica que ya han verificado ante las agencias competentes.