La Policía pone el foco en el distribuidor tras caer 4 traficantes de ‘coca’ y crack

El Grupo de Estupefacientes de la comisaría de Policía en Burgos ha detenido a cuatro traficantes que operaban en la ciudad y ha retirado de la circulación más de 500 dosis de cocaína y de cocaína tipo base ‘crack’. Una operación, bautizada como ‘Pistolo’ que ha conseguido desmantelar un grupo criminal dedicado y eliminar un punto de venta de droga.

No obstante, la Policía tienen puesto ahora el foco en un escalón superior de esta red de narcotraficantes desmantelada, el distribuidor o distribuidores, ya que aunque se han quitado del mercado más de 500 dosis se busca al proveedores de esta red. Por el momento, se ha dado un primer paso con la detención de cuatro personas, tres hombres y una mujer, y se realizaron dos registros domiciliarios, en los que se intervinieron gran cantidad de dosis de cocaína y de crack.

La investigación del Grupo de Estupefacientes de la Policía colocan a J.C.M. como el jefe del grupo criminal, como el responsable que coordinaba las ventas para que los subordinados las llevaran a cabo. Además, se hacía cargo de la venta de la droga de mayor cantidad, para lo que contaba con la colaboración de otras personas para su distribución.

La primera fase de esta operación contra el tráfico de drogas se llevó a cabo el pasado 3 de noviembre, cuando se detuvo a un hombre que estaba realizado ‘pases’ de droga, sobre todo crack. Lo hacía a bordo de un vehículo de alquiler para pasar más desapercibido ante la Policía. Esta persona se encarga de las ventas de droga que requerían recorrer más distancia, en las que por la lejanía o por la premura de tiempo había que desplazarse en coche. Este detenido era el repartidor y el hombre de confianza del cabecilla de la banda.

En el registro domiciliario que realizaron los investigadores del Grupo de Estupefacientes intervinieron 109 gramos de crack y 335 euros en metálico. El pasado martes 7 de noviembre se desarrollaba la segunda fase de la operación, en la que se entró y se registró una vivienda en la calle Caja de Ahorros Municipal, en la que se detuvo a los otros tres miembros de la organización, entre ellos el jefe de la banda, que estaban en el interior del piso. En esta segunda fase, los agentes se incautaron de 177 dosis de crack y 1.490 euros en efectivo.

Toda la droga intervenida podía atender la demanda de cientos de consumidores, la mayoría de ellos con una adicción que les obligaba a comprar al menos una dosis al día, y en algunos casos observados por los agentes acudían hasta varias veces al día.

El crack es un tipo de consumo de cocaína que se ha exportado desde los Estados Unidos. Procesada en cristales que se fuman es altamente adictiva, lo que hace que los adictos tengan que cometer hechos delictivos para poder sufragarse las dosis. Su consumo provoca un grave deterioro físico y psíquico.

En el caso de los detenidos cuentan con una amplia experiencia en el mundo del narcotráfico, lo que hizo que la actuación policial fuera más complicada para su seguimiento y detención. En este caso, los miembros de la organización utilizaban patinetes para la realización de las ventas de drogas. Además, utilizaban varios lugares para ocultar las drogas.

En este caso, la detención y el desmantelamiento de esta organización dedicada al tráfico de drogas tiene un valor añadido, ya que al ser el último escalón de la venta, la droga llega aún más adulterada. Y al ser un punto de venta de droga en un edificio de viviendas generan graves problemas de convivencia con los vecinos.

El pasado mes de marzo, la Policía desmantelaba otro punto de venta de cocaína y de crack en un piso de la calle San Juan de Ortega, donde se incautaba de 94 dosis de cocaína y de cocaína de base.