Urbaser califica de «éxito rotundo» la recogida puerta a puerta en comercio y hostelería

El sistema de recogida de residuos asimilable a lo urbano no es nuevo. Ya se implantó en comercio y hostelería hace un año. Hubo mucha discordia y falta de entendimiento entre hosteleros y responsables del Ayuntamiento, entonces liderado por el PSOE. La polémica llegó en tiempo preelectoral y aquello de Burgos está sucio o limpio se convirtió casi en lema de campaña según el partido que lo valorara.

Ha pasado un año y los responsables técnicos de Urbaser reconocen que «ha sido un éxito rotundo». Señala Jairo García que «a día de hoy hay nuevas aperturas y se sigue solicitando el cubo». Señala que en hostelería y en comercio no se han devuelto contenedores. «No hemos tenido bajas y el 98% está entregado haciendo la recogida diaria propuesta y funciona muy bien», valoró en la presentación de la recogida del puerta a puerta de polígonos industriales.

Expone como ejemplo del buen funcionamiento del sistema lo que ha sucedido estas navidades. «Ha sido muy favorable para la gestión del vidrio porque eta nochebuena y navidad ha habido mucho vidrio en contenedores, se recogía por la mañana y el hostelero ya tenía su ubicación y su punto para recibirlo».

El reto fue mayúsculo para todas las partes porque tiene una mayor visibilidad que los polígonos al producirse en el centro histórico. El ajuste de horarios de recogida, especialmente para el resto orgánico, fue un reto.

El sentido es el mismo, eliminar la contenerización visible en islas o el llenado excesivo de los contenedores destinado para ciudadanos e ir puerta a puerta por los negocios con un horario previamente establecido. Es en el que el hostelero o comercio saca a la puerta de su negocio el contenedor correspondiente.

En el paso al ámbito industrial que se está produciendo en estas semanas si se están solicitando una devolución de contenedores previsible y que aumentará. «Con el tiempo van a ser más que se van a dar cuenta que o bien necesitan más contenerización para el residuo que generan o que se van a dar cuenta que han pedido en exceso por miedo y necesitan menos ya que ahora la recogida de resto y cartón es diario»