Ultras del fútbol vandalizan el mural del Callejón de las Brujas

Los radicales del fútbol en su desprecio habitual a la convivencia se han vuelto a significar por su afán por el vandalismo en la ciudad de Burgos. En este caso los gamberros que se escudan en el fútbol y abusan del nombre del Burgos CF como su fuera de su patrimonio, decidieron estropear el de todos realizando pintadas en una de las iniciativas más aplaudidas de este año como fue la recuperación del olvidado Callejón de las Brujas con un enorme y precioso mural.

Los vándalos han decidido que estampar el nombre de un grupúsculo marginal merecía más la pena que dejar lucir en paz el genio de Cristian Fernández Vicario y Christian Saldaña Santos con su mural de la calle Embajadores.

Así, sobre uno de los lienzos del muro de esta céntrica y escondia calle ha aparecido pintadas con el acrónimo 'BCF' separado por la estrella que simboliza la ideología anticapitalista y firmado por el grupo 'HOOLS'. Lo completan con el lema 'Cabeza de Castilla', muy relacionado con la simbología e ideario de un conocido grupo radical castellanista y antifascista que opera con el camuflaje de seguidores blanquinegros.

A mayores, con el mismo espray y la misma caligrafía el vándalo taggea el nombre de ETA en la misma zona del mural, que es la misma que otro gamberro grafitero usó para dejar una firma en color azul especialmente mal ejecutada, como se aprecia en las fotos cedidas a este periódico por el usuario de X (antes Twitter) @CiudadanoMaltes.

Cabe recordar que este mural supuso dar una nueva vida y una nueva imagen a una zona que había caído en el olvido y  la decadencia, con basura y cierta inseguridad desde que se decidió tapiar la calle Embajadores al tránsito peatonal durante el año 2005.

Las pintadas con esta simbología con las que han estropeado el mural de la calle Embajadores son reincidentes. En 2018 dos jóvenes de 17 y 18 años fueron detenidos tras escapar después de realizar una pintada de grandes dimensiones con el mismo contenido 'BCF HOOLS' en la fuente del Toro en la avenida del Cid.

Mural destrozado por un pésimo grafiti

No muy lejos del Callejón de las Brujas, se vio otra muestra del vandalismo grafitero más cutre con la hazaña de un gamberro que arruinó con una firma gigante el mural que el Ayuntamiento había encargado a un artista local para embellecer las puertas de la fuente del Paseo de la Isla.

En un abrir y cerrar de ojos, el mural fue completamente 'borrado' por una firma de nula calidad artística con la que su autor trataba de reivindicarse. Basta comparar una y otra pieza para descubrir que, de nuevo, la mala interpretación del grafiti lo único que hace es desmejorar el aspecto de la ciudad.

La factura del vandalismo sale cara

La factura del vandalismo en Burgos ya supera los 460.000 euros a lo largo de 2023, hasta el punto de que el concejal de Medio Ambiente, Carlos Niño,  ha tenido que apelar al «civismo» tras detectarse un considerable aumento de pintadas insultantes de motivación ideológica y poltíca.

Ocho equipos de Urbaser (seis en turno de mañana, uno de tarde y otro de noche) se encargan diariamente de limpiar las superficies afectadas y reponer el mobiliario dañado. Lo que más gasto genera es la retirada de grafitis. En concreto, 300.000 euros anuales para la adquisición de pintura, decapantes y disolventes (16.000) y sufragar el coste de la maquinaria y del personal.

Los datos hablan por sí solos. Según detalla la delegada de Urbaser en Burgos, Inés Porras, a lo largo de 2023 se han limpiado 24.612 metros cuadrados que arrojan una media de 90 metros cuadrados al día. A la hora de acometer estas actuaciones para eliminar grafitis, se han empleado 185 kilos de pintura y 2.875 litros de decapante o disolvente. La mayoría de intervenciones, en torno al 70%, se solventan con agua a presión y un 45% de ellas se realizan sobre papeleras y contenedores.