El comité de empresa de Bridgestone en Burgos convoca huelga desde el 5 de marzo
Habla de "nula voluntad" de la Dirección de alcanzar un acuerdo en la mediación del Serla
El conflicto colectivo planteado por los sindicatos UGT, CCOO y SITB a finales del pasado mes de enero en la planta de Bridgestone en Burgos ha terminado en la convocatoria de una huelga indefinida que comenzará el próximo 5 de marzo por el «incumplimiento del convenio colectivo, el deterioro de las relaciones laborales y el calendario».
Las negociaciones entre la empresa y los sindicatos, con mediación del Serla incluida, no han fructificado porque «la empresa no ha mostrado voluntad de avanzar en ninguno de los puntos planteados», explica José Enrique Fontaneda, representante del Sindicato Independiente de Trabajadores de Bridgestone (SITB). El comienzo del paro indefinido desde el 5 de marzo está relacionado con el calendario laboral. Fontaneda explica que es «lo más apremiante», ya que hasta «mediados de marzo aproximadamente se puede modificar el calendario que he impuesto la empresa porque en Semana Santa ya hay un turno que coge las vacaciones y por tanto ya sería imposible ajustar el calendario impuesto actual con el calendario que luego pudiésemos pactar».
Los paros planteados por el comité seguirán el 6, 7 y 8 de marzo. El 5 y el 6 de marzo pararán los tres turnos de trabajo y el día 7 y 8 pararán dos turnos de trabajo. Los paros se podrán plantear más adelante en el caso de que la empresa no cambie el calendario y «podamos parar cuando consideremos oportuno y que la empresa sufra las consecuencias de sus actos que no son otros que no intentar pactar ni acordar nada con esta parte».
La empresa plantea un calendario de 207 días, la dirección «dice que eso da estabilidad, que da credibilidad en el exterior, que nos estamos jugando unas inversiones». Pero, según este representante sindical, «es un argumento bastante poco sostenible», ya redujeron el año pasado y el comité pide una reducción de dos días, «y con eso no evitamos que nos manden a casa más adelante 18 días, pero sí pretendemos que por lo menos la plantilla tenga un verano mínimamente digno». Uno de los principales problemas de los que se queja el comité es que desde la llegada de la nueva dirección hace cuatro años «no se negocia nada» y «nosotros no estamos dispuestos a seguir de esta manera». Un ejemplo es el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) planteado en la planta de Burgos y en resto de plantas en España. «Como no aceptamos el ERTE, dijeron pues el complemento que os ofrecíamos os lo quitamos y no os pagamos ni un real y os hemos quedado con un 70% del SEPE». Y con el calendario «nos imponen el peor de los posibles». Pero, insiste Fontaneda, el calendario es solo una parte de unas relaciones laborales que se han deteriorado y tras esta convocatoria de huelga la empresa ha mostrado su intención de seguir teniendo contactos con los sindicatos, aunque «para eso tendrán que tener alguna intención de negociar».
El comité votó hoy la convocatoria de huelga con el voto favorable de los 17 representantes de UGT, CCOO y SITB y seis abstenciones del sindicato BUB que ha solicitado un referéndum entre la plantilla que «sea decisivo para hacer una huelga o no».
A través de una nota de prensa, este sindicato indica que «mientras no se nos clarifique si se quiere realizar un referéndum o una asamblea general con votaciones que sean decisivas este sindicato no se va a pronunciar ni a favor ni en contra»