Concentración de apoyo a los agricultores detenidos por el corte de la AP-1
Cerca de 200 personas protestan de manera pacífica frente al acuartelamiento de la Guardia Civil en la avenida Cantabria. Los dos arrestados, pendientes de pasar a disposición judicial
Una marea de chalecos amarillos se ha concentrado este jueves, poco antes de las 12 del mediodía, frente al acuartelamiento de la Guardia Civil de Burgos, en la avenida Cantabria, para mostrar su apoyo a los dos agricultores detenidos durante el piquete que ha provocado el corte de la AP-1 al altura de Rubena.
La concentración, que se ha desarrollado de manera pacífica, ha reunido a cerca de 200 personas en las dependencias de la Benemérita, custodiadas por agentes de la Policía Nacional. Mientras tanto, dos dotaciones de la Policía Local han reforzado el dispositivo de seguridad.
«Aquí no se trata de UPA, UCCL ni Asaja. Se trata de agricultores que estábamos defendiendo lo nuestro», declaraba a este periódico uno de los manifestantes que ha acudido a la convocatoria, difundida a través de WhatsApp, tras enterarse de las dos detenciones en la AP-1 a raíz de los disturbios entre los participantes en el piquete y la Guardia Civil.
Junto a él, otros dos compañeros advertían que las movilizaciones seguirán su curso porque «no estamos jugando todos con las mismas cartas». Con ello se referían, básicamente, a que «están importando material de otros países con diferentes condiciones que las que nos obligan a nosotros». De igual manera, ven «insostenible» que los costes de producción se hayan «multiplicado por tres» sin que ello redunde en precios justos para el sector. Por lo tanto, «no nos salen las cuentas».
Tampoco entienden estos tres agricultores que han decidido secundar la concentración frente a la Guardia Civil el hecho de que «Europa nos mande lo que tenemos que sembrar en nuestras tierras». Al final, consideran que «la PAC es como un chupachús para ni niño», por lo que «casi no merece la pena tener subvenciones».
Mientras los manifestantes aguardaban frente al acuartelamiento, dos interlocutores han accedido al interior para conocer la situación de los detenidos. Allí se les ha informado de que pasarán a disposición judicial en las próximas horas. Por otro lado, este periódico ha podido saber que uno de los participantes en el piquete de la AP-1 estaba siendo atendido en esos momentos en el Hospital Universitario de Burgos (HUBU) por lesiones en una mano a consecuencia de los disturbios.
La concentración se ha disuelto pasadas las 13 horas de manera escalonada. Pese a su carácter pacífico, un reducido grupo de personas ha increpado y amenazado a un periodista de la Cadena Ser, instándole a que abandonase el lugar, cuando intentaba recabar algún testimonio.