Asistente personal, la salida profesional para personas con discapacidad
En Castilla y León hay 2.300 personas con asistente personal. La Fundación Intras realiza atención a personas con problemas de salud mental de manera «integrada con el barrio y con la comunidad» para romper estigmas y favorece su formación como asistentes
La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, visita el Espacio de Participación Comunitaria de la Fundación Intras
La figura del asistente personal a personas con discapacidad es una oportunidad laboral y de integración para otras personas con problemas de salud mental. La Ley de Apoyo al Proyecto de Vida de las personas con discapacidad persigue por un lado la atención pero también «facilitar herramientas de integración con normalidad dentro de la comunidad», explicó la consejera de Familia, Isabel Blanco, que visitaba las instalaciones de Fundación Intras en Burgos.
Castilla y León es la segunda comunidad del país con mayor número de personas dependientes que cuentan con el apoyo de un asistente personal para su día a día. Son 2.300 personas que apoyan en esas tareas rutinarias a quien necesita un apoyo y que son una oportunidad laboral para personas con otras discapacidades pero que son capaces en aquello que el otro necesita.
El centro de Indra en Burgos, que atiende a 64 personas con salud mental, practica ese sistema de atención menos institucionalizada y más integrada en el entorno. «Trabajamos para intentar mejorar la calidad de vida de las personas que sufren problemas de salud mental, trabajar para retirar el estigma que genera e intentar normalizar y acabar con los mitos de peligrosidad, rechazo o exclusión a las personas», señaló el director de Fundación Intras.
Musicoterapia, pequeños cultivos, tejer y un proyecto de vida son algunos de los talleres. Un trabajo de atención diferente «sale del ámbito tradicional más médica o terapéutica y apostando por otra forma de trabajo vinculada a los derechos humanos, la libertad de las personas parra expresar lo que es importante en su vida y apoyarles para desarrollar esos proyectos adaptándonos a la individualidad de cada uno de ellos», señaló Gómez.
Como ejemplo expuso el uso de instalaciones deportivas. En el sistema de atención a las personas con problemas de salud mental se busca contar con instalaciones propias. En este nuevo modelo de atención, que impulsa la Junta de Castilla y León, se busca utilizar las instalaciones deportivas comunitarias del barrio con asistencia o solos. «El objetivo es que la mayoría de sus actividades se puedan hacer en la comunidad de verdad, y, como esta enfermedad mental no es visible, sí tenemos que hablar con los conserjes o profesionales porque pueden ir solos a nadar, pero igual que se sepa porque pueda necesitar algún apoyo».
Las instalaciones en Burgos cuentan con servicio residencial en el centro pero también con seis viviendas donde los usuarios tienen una mayor autonomía. También cuentan con oportunidades de empleo protegido intentado buscar la salida al empleo normalizado.
Esa capacidad de integración entre todos es una de las garantías de para Blanco. «Contar con un centro abierto a todas las personas del barrio de tal manera que pueden venir, integrarse y hacer esas actividades de manera conjunta y coordinada es muy interesante». Incluye también la posibilidad de que estos usuarios puedan ser asistentes personales de personas con alta discapacidad. Servicios como acompañar en las actividades del día a día, ir al parque en caso de menores, dar un paseo, acompañar a realizar un trámite burocrático... «Puede ayudar a las personas con discapacidad a encontrar un empleo», apuntó.