La planta de recogida neumática de Burgos incorporará el residuo orgánico cuando se amplíen los buzones
Este año se ejecutarán las obras para ubicar en la vía pública 22 nuevos buzones en ocho puntos de la zona sur y Cellophane y así completar el proyecto que nacía en el año 2012
La central neumática de residuos de la zona sur, ubicada entre las calles Eduardo Ontañón y carretera de Arcos, incorporará la recogida orgánica de residuos cuando se ejecute el proyecto de ampliación, cuyas obras comenzarán este mismo año.
En la actualidad, este sistema que funciona para un millar de viviendas en el entorno del Hangar, así como de la Cellophane, solo recolecta tres fracciones: envases, papel y resto, la que se corresponden con los contenedores amarillo, azul y gris, respectivamente.
La empresa Urbaser, responsable del contrato de recogida de residuos y limpieza viaria, ya ha acondicionado la planta para acoger la basura orgánica y, por tanto, ampliar la funcionalidad de unas instalaciones que se pusieron en marcha a finales de 2012. Así lo ha explicado el concejal de Medio Ambiente y Sanidad del Ayuntamiento de Burgos, Carlos Niño, y una de las técnicas del área, Cristina Díez, durante una visita a esta central, que se quiere replicar en un futuro próximo en el S-3 y en el S-4.
Burgos
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Natalia Escribano
Este sistema, que ya ha cumplido una década de funcionamiento, se entiende que es más caro porque requiere hacer la instalación de la tubería por la que van los residuos, así como la construcción de la central que los recibe. Pero una vez montada, como en este caso, se entiende que tiene numerosos beneficios porque elimina la presencia de los camiones de basura del entorno de las calles a las que da servicio y, por tanto, se reduce el ruido, la contaminación y los olores. «Los buzones son también más accesibles para las personas con movilidad reducida», reconocía la técnica.
El proyecto de ampliación con la instalación de 22 nuevos buzones en ocho puntos, que proviene del anterior mandato, conllevará una inversión cercana al millón de euros y se ha visto necesario primero para recoger la basura orgánica en las zonas que hacen uso de este procedimiento y segundo para completar los cuatro buzones en todas ellas, porque en algunas solo se hicieron dos.
El nuevo equipamiento se va a instalar en la vía pública, ya que en la actualidad están colocados en el interior de las parcelas residenciales.
Las obras podrán comenzar este año 2024, en cuanto que están aprobados los pliegos y la previsión es sacar el concurso en cuanto esté aprobado el presupuesto de 2024. El plazo de ejecución es de seis meses.
El desarrollo de esta actuación permitirá retirar los contenedores de la vía pública en las calles, con la excepción del vidrio que no se puede recoger a través de estas tuberías, porque produciría abrasiones por la velocidad a la que son aspirados. Además, en zonas comerciales también se mantendrían los de envases o cartón para reforzar el servicio.
¿Cómo funciona la central de recogida neumática de residuos?
El procedimiento de recogida se inicia cuando los particulares depositan las bolsas en cada buzón correspondiente. Cuando se activa la planta, lunes, miércoles y viernes, se abre una válvula que absorbe cada fracción de manera individualizada y al llegar a la planta, desde una «válvula diversora» la basura va al contenedor en función de la fracción que sea.
Esos contenedores compactan los residuos y los camiones pasan a recogerlos, aproximadamente, cada 15 días. «El edificio de la central está bien integrado en el entorno, es moderno, está limpio, no genera malos olores ni ruidos», destaca Niño.
La técnica, por su parte, completaba la explicación indicando que el aire que se genera para la absorción de la basura pasa después por un filtro para que salga al exterior sin olores.
En el interior de la central, se observa como todo está automatizado, apenas existe un pequeño espacio desde donde se selecciona la fracción a recoger y se realiza el cambio de tubería para cada contenedor.
La central de la zona sur, que puede dar servicio a dos kilómetros a la redonda, se construyó cuando se puso en marcha la urbanización del plan de la Estación, fue el agente urbanizador el que se encargó de la construcción de la infraestructura. Y cuando se fueron añadiendo los bloques de viviendas del entorno, se les dotó de una tubería más con respecto a las habituales, la de absorción de las basuras. Por tanto, en aquel momento no tuvo coste directo para el Ayuntamiento de Burgos.
Este sistema se pensó también para los sectores del S-7 y S-8 (ampliación de Fuentecillas) y en el S-3 y S-4, entre Vista Alegre y Villímar. Sin embargo, la crisis del ladrillo malogró ambos proyectos y no se llegaron a construir las plantas de recogida, aunque sí la red de tuberías.
La pasada semana, el concejal de Medio Ambiente anunciaba la intención del equipo de Gobierno de Cristina Ayala de recuperar el proyecto para el S-3 y elS-4 con inversión municipal.