Condenan a tres años de cárcel a un camello burgalés que almacenaba un amplio surtido de drogas en su casa
La Policía Nacional le requisó 358 gramos de cocaína, más de 200 de hachís y otras sustancias como 'speed' o ketamina
Tres años y medio de prisión para un burgalés de 48 años por un delito contra la salud pública. Así lo ha determinado la Audiencia Provincial de Burgos, que aparte impone al acusado una multa de 43.391 euros con un mes de responsabilidad personal subsidiaria.
Tal y como recoge la sentencia, ante una serie de indicios que apuntaban a que este hombre se dedicaba al tráfico de drogas, concretamente «cocaína a pequeña escala», la Policía Nacional inició una serie de seguimientos entre los días 12 y 15 de de enero de 2020. El sospechoso, con «antecedentes penales no computables a efectos de reincidencia», fue sorprendido realizando un pase en el barrio de Fuentecillas tras un primer desplazamiento en su vehículo hasta Cortes.
Ante la certeza de que «no era un hecho aislado», el dispositivo policial se mantuvo y el acusado volvió a ser cazado, el día 15, vendiendo una roca de cocaína de 33,95 gramos. Según consta en el apartado de hechos probados, instantes después sería sorprendido en la misma vía urbana sacando de su calzado un envoltorio de la misma sustancia con un peso de 1,7 gramos.
Llegados a este punto, los investigadores tuvieron claro que debían registrar su domicilio y solicitaron la pertinente autorización judicial. Una vez obtenida, lograron unos 358 gramos de cocaína, más de 200 de hachís y otras sustancias como 'speed' o ketamina. Asimismo, los agentes decomisaron cuatro básculas de precisión y al acusado se le intervino el dinero procedente de la venta de cocaína, tanto el que portaba en el momento de su detención como el que había en su vivienda. En total, 1.310 euros.
En aquel momento, según se da por probado, el acusado «era consumidor habitual de sustancias estupefacientes, motivo por lo que tenía ligeramente afectada su capacidad psicofísica». Cabe reseñar además que la sentencia de la Audiencia es firme porque el acusado manifestó in voce su intención de no recurrirla.