Los veterinarios vaticinan un «aumento de abandonos de animales ligado a la nueva ley»

Quien cumplía con todos los requisitos de bienestar de su mascota como registro, revisión veterinaria, acompañamiento 24 horas y cuidado en función de su tamaño y situación, que la controvertida ley de bienestar animal haya entrado en vigor poco cambiará su día a día. Eso sí muchos de los aspectos que eran opcionales, pasan ahora a ser obligatorios.

Desde el sector , en las tiendas de mascotas apuntan que «hay mucha desinformación» y otros, como los veterinarios tienen «muchas dudas» porque algunos de sus criterios «más controvertidos están incompletos ante la falta de un reglamento», explica el decano del Colegio de Veterinarios de Burgos, Tomas Fisac.

Ante esta ola de incertidumbre y requisitos hay quien piensa que «se adaptarán, hay quejas, claro, pero ante todo quieren a sus mascotas y velan por su bienestar», explica la dependienta de Comercial Veterinaria, Laura González. Otros, como el decano Fiscac, consideran que ante el aumento de la tramitación burocrática, de los requisitos habrá quien tire la toalla. «Habrá un aumento del abandono ligado a la ley, de mascotas no registradas por la calle y eso es un problema de salud pública que hay que prever», vaticina Fiscac.

Uno de los aspectos que más ha dado que hablar es la necesidad de realizar un curso de formación para la «tenencia responsable y reglamentada» de animales. Un curso que varia en función de la especie que tenga en casa. Pero todo queda en una declaración de intenciones. «Es uno de los muchos aspectos que quedan a expensas de que se desarrolle un reglamento de una ley que afecta a los profesionales, pero también a los cuidadores y a las administraciones», explica Fiscac.

Aunque para la profesión veterinaria hay aspectos «controvertidos» que «generan muchas dudas y sobre el que esta abierto el debate» otros como la revisión veterinaria periódica son bien vistos por la profesión. Al menos sí se ha solventando la falta de colaboración en el desarrollo de la norma con los profesionales veterinarios en la fase final del texto. 

«La ley persigue aquello que el profesional veterinario persigue desde hace 200 años que es avanzar en el bienestar del animal y se entra a recoger los objetivos de la Unión Europea en algunas cosas, pero en otras va muy fuerte y otras estamos a expensas del desarrollo reglamentario para ver en qué queda», concluye Fiscac. Favorece también el interés de la ley por que el ciudadano comprenda que el animal es un ser vivo sintiente.

En la ciudad de Burgos afecta a los dueños de más de 27.623 animales. Son aquellos censados en el registro municipal hasta 2021. Una cuestión que, hasta ahora, solo afectaba a perros, gatos y hurones. Los más numerosos son los perros, 21.967 había censados entonces de los que 806 son considerados razas peligrosas. 

Además están inscritos 1.616 gatos y 40 hurones. En toda la provincia, según datos de 2023 del Sistema de identificación de Animales de Compañía de Castilla y León (Siacyl), había censados 67.326 perros. 

El registro de animales de compañía es, con la nueva ley, obligatorio. Tanto para los animales de compañía (perros, gatos y hurones) como exóticos. Sobre estos últimos ya existía el denominado Cites, especialmente indicado para controlar el comercio de animales exóticos en peligro de extinción. Si tienen peces, tortugas y otros reptiles, cobayas o aves como los agapornis o periquitos, surgen algunas dudas. El consejo: acudir a un veterinario que es quien puede realizar el registro. Pero los profesionales tienen dudas. «Como profesional veterinario, qué hacemos ante un animal no registrado pero que debiera estarlo ¿no lo atendemos?», expresa dubitativo el decano de los veterinarios de Burgos.

Apunta también que no está muy claro «a quién comunicar la existencia de animales exóticos sin registrar, cómo comunicar la situación del animal, tampoco se pueden sacrificar ¿qué va a pasar con ellos si el dueño se niega? No sabemos quién va a gestionar estas situaciones», explica.

Otra de las dudas que existe entre los profesionales es el cumplimiento de la esterilización obligatoria. Especialmente pensada para gatos antes de que tengan los seis meses, cuyas colonias en la calle abandonados son un problema en algunas ciudades, pero que también se plantean en algunas especies de perros. «Aquí se necesita un criterio profesional porque en algunas razas no es buena una esterilización temprana».

La eutanasia en animales enfermos era también otra de las decisiones del profesional. Ahora está estrictamente regulada. «Al final conocemos que hay un sufrimiento del animal, que no es recuperable, el veterinario puede justificar el sacrificio pero ¿qué pasa con aquellos animales con enfermedad crónica y cuyo coste de tratamiento no puede asumir el propietario?», se pregunta Tomás Fisac.

Otros aspectos afectan a la comercialización como la prohibición de exhibir perros y gatos en los expositores de las tiendas de animales que mantienen en tienda peces, reptiles y roedores. Ahora la compra de perros no puede hacerse por internet ni en tienda, sino con un criador acreditado y con animales registrados como reproductivos. Una manera de poner coto al tráfico de animales de compañía y a situaciones de maltrato.