Villarcayo. Capital de Las Merindades
Esta villa fue declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico el 19 de junio de 2007
Villarcayo no es lo mismo que Villarcayo de Merindad de Castilla la Vieja, ya que éste es el municipio del que es capital, al igual que del conjunto de los pueblos que conforman Las Merindades. Así pues, la villa de Villarcayo se enmarca en la zona oeste de un amplio y fértil valle y la podemos encontrar a 75 kilómetros de Burgos dirección norte.
Es, además, un lugar de referencia para muchos amantes de la naturaleza, el deporte y la calidad gastronómica, pues aúna esas tres características. Por lo tanto, Villarcayo sobresale porque acoge a numerosos turistas que recorren el territorio de Las Merindades en busca de saciar su hambre de viajes y aventuras. Este hecho ha condicionado la aparición de numerosos establecimientos, restaurantes con clase así como la ampliación de la oferta de ocio. Además, muchas personas recorren esta zona en busca de desconexión y paz.
Si retrocedemos en el tiempo, la historia nos cuenta que la Merindad de Castilla la Vieja formó parte de las siete antiguas Merindades, las cuales estaban regidas por un Merino, es decir, por el representante legal del rey o señor, el cual poseía amplios poderes para ejercer funciones fiscales.
Villarcayo se estableció como Capitalidad de la Justicia de las Merindades en 1560 con el advenimiento del Estado moderno. En este momento de la historia, los monarcas recortaron las prebendas y los privilegios que fueron otorgados a los señoríos en tiempos pasados. Esto provocó que la tendencia centralizadora del poder real hiciera que el Rey Felipe II decidiera el traslado de las instituciones de justicia a Villarcayo, condicionando el posterior desarrollo de la villa. Así es cómo la localidad se posicionó como centro de servicios, característica que mantiene hasta la actualidad. Años más tarde, en 1975, Villarcayo de fusionó con la antigua Merindad de Castilla la Vieja.
Son muchos los lugares de interés de Villarcayo que merecen la pena ser visitados. En primer lugar, destaca la Plaza Mayor en la cual sobresale la fuente iluminada construida a principios del silgo XX y la Casa Consistorial de 1891. La Torre del reloj, situada en la parte posterior del Ayuntamiento, ocupa las dependencias de la antigua casa de justicia y cárcel y en 1997 fueron enriquecidas sus paredes con los escudos de las siete antiguas merindades de Castilla la Vieja. También sobresalen dos casas Blasonadas, las de la familia Díez Isla y las de la familia Danvila -de los siglos XVII y XVIII respectivamente-. Sólo siguen en pie dos de todas las que había en la Villa porque fueron destruidas cuando en la Segunda Guerra Carlista fue incendiado el pueblo.
En cuanto a arquitectura religiosa destacan la iglesia de Santa Marina de 1967, la Ermita de San Roque del año 1784 y el Monasterio de Santa María la Real de Vileña. Sin embargo, cabe destacar su Archivo Histórico de Las Merindades, pues es el más importante de la provincia después del de la capital. En él se conserva buena parte de la documentación de las Merindades desde el siglo XVIII.
La gastronomía de Las Merindades es muy rica y variada. Destaca, sobre todo, el chorizo de Villarcayo debido a que la industria chacinera alcanzó su máximo esplendor en la segunda mitad del siglo XX con la empresa de la familia Uriarte. También tiene fama la morcilla, el queso fresco, las patatas fritas, la rosca (pan con chorizo), los derivados de la miel y de los lácteos que se envasan en la Villa y la repostería. Tampoco se deben olvidar las carnes, ya que destacan por su excelente marca de calidad, 'Carne de las Merindades'.