La compraventa de viviendas aumenta un 87% respecto a la época prepandemia

Pese a la crisis del Covid-19, la guerrea entre Rusia y Ucrania y la inflación aún vigente, el sector inmobiliario no ha dejado de repuntar en lo que a compraventa de viviendas se refiere desde la época prepandemia. Lo del alquiler, con muy poca oferta y precios por las nubes, es otra historia. En este caso, la adquisición de inmuebles ha crecido de manera considerable en la provincia de Burgos. Al menos hasta agosto de este mismo año, cuando se cerraron 477 operaciones que suponen un incremento del 87% respecto a 2019.

Ni siquiera el aumento de los precios constatado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y los principales portales inmobiliarios ha frenado esta tendencia al alza durante los últimos años. El mayor pico se alcanzó en septiembre de 2021, cuando se efectuaron 550 transmisiones de derechos de la propiedad. Y aunque se hayan registrado unos cuantos vaivenes, el sector empezó a recuperarse paulatinamente una vez alcanzado el ecuador de la crisis sanitaria derivada del coronavirus.

Sea como fuere, entre enero y agosto de este año se han llevado a cabo 3.291 operaciones de compraventa. El último mes de referencia recogido por el INE arrojó grandes cifras, si bien es cierto que mayo se cerró con cerca de 500 transmisiones. Por contra, en junio se contabilizaron 299. Se trata, históricamente y con diferencia salvo excepciones muy puntuales, del periodo más flojo para el sector.

A tenor de los últimos datos conocidos, se puede observar en agosto de 2023 un incremento interanual del 29,6 y del 82% en relación a 2021 y 2020, respectivamente. Lo que resulta evidente, tal y como se refleja en la estadística, es que 2022 supuso un importante punto de inflexión. Y es que la situación, de un ejercicio a otro, apenas ha experimentado una variación en positivo del 0,6%.

También se beneficia de esta situación el sector de la construcción pese a experimentar, con 104 nuevas viviendas en agosto, un ligero descenso del 0,9% en comparación con 2022. No obstante, el incremento respecto a 2019 ronda el 36%. Como es lógico, el porcentaje aumenta más si cabe al tomar 2020 como referencia: nada más y nada menos que un 112,2%.

Lo que está claro es que la mayoría de compradores se decantan por viviendas usadas. A lo largo del presente ejercicio, se han gestionado 2.637 operaciones. Dentro de este apartado, julio fue el mes más boyante con 383 transmisiones. Y a la hora de establecer una comparativa entre el último mes de referencia y la época prepandemia, la subida supera el 108%. Curiosamente, en 2020 se formalizaron 34 contratos más que el año previo.

No cabe duda de que la pérdida de poder adquisitivo de las clases populares frena el acceso a préstamos hipotecarios a día de hoy, máxime cuando los tipos de interés se encuentran por las nubes. La vivienda, concebida por lo tanto como bien de mercado más que un derecho, ha propiciado el auge de este tipo de operaciones con fines especulativos. Al mismo tiempo, el INE constata que las viviendas protegidas continúan siendo muy poco representativas en el panorama inmobiliario español. En Burgos, por ejemplo, han acaparado apenas el 7,5% del total durante los primeros ocho meses del año.

Aún con todo, la adquisición de VPO también ha repuntado durante 2023. Agosto se cerró con 45 operaciones, convirtiéndose en el segundo mes con mayor movimiento junto a mayo y únicamente superado por julio (49). En total, 250 a lo largo de un año que en junio registró una caída histórica con tan sólo cuatro viviendas. La media, eso sí, se ubica habitualmente por encima de las 20 transmisiones mensuales salvo periodos puntuales como finales de 2021 o los tres primeros meses de la pandemia.