La renovación de los contenedores soterrados de Burgos comenzará en 2024
Urbanismo ha solicitado una ampliación en el plazo de ejecución hasta diciembre de 2024 para no perder los fondos europeos
El proyecto de renovación de los contenedores soterrados de Burgos, ubicados en el centro histórico, saldrá a licitación en los próximos días, después de pasar como asunto de urgencia por la última Junta de Gobierno.
El concejal de Urbanismo, Juan Manuel Manso, explicaba que las obras, que conllevan la clausura de varios buzones y la creación de nuevas islas ecológicas, se desarrollarán a partir de 2024. La adjudicación del contrato de suministro y obras también se producirá de cara al próximo ejercicio ya que no dará tiempo a hacerlo antes del 31 de diciembre. El plazo de ejecución es de 6 meses desde la firma del contrato.
Esta circunstancia no causará problemas en la tramitación del presupuesto asociado a la intervención aunque este sea de 2023, puesto que, según el edil, los habilitados nacionales así lo han informado. Este proyecto se incluyó en la modificación del presupuesto a la que se dio el visto bueno en la segunda mitad del mes de julio y, por tanto, la partida económica se habilitó en el segundo semestre.
Manso concreta que el presupuesto asociado a esta intervención es de 1.349.000 euros y cuenta con una financiación de 400.000 euros de fondos europeos del plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Desde el Ayuntamiento de Burgos ya se ha solicitado una prórroga al ministerio correspondiente para ampliar el plazo de ejecución hasta el 31 de diciembre de 2024 con la idea de no perder esta financiación europea. Esta intervención viene del pasado mandato de PSOE y Ciudadanos cuando se aprobó el proyecto e incluso unos pliegos para ejecutar las obras.
Sobre esta actuación, el concejal popular ha explicado que existe «cierta preocupación» en el área que dirige ante el problema de suministro de los materiales necesarios para los nuevos contenedores soterrados. Y, por ello, se han interesado por contactar con suministradores para facilitar el trabajo para el momento en el que exista una empresa contratista.
El proyecto contempla eliminar ocho islas y se van a desplazar otras tres para adaptarlas a la normativa actual para ganar en seguridad tanto para los usuarios como para los operarios que tienen que recoger los residuos. Otras cinco se renuevan y amplían y se crea una nueva en la avenida del Cid.
Entre las islas que se eliminan están las de la plaza del Cid, plaza Vega, así como Sombrerería y calle San Juan y Cordón, todos ellos por su falta de funcionalidad en la actualidad. También se quitará el de la plaza del Rey San Fernando, para mejorar la estética del entorno de la Catedral, los de plaza Mayor (sureste) y los de la plaza de los Castaños.
En cuanto a los que se modifican para unificar en una las dos islas que existen en la actualidad están los de la calle Laín Calvo, que acogerá los cinco contenedores mencionados. Y se van a desplazar los de la calle San Esteban, hasta una localización más cómoda para el acceso de los camiones, así como el de la plaza Alonso Martínez, que estará junto a la estatua de la mujer del paraguas. También la del paseo de la Audiencia se unificará en la calle Eduardo Martínez del Campo con una isla con todos los contenedores. En la calle Nuño Rasura se va a sustituir el buzón de vidrio por uno de papel y se pondrá uno nuevo para vidrio. Por último, en la avenida del Cid se ubicará una isla nueva.
La finalidad es mejorar el acceso de los vehículos de recogida de residuos que en algunas zonas se hacía muy complicado. Además, se aprovechará para dotar a todas las que queden activas de cinco buzones para depositar materia orgánica (marrón), la fracción de resto (gris), vidrio (verde), envases (amarillo) y papel y cartón (azul).