La mirada burgalesa que retrata el duro oficio de los pastores trashumantes
El joven burgalés Jorge Contreras ha pasado 20 días con pastores trashumantes para retratar su vida. El objetivo del proyecto es poner en valor esta labor ancestral que «poco a poco se está perdiendo». Trabaja en la creación de una publicación que recoja todas las imágenes
Cuando era solo un niño, Jorge Contreras mostró interés por la fotografía y gracias a su tío empezó a hacer fotos. «Él siempre ha tenido la fotografía como hobby y desde hace muchos años retrata acontecimientos que han ocurrido en Burgos», explica este joven de tan solo 26 años que trabaja como técnico audiovisual en Aransbur.
Fue hace diez años, con solo catorce, cuando Contreras empieza a acompañar a su tío a hacer fotos y a formarse de manera autodidacta. Las manifestaciones de Gamonal por la construcción del bulevar de la calle Vitoria serían el punto de inflexión y ahí arrancaba su pasión por la fotografía social y política.
Sin embargo y a pesar de ser un amante de este campo, Contreras decidió estudiar Informática. «Quería dejar la fotografía como un hobby pero la realidad es que después de hacer los grados medio y superior de Informática no acabé muy contento y seguí formándome en el ámbito de la producción audiovisual», señala. Así, Jorge apostó por los grados superiores en Realización Audiovisual e Iluminación.
Mientras aquello ocurría la fotografía seguía estando presente en el día a día del burgalés que cubría diversos actos de la ciudad de forma no profesional solo o en compañía de su tío. Ya por aquel entonces, Contreras se dio cuenta de que «no hace falta salir de tu tierra para encontrar historias que llamen la atención». La más cercana la encontró en su propia abuela y es que a través del proyecto ‘Arrugas cotidianas’ documentó su día a día.
Con la llegada de la pandemia llegarían otros proyectos fotográficos académicos. Con ‘La ventana indiscreta del confinamiento’, Contreras retrató la vida diaria de sus vecinos durante los meses más duros de la pandemia y una vez que se relajaron las medidas de confinamiento acudió a Arlanzón, su pueblo, donde el joven tiene algunas colmenas.
«Allí me di cuenta de que en los pueblos hay una vida que no se documenta, que no se cuenta», explica. Así surgía su proyecto fin de grado. Jorge creó la revista ‘Enraíza. Una cuestión de raíces’, que cuenta las historias de «quienes han decidido vivir en los pueblos o regresar a ellos» y que «refleja el día a día de sectores como la agricultura o la ganadería o aborda proyectos alternativos en el medio rural como Radio Valdivielso, así como relacionados con la ecología y el medio ambiente».
Mientras daba forma a ese proyecto, Jorge se encuentra con la trashumancia. «Es una labor que se está perdiendo poco a poco y tenía muchas ganas de documentarla desde dentro. Contar cómo es el día a día de quienes han decidido seguir a apostando por la ella», explica el joven.
Las redes sociales y en especial ‘X’ jugó en ese momento un papel clave. A través de ese medio contacta con la Fundación Monte Mediterráneo y así llegarían las primeras convivencias con pastores. Entre el verano de 2022 y el de 2023, Jorge ha pasado veinte días documentando el día a día de varios pastores en diversos puntos de la Comunidad.
La experiencia más intensa llegaría con unos pastores del puerto de Pandetrave en León. «Al principio se mostraban algo reticentes, especialmente uno de ellos, pero después de pasar juntos unos días, hemos forjado una amistad que aún hoy continúa», asegura el joven. De hecho, «uno de ellos no tiene hijos y me llama de vez en cuando para preguntarme qué tal estoy».
Experiencia única
Jorge relata que contar la vida de los pastores trashumantes es «una experiencia única» y es que «siguen viviendo como se hacía antes, en unas condiciones muy duras y realizando un trabajo poco valorado». Precisamente con el objetivo de poner en valor esta «complicada labor», Contreras se lanzaba a retratar su día a día.
«Sin duda lo que más me ha impactado es la vocación y el amor que tienen por el oficio que desarrollan y que me hayan abierto las puertas de su casa para contar cómo es su vida», asegura el joven burgalés. En este sentido, Contreras lamenta que desde las administraciones «se siga haciendo hincapié en la importancia de solucionar la despoblación que viven las zonas rurales, pero no hagan nada para romper con ello».
Una publicación
Ahora el objetivo del burgalés es recoger en una publicación, que llevará por título ‘Los guardianes del puerto de Pandetrave’, las instantáneas que ha realizado sobre la trashumancia. «Hablé con la Fundación Monte Mediterráneo sobre el proyecto y les pareció una gran idea recoger las fotos en un medio físico». Contreras trabaja junto a otras dos personas en su creación y espera que la publicación esté lista el primer trimestre del próximo año.
Además y junto al fotógrafo Juanjo Asensio se encuentra a la búsqueda de «algún vecino de Espinosa de los Monteros o de la zona que desarrollen su labor profesional como ganaderos de cabaña» para «documentar su forma de vida». El mensaje está lanzado, ahora solo queda esperar a que alguien lo reciba.