Programadores culturales
El Observatorio de la Cultura no ofrece «una imagen real» de la programación
El observatorio solicita información a los programadores para elaborar el listado a análisis, pero no a todas. En la UBU, Caja Burgos o Anden 56 «nunca nos han pedido nada». Ven los datos «sesgados» y «no están ponderados»
Con recelo miran los programadores culturales, especialmente en ciudades y provincias de tamaño medio alejados del gran circuito cultural de Madrid y Barcelona, el Observatorio de la Cultura que sale cada año desde 2009. Colocaban a Burgos en la posición 34.
«No es un reflejo de la realidad cotidiana diaria anual de un territorio», explican tres de los programadores más habituales de la ciudad de Burgos: Ignacio de Miguel, uno de los responsables de la programación del Instituto Municipal de Cultura (IMC); Beatriz Rodríguez, responsable del área de Cultura y Didáctica Educativa de Fundación Caja de Burgos; y Carlos Lozano responsable de la actividad cultural de la Universidad de Burgos (UBU).
En la misma línea se expresa Santiago Mancho, ‘Cholo’, que gestiona la programación del Anden56. «Es un informe paupérrimo y que está fuera de lugar, Burgos está en uno de los mejores momentos culturales y se está haciendo una programación muy variada y muy potente en la que, al menos en la música que es en lo que yo me muevo, está llamando la atención fuera», añade.
El análisis de Fundación Contemporánea parte de la compilación de eventos culturales y actividades que solicita a los programadores. El problema es que tres de los que más programan en la ciudad no han recibido requerimiento alguno de información de su plan anual de actuación.
«Nunca se han puesto en contacto conmigo, veo lo informes cada año en las noticias, pero no tengo ni idea quiénes son y con nosotros no han hablado nunca», señala Carlos Lozano. «Con nosotros tampoco que yo tenga constancia», señala Beatriz Rodríguez. «Nosotros no hemos recibido ninguna comunicación al respecto, no sé muy bien en qué se basan porque los promotores externos, de otras ciudades, nos comentan precisamente lo contrario», señala Santiago Mancho ‘Cholo’.
«Nunca se han puesto en contacto conmigo, veo los informes cada año pero con nosotros no han hablado»
De esta manera, cómo apunta Nacho de Miguel, «no se hace una fotografía de la realidad cultural de cada ciudad ni se hace una investigación exhaustiva». Explica que se piden datos y se tienen que enviar pero «no llaman a todos ni todas las instituciones tienen capacidad para responder». Esa información no les llega , «no lo pueden reflejar» y, por tanto, los 414 profesionales de la cultura de España no pueden valorarlo. Para Rodríguez la denominación de observatorio «lleva a error, parece que es como un análisis profundo de la cultura que se vive en cada lugar, que hay un seguimiento de todo lo que hay y no parece que sea así».
Los programadores de la ciudad defienden que la Cultura goza de buena salud en Burgos. «A nosotros los promotores de fuera nos comentan sorprendidos el nivel de programación que hay en la ciudad», explica el gerente del Andén 56. Señala incluso que hay artistas internacionales muy potentes en su ámbito que «han preferido pasar por Burgos en vez de Bilbao por ejemplo».
«Nosotros no hemos recibido ninguna comunicación al respecto, no sé muy bien en qué se basan porque los promotores externos, de otras ciudades, nos comentan precisamente lo contrario»,
También destacan desde Fundación Caja Burgos que «no hay más que echar un vistazo a las espectáculos de entrada que se reflejan en Teleentradas para ver que hay mucha oferta cada fin de semana y eso que no está todo lo que hay». Desde el IMC, Ignacio de Miguel, reconoce que «no tengo elementos de comparación para valorar hasta qué punto está la situación de Burgos pero, con respecto a Castilla y León, estamos en la cabeza de la actividad cultural», defiende.
«no hay más que echar un vistazo a las espectáculos de entrada que se reflejan en Teleentradas para ver que hay mucha oferta cada fin de semana y eso que no está todo lo que hay»
Coinciden en que la colaboración entre los diferentes entes e instituciones públicas y privadas es alta. «Colaboramos mucho entre nosotros, hay un ambiente muy bueno muchas veces nos llamamos entre nosotros para no pisarnos la programación», señala Mancho. Y también destacan la variedad de propuestas. «Solo tienes que coger un fin de semana a ver qué hay en Burgos y puedes elegir desde un concierto de pequeño formato, seguro que alguno grande hay, teatro para la familia...», señala Lozano.
La última edición del Observatorio de la Cultura, relativo al año 2023, situaba a Burgos en la posición 38 de 40. Sólo la eligen un 1,7% de los expertos que han colaborado en la elaboración del ranking a finales del año pasado. La situación es de las más bajas de los últimos años. Tras escalar al puesto 22, cuando el 3,8% de los gestores culturales consultados recordaban la programación cultural de la ciudad burgalesa en 2021, se ha caído estrepitosamente. 12 puestos en el año 22 hasta estar en la posición 34 y otros dos escalones los que ha bajado la oferta cultural de Burgos en el último año. Su posición en la región es de las más bajas por detrás de ciudades como Salamanca y León, en la posición 30, pero sobre todo Valladolid, la novena del país.
Los programadores también consideran que no se pueden comparar ciudades con más población y presupuesto cultural que otras. En esa lista Madrid y Barcelona siempre posicionarán más alto. Se preguntan como mide el indicador el aspecto cualitativo de una programación cultural versátil, variada, que procede de varios entes e iniciativas, algunas de ellas ciudadanas. «¿Se aborda esa parte cualitativa de la programación cultural que se refiere a lo que incide en la vida cotidiana de un territorio?», se pregunta De Miguel.
Apuntan que su objetivo no es atraer masas de otras zonas sino que su programación sea «un servicio a nuestros ciudadanos, lo primordial son los vecinos de la ciudad, si luego esa actividad permite atraer público, generar un retorno económico o turismo, bienvenido sea, pero no es el objetivo primordial, sí lo es generar actividad y vida comunitaria en torno a nuestra ciudad», remarcan.