Mahou San Miguel invierte seis millones en su fábrica de Burgos en 2023

Mahou San Miguel es la compañía de bebidas líder de nuestro país y cuenta con la mayor huella industrial del sector, lo que le permite jugar un rol muy relevante como dinamizador de empleo y generación de riqueza allí donde desarrolla su actividad.

La fábrica de Burgos es una de las ocho plantas de cerveza que la compañía tiene en España, con la que mantiene un sólido compromiso inversor.Es un centro estratégico que año tras año refuerza su posición como referente industrial en la zona, así como su capacidad para contribuir al desarrollo económico y social de la provincia de Burgos.

La previsión de la compañía es cerrar el 2023 con una inversión de más de 6 millones de euros, un 13% más que el año anterior. Una cifra que se suma a los más de 40 millones invertidos en la última década en este centro.

En 2023, la inversión se ha destinado a proyectos clave orientados a mejorar la eficiencia, la flexibilidad y la competitividad futura de la planta, así como su impacto ambiental, económico y social.

En concreto, en 2023, destacan proyectos como la instalación de dos nuevos tanques para producción de tamaño medio, de 4.000 hectolitros de capacidad, que se suman a los cuatro de la misma capacidad instalados en 2008. Una relevante inversión que ha permitido, por un lado, aumentar la capacidad del área de bodega, y, por otro, dar soporte a la innovación de nuevas cervezas como Mahou Sin Filtrar, uno de los últimos lanzamientos de la Compañía, elaborado en estas instalaciones.

Esta referencia, que se lanzó en marzo en lata y ahora también puede encontrarse en botella, sigue un proceso de elaboración ligeramente diferente al de la receta clásica. «Una vez terminada la fermentación de esta lager, nuestros maestros cerveceros pasan el líquido de la ‘Sin Filtrar’ a un proceso de guarda en nuestros tanques para hacer madurar y terminar de afinar sus sabores», explica Alfredo García-Cuevas, Director del Centro de Producción de Mahou San Miguel en Burgos.

Se ha llevado a cabo una nueva adaptación de la línea de envasado de lata para sustituir de forma integral el plástico presente en los embalajes y anillas de nuestras referencias de lata por cartón procedente de bosques sostenibles. El centro de Burgos fue pionero en instalar este tipo maquinaria en nuestro país, impulsando la estrategia de circularidad de envases de la Compañía. «Esta inversión no solo nos permite sustituir el plástico por cartón biodegradable, sino que también reducimos el consumo energético en el proceso de empaquetado», señala Alfredo García-Cuevas. 

Añade que «nuestro compromiso como Compañía es eliminar el plástico de todas nuestras líneas de formato lata, un objetivo que está previsto cumpliremos antes de finalizar 2024, un hito que, en Burgos, ya hemos conseguido». Más allá de estos dos proyectos, «hemos acometido otra serie de mejoras en nuestras instalaciones para dotarlas del nivel de eficiencia, calidad y competitividad que nos permite seguir generando empleo y riqueza local, con el mínimo impacto ambiental posible». 

Concretamente, el plan de inversión para la fábrica de Burgos contempla el desarrollo de iniciativas punteras para consolidar a esta planta como un referente por su excelente comportamiento ambiental, con foco en la eficiencia, el uso responsable de recursos y la valorización. En los últimos diez años, la planta de Burgos ha registrado una importante mejora en sus indicadores ambientales, destacando la reducción de sus emisiones de CO2 por unidad de producción en un 74% desde el año 2011. El objetivo es que este centro sea carbon neutral en 2030

Además, cabe destacar que la fábrica de Burgos es un referente en la Compañía en materia de eficiencia energética, gracias al proyecto colaborativo impulsado junto con la vidriera Verallia. Puesto en marcha en marzo de 2021, consiste en el aprovechamiento de la energía residual generada en la fundición del vidrio para el proceso de elaboración de la cerveza, eliminando así parte del gas natural utilizado.

Con una inversión asociada de 2 millones de euros, el sistema está en pleno funcionamiento, ha permitido reducir en un 70% tanto las emisiones de CO2 como el consumo de gas del centro burgalés, lo que supone un 16% más de lo previsto. La decidida apuesta de la Compañía por este centro le permite también reforzar su rol a la hora de contribuir al progreso socioeconómico de la zona.

«Esta fábrica tiene la vocación de ser un ciudadano responsable y lleva más de 50 años contribuyendo al progreso económico y social de la provincia de Burgos. Lo hacemos generando riqueza y valor compartido a través de la creación de empleo, la compra local de bienes y servicios, así como la dinamización del ocio, la hostelería y el turismo local», afirma García-Cuevas.

Hoy en esta planta trabajan más de 170 personas provenientes de Burgos y localidades cercanas El pasado año, la compañía realizó compras de bienes y servicios por valor de 8 millones de euros a más de 100 empresas burgalesas. En toda Castilla y León, fueron 13 millones de euros a más de 130 compañías, generando más de 9.000 puestos de trabajo indirectos a través de su actividad.

Además, Mahou San Miguel juega un rol relevante en el tejido social de la ciudad a través de la labor de su Fundación, que este año cumple diez años impulsando acciones centradas en la capacitación profesional y el impulso de la empleabilidad joven en la Hostelería, uno de los principales sectores de actividad de la provincia.