La dulzaina mantiene el pulso pese a la falta de relevo
El Día del Dulzainero rinde homenaje al redoblante Álvaro Triana, fallecido este año
La celebración del Día del Dulzainero se acerca al 40 aniversario con el objetivo de mantener vivo un instrumento que suena como muy pocos a tradición y a vínculo con el territorio. Una tradición que lucha contrala falta de relevo, a lo que no ayuda que la Escuela Municipal de Dulzaina lleve dos años cerrada, lamenta el presidente de la Asociación Cultural Amigos de la Dulzaina, Fernando Díez.
Pero al margen de las reivindicaciones, el sábado era un día para la celebración y para el recuerdo. La edición 37 del Día del Dulzainero quiso rendir homenaje a Álvaro Triana Juez, un excelente redoblante fallecido recientemente a los 47 años de edad. "Era un muy buen percusionista y conocía como nadie los ritmos tradicionales porque los estudió a conciencia", afirma Fernando Díez. Triana aprendió desde muy joven, con 12 o 13 años, la esencia de las tradiciones, con grupos de danzas como Gavilla. Después fue aprendiendo con la caja e "hizo sus pinitos con la dulzaina" hasta llegar a convertirse en uno de los referentes de la música tradicional.
Un homenaje que se escenifica, como cada año, en la calle, con una ofrenda floral a los pies de las esculturas del dulzainero y el percusionista de San Lesmes. A continuación, el tradicional pasacalles llenó de color y ritmo el centro de la capital, con la participación de grupos de Palencia, Segovia, Ávila, Soria, Vizcaya y Valencia.
Las actividades se cerraron por la tarde, a las 19.30 horas, en la capilla de las Bernardas, con el festival del 'Día del Dulzainero', que abrió el grupo anfitrión 'Amigos de la Dulzaina', y que continuó el arandino Samuel Brogeras con el espectáculo 'La dulzaina flamenca'. Dulzaineros de Hontalbilla (Segovia-Madrid) y Colla La Safor, de Gandía (Valencia) cerraron el encuentro musical.