Parque de La Quinta. Medio Ambiente desarrolla podas y talas para evitar «situaciones de riesgo»
La tala afectará, por ahora, a una treintena de ejemplares mientras que se podarán las copas de otros 50. El objetivo es que el control del arbolado llegue a 55 hectáreas
Dos trabajadores de Jardines de Burgos subidos a una grúa para podar las copas de los chopos en el parque de La Quinta.
El área municipal de Medio Ambiente está desarrollando en las últimas semanas actuaciones de control del arbolado con podas y talas en el parque de La Quinta que llegarán a las 52 hectáreas de superficie, pero ahora están centradas en las doce que van desde la zona del vivero municipal hasta la autovía.
La UTE Jardines de Burgos, dentro del contrato con el Ayuntamiento, tiene previsto sanear 50 copas de chopos y se han talado ya alrededor de 15 ejemplares, aunque es previsible que sea necesario cortar otros 10 o 12 más, por tanto cerca de la treintena.
El concejal de Medio Ambiente, Carlos Niño (PP), y uno de los técnicos de arbolado de la empresa, Alejandro Delgado, han ofrecido los detalles de esta intervención, que como indica el edil viene motivada porque se detectaron «una serie de incidencias con caídas de ramas que podían dar lugar a situaciones un poco peligrosas».
A partir de ahí, se ha hecho un estudio de las doce hectáreas antes mencionadas para comenzar con el mantenimiento. «Se ha visto que hay una serie de árboles que hay que talar o cortar en su mayoría chopos, aunque la sequía de los dos últimos inviernos también ha comenzado a afectar a los castaños de indias», concreta Niño.
Los trabajos han comenzado por este espacio puesto que hay «más riesgo de diana» porque es una zona de paseo, con parques infantiles, otro de calistenia y también áreas estanciales con bancos. El objetivo es minimizar los riesgos para las personas que transitan por este parque, que son muy numerosas.
Dos trabajadores de Jardines de Burgos subidos a una grúa para podar las copas de los chopos en el parque de La Quinta.
Desde el punto de vista técnico, Delgado explica que «este es un control en base al riesgo del arbolado en el que se da prioridad a las zonas de paso» e indica que esta zona se ha convertido en un gran parque, pero recuerda que prolifera la chopera de producción que es un tipo de árbol de crecimiento rápido y poco longevo, que alcanza en pocos años más de 25 metros de altura.
El trabajo sobre las 12 hectáreas se desarrollará en el plazo de mes o mes y medio y se calcula que a finales de octubre se podrá concluir con la revisión de las 52 hectáreas. En la zona de intervención se observan numerosos chopos de gran altura con las copas «puntisecas» como consecuencia de dos inviernos de bastante sequía en la que los árboles entran «en regresión» porque el agua que reciben no llega a todo su porte. Este técnico señala también que la «tónica» de todo el parque no es esta, sino que en su mayor parte de extensión se encuentra en buen estado.
Troncos cortados en el parque de La Quinta de Burgos.
Sustitución de arbolado
La idea del Ayuntamiento de Burgos es sustituir los árboles talados por ejemplares nuevos siempre que se concentre una zona de claro. Niño indica que el objetivo es reponer, pero en función de la densidad de arbolado. En esta zona concreta de La Quinta, puede no ser efectivo plantar nuevos ejemplares «porque los árboles compiten entre ellos por la luz y el agua» y los nuevos podrían no progresar.
En lugares donde se vea la necesidad habrá esa reposición y se actuará en base al Plan de Arbolado con el que cuenta el Ayuntamiento de Burgos, que ofrece detalles sobre las mejores especies para la ciudad. «Ahora hay que atender a la evolución del clima y buscar algo que no nos dé los mismos problemas que los árboles que estamos quitando, muchos de ellos tienen problemas derivados de esa competencia lumínica y hay veces que no tiene sentido plantar árboles debajo de árboles», añade el técnico.