Arzobispado
La Archidiócesis de Burgos la primera en revisar el trabajo de todos sus departamentos
La Oficina de Compliance se inició hace dos años, cuenta con un director, Carlos Azcona, y el asesoramiento externo del abogado Rafael Urquiza. Revisan entidad por entidad de la institución, que su trabajo se haga bajo los criterios de responsabilidad, ética y cumplimiento de la norma específica.
La Archidiócesis de Burgos revisa cada uno de sus departamentos, entidades y empresas. También analiza la gestión de cada uno de los responsables de esos departamentos. Y revisa quejas, sugerencias para mejorar en su gestión. Se trata del trabajo que se ha desarrollado en los últimos dos años para poner en marcha una Oficina de Cumplimiento Normativo y Ético, más conocida como Oficina de Compliance.
Tras la remodelación de la curia y la Asamblea Diocesana en la que se ha buscado «fomentar la ética personal, desarrollar la trasparencia y la ética corporativa era necesario crear órganos que permitieran a todos cumplir esos criterios de ética, responsabilidad y trasparencia y esta Oficina de Compliance es lo que nos faltaba», explicó el arzobispo de Burgos, Mario Iceta.
Tras la creación de la Oficina de Protección de Datos, la Oficina de Protección de Menores, que ya ha realizado cuatro cursos para laicos y clérigos que tienen contacto con menores, y la Oficina de Transparencia, que sólo han habilitado la iglesia de Bilbao y Zamora, se ha puesto en marcha la Oficina de Compliance que coordina Carlos Azcona. Es la primera institución eclesiástica
Esta oficina, que no es obligatoria para la institución pero «creíamos que era una obligación moral», señaló Iceta, buscará por un lado una comunicación directa con personas dentro y fuera de la Archidiócesis a través del Canal Ético, disponible en la web de la institución. Por otro lado, llevan revisando cada recoveco de una institución «inmensa, con una gran complejidad con una entidad que hace una cosa, dentro de otra... es como una muñeca rusa», señaló el abogado asesor en esta materia de la Archidiócesis de Burgos, Rafael Urquiza.
El reto es revisar todos los procedimientos, ajustarlos a las normas legislativas pero también éticas de la institución. «La idea es ir chequeando todo lo que se está haciendo, identificar lo que se necesita cambiar y revisar que se han adaptado esos procedimientos según la norma», explicó el director de Compliance, Carlos Azcona.
¿Qué es compliance?
El compliance hace referencia a un conjunto de estrategias internas para la prevención, detección y gestión de los riesgos normativos a los que se enfrenta una organización en el desarrollo de sus actividades ordinarias. Los 'riesgos normativos' van desde el 'buen hacer' en la gestión y el desarrollo de sus actividades al cumplimiento de la ley relativa a cada departamento.
La nueva Oficina de Compliance del Arzobispado de Burgos, la primera de una institución eclesiástica de este tipo en el país, permite analizar los contextos organizativos de la institución, es decir, definir la arquitectura de la institución para discernir el paraguas normativo que rige en cada uno de estos departamentos.
Otra función es la de identificar problemas de cumplimiento normativo, de efectividad que «no tienen por que hacerse mal a propósito, sino que es una manera de hacer las cosas que se cree la mejor pero que igual necesita cambios para lo que es necesario información y formación», señaló Azcona.
Durante estos dos años de puesta en marcha de la Oficina de Compliance del Arzobispado de Burgos se han adoptado las medidas necesarias para prevenir riesgos de incumplimiento y favorecer la detección temprana de procesos erróneos y solventarlos de la manera más rápida posible. Aunque este no es un órgano de decisión. «Examinamos porque ha sucedido un riesgo, los motivos, para mejorar el sistema».
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Para identificar de la manera más temprana posible esos errores de gestión o actuación la entidad cuenta con el denominado Canal Ético, disponible en la web, desde donde se comunica el problema o riesgo, de manera que «cualquier persona pueda comunicar qué se puede mejorar y quien comunique se preservará su anonimato y se llevarán de forma confidencial».