68 médicos sin MIR al frente de las consultas de medicina de familia en Burgos

La situación de la Atención Primaria es crítica en toda la comunidad autónoma, pero especialmente en Burgos. Rodeada por provincias más atractivas como País Vasco o Cantabria la provincia adolece de problemas que impiden cubrir las plazas de Médico Interno Residente (MIR) ofertadas. La solución para cubrir las jubilaciones que no dejan de producirse es contratar médicos sin especialidad.

La Plataforma por la Sanidad Pública de Burgos estima que en Burgos hay 68 médicos dando consulta sin tener la especialidad de Medicina Comunitaria y de Familia. «Es ilegal, ya en el año 86 se avisó a los países desde la Comunidad Europea que se organizasen porque en el 95 la medicina de familia y comunitaria es una especialidad como lo es la de cirugía, después de tantos años ¿esa normativa no vale?», se pregunta el portavoz de la Sanidad Pública Burgos, Juan Antonio Ayllón. 

De los 68 médicos sin MIR que están al frente de una consulta en un centro de salud de la provincia de Burgos «la mayoría no ha cursado la especialidad y alguno, los menos, están en proceso o reconocimiento de la especialidad», especifica. Deja entrever un desprecio a una medicina de cercanía y proximidad, que atiende el 90% de los procesos sanitarios de la población. Añade, también «lo peligroso que es dejar herramientas potentes o un simple talonario de recetas sin saber qué es lo que hay que hacer». 

Plazas MIR poco atractivas

Cubrir los 75 médicos que han perdido los centros de salud en la última década requieren esfuerzos. Desde la administración regional se apela a la oferta de plazas de médicos en formación (MIR) que es de competencia estatal. Pero la cobertura es igualmente complicada. La mitad de las plazas relativas a la provincia de Burgos quedaron desiertas. 

Un estudio realizado por las plataformas de sanidad de Castilla y León determinan que las plazas vacantes en todo el país ascendieron al 11%, en la región fueron del 29% pero en Burgos la cifra sube hasta el 50% del total de las plazas ofertadas. Es decir, en Burgos de 41 plazas ofrecidas, 20 no se llegaron a cubrir. La situación mejora un poco en otras provincias como Valladolid o Salamanca que disponen de centro universitario de medicina y otros alicientes.

«Las condiciones para médicos de familia en Burgos son deplorables, después de siete años de estudio, un año para preparar el MIR y cuatro de formación como residente, ¿tienen que acabar como médicos de área de una consulta a otra, de un pueblo a otro?», valora Ayllón. Duda que la solución sea hacer ir a un médico a un pueblo dos o tres días a la semana para ver si alguien necesita algo.

Para Sanidad Pública el sistema necesita «una reforma desde la base». Las medidas «hay que tomarlas, como lo intentó la anterior consejera, pero hay que saber explicarlas». Un cambio que pasa no tanto porque el médico esté presente per se en los centros de salud sino por acudir allí a donde se le necesite y cuando se le necesite.

 «No podemos tener médicos echando ralis por si acaso viene alguien a la consulta, se deben poner enfermeras, que la gran parte de la actividad que se necesita en los pueblos muy envejecidos y con mucha patología crónica es de enfermería, y el médico ir allí donde se le necesite», señala Ayllón. Un plan «difícil de explicar para un partido político, y este es el punto de la cuestión, no lo quieren afrontar porque pierden votos».