Las pernoctaciones crecen en septiembre en la provincia pero caen en Burgos capital

Las buenas temperaturas que han protagonizado el mes de septiembre se han dejado notar y mucho a nivel turístico en la provincia burgalesa. El número de viajeros y de pernoctaciones registradas en septiembre en Burgos crecía respecto al mismo mes del año anterior, sin embargo, la capital corrió

 la suerte contraria con caídas en ambos casos.

En el caso de las pernoctaciones, en el mes de septiembre la provincia alcanzaba las 143.445, un 5,2% más que en el mismo mes del año 2022. Sin embargo, la capital burgalesa protagonizaba «un descenso importante» del 4%. Así lo describe el portavoz de la Federación Provincial de Hostelería, Luis Mata. «El verano en general ha sido muy flojo para la capital burgalesa debido a varias razones», apunta el empresario.

Por un lado «las olas de calor del mes de agosto hicieron que la gente buscara destinos de playa aunque tuviera que pagar más» . En el caso concreto del mes de septiembre, «al contrario de lo que suele ocurrir, las primeras reservas del mes empezaron a llegar a partir del día 10 y no del 2 o el 3, lo que nos supuso perder un tercio de septiembre».

Reservas que descienden sobre todo «debido a que los bolsillos de los españoles están cada vez más perjudicados con cestas de la compra por la nubes, hipotecas más altas, combustibles que no dejan de subir y facturas de luz y gas desorbitadas». Mata recuerda así que «todo eso supone renunciar a otras cosas como el ocio o el equipamiento personal».

En el caso del número de viajeros, a la provincia burgalesa llegaron en septiembre 96.124 turistas, un 5,4% más que en septiembre de 2023, mientras que la capital registraba una «caída del 1%», tal y como lamenta Mata.

En ambos escenarios, tanto en las cifras globales de la provincia como en las de la capital el principal protagonista es el turista extranjero. Y es que «su cartera no está resentida como la del turista nacional», asegura el portavoz de la federación. De esta forma, los datos facilitado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) señalan que a nivel general, es decir en toda la provincia, del total de viajeros, 52.246 fueron de origen nacional, un 11% menos que un año antes.

Todo lo contrario ocurre con el turista internacional. De hecho, la brecha entre el número de turistas nacionales y extranjeros que llegan a la provincia burgalesa se ha reducido. Recuperar a ese turista internacional perdido durante los años protagonizados por las restricciones del virus ha sido una de las grandes preocupaciones del sector turístico tras la pandemia de la covid-19.

Y es que si bien desde el estallido de la crisis sanitaria y hasta el verano pasado era el turista español el que salvaba las cuentas de los hosteleros, ahora es gracias a la vuelta definitiva del turista extranjero, que además ha incrementando su presencia.

Por su parte, la caída pone de manifiesto que el turista nacional, que fue protagonista de los años de pandemia por la complicación de salir fuera de España, vuelve a optar en muchos casos por viajar a otros países o directamente a no hacerlo por falta de presupuesto. De hecho, las cifras de viajeros nacionales vuelven a situarse en las registradas antes de la pandemia.

Ese mismo incremento del turista extranjero se produce en el caso de las pernoctaciones de la provincia. Las correspondientes a los turistas nacionales se redujeron un 7,4% respecto a septiembre del año anterior, mientras que las de viajeros internacionales se incrementan un 34% al pasar en un año de 42.436 en septiembre de 2022 a las 57.067 del pasado septiembre, una cifra que vuelve a marcar récords.

El resto del año

De cara a lo que resta de año, Mata señala que «las previsiones para el mes de noviembre son flojas porque no habrá puente de Todos los Santos». Ya para el mes de diciembre, el portavoz de la federación espera que «vaya bien» y si bien es pronto para hablar de índice de reservas, Mata avanza que «ya hay un 20% de plazas ocupadas en la capital de cara al puente de la Constitución». De cara a las fiestas navideñas, el empresario apunta que «seguramente se seguirá la tónica del verano, con descensos en las reservas».

Plazas hoteleras

Como era de esperar, la pandemia supuso un duro golpe para el sector hotelero y ha desencadenado la desaparición de varios establecimientos hoteleros en la capital burgalesa. Mientras que en septiembre de 2019 había 67 establecimientos hoteleros, en septiembre de 2023 se han reducido hasta los 58 hoteles. Un descenso que implica una reducción lógica de las plazas hoteleras, que han pasado en estos cuatro años de 3.871 a 3.829.

Aunque el factor clave para el rendimiento económico hotelero son las noches que los viajeros que se acercan a Burgos pasan en la ciudad, superar los dos días de media sigue siendo el objetivo de los profesionales del sector.