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El sector de la construcción teme que la falta de mano de obra lastre el año

 «No se si seremos capaces de absorber el trabajo que se va a generar porque no hay mano de obra suficiente». La construcción «ha dejado de ser atractivo» y «no hay relevo generacional» desde la crisis inmobiliaria

Dos obreros durante un proceso de construcción residencial en la ciudad de Burgos.©Tomas Alonso

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Burgos

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Las buenas perspectivas del sector de la construcción para el presente año se pueden ir al traste por una razón: no hay suficiente mano de obra. Las perspectivas de nueva construcción en la provincia se mantienen estables, en torno al millar de viviendas visadas, y con grandes torres a punto de iniciar su construcción en el horizonte.

La reforma no se echa para atrás y afronta máximos históricos de intervención, especialmente en aislamiento energético al estar subvencionado.

«Parece que va a ser un año, si se cumple lo previsto, positivo con muchos proyectos pero no sé si seremos capaces de absorber el trabajo que se puede generar porque no hay mano de obra suficiente», señala el presidente de la Asociación de Empresas de Rehabilitación de Burgos, Vicente García.

Una situación que no es nueva y que afecta a la parte ejecutiva del proceso. 

«En nuestro gremio nos mantenemos estables, los arquitectos colegiados que entran nuevos cubren más o menos los que dejan la actividad pero el problema serio, ya desde hace algún tiempo, es la falta de mano de obra que ya afecta a todos los perfiles», añade el decano del Colegio de Arquitectos de Burgos, COABU, Javier Achirica.

La reforma vive su momento más álgido. Hay un impulso a la eficiencia energética de los edificios en virtud a los Fondos Europeos Next Generation que han animado a muchas comunidades de vecinos a solicitar la subvención que puede alcanzar el 80%. 

«En otras ocasiones optabas por traer obreros de otras provincias, aquí las ayudas son para todos, el trabajo se va a dar en otras zonas y no podremos tirar de eso, será difícil traer más gente de la que ya hay», señala García.

El trabajo en la construcción en el momento de la burbuja inmobiliaria no tenía problemas de personal.Todos acudían a la obra, era la manera de ganar más dinero siendo jóvenes. El sector gustaba y no necesitaba excesiva formación. Ésta se hacía en el tajo como aprendiz y se iban curtiendo en la profesión hasta alcanzar mayores responsabilidades y conocimiento del oficio. 

Con la crisis del ladrillo el paro se amplió y los profesionales del sector se reciclaron en otros sectores o aguantaron el tirón mientras llegaban tiempos mejores. Ahora se funden dos situaciones. «La construcción ha dejado de ser atractiva para los jóvenes», explica García. Lo que empezó siendo un problema para encontrar albañiles ha acabado generalizándose a todas las profesionales.

Desde hace 14 años no hay un relevo generacional. «Es un gran problema y la gente con buena prensa no da a basto para los encargos y no encuentran cuadrilla suficiente», añade Achirica.

Poco atractivo

El gran problema del sector es el envejecimiento de las plantillas. Según el Observatorio Industrial de la Construcción de la Fundación Laboral de la Construcción, «las personas ocupadas de 50 y más años, las que se jubilaran en el corto-medio plazo, se han incrementado y suponen el 35% de la fuerza laboral del sector en 2022». Por contra, la presencia de jóvenes desde 2008 a 2022«se ha reducido del 25.2% al 9.2%».

Una situación que en Burgos, con un potente y atractivo sector industrial, también se nota. «No hay relevo generacional en todos los gremios, desde albañil, encofrador, carpinteros, electricistas... No hay relevo», lamenta Vicente García. Y todo a pesar de que hay trabajo y las remuneraciones, según actualización del convenio en 2023, parten de 22.000 euros al año en el peor de los casos.

Y hay trabajo. La Fundación Laboral de la Construcción estima que la construcción necesitará cubrir 160.000 puestos de trabajo hasta 2030. Pero la matriculación en los ciclos vinculados a la construcción, la edificación y la obra civil específicamente se reducen poco a poco. 

Según el estudio de ‘La FP en Edificación y Obra Civil’ la matriculación en este tipo de cursos ha caído en los últimos cinco años en un 45,6%.

En Castilla y León existen siete grados de Formación Profesional vinculados a estas ramas de actividad que se imparten en 22 centros formativos. La formación de FPBásica de reforma y mantenimiento de edificios se imparte en Valladolid; la FP de grado medio en construcción en Salamanca, en obras de interior, decoración y rehabilitación en Ávila y Burgos, carpintería y mueble en Ponferrada, Segovia, Soria y Valladolid y el de instalación y amueblado en Burgos, Ciudad Rodrigo y Salamanca. 

El grado superior de FP en proyectos de edificación se imparte en todas las provincias excepto en Palencia y el de obra civil en Burgos, León y Valladolid.

En el ámbito laboral Burgos emplea a 6.691 personas en el sector de la construcción, cifra que ha caído un 0,7% en el último año. Hay que sumar los 3.425 autónomos. El trabajo por cuenta propia en la obra ha caído un 2%. A pesar del intenso trabajo en reformas y obras de construcción el relevo en el autoempleo tampoco se está produciendo. 

«No hay un relevo de empresas que se dediquen al sector, no hay quien quiera meterse y mucho menos poner una empresa», sentencia García. Según el último dato de la Seguridad Social en el sector operan 1.130 empresas, un 1,8% menos que un año atrás.