La peatonalización de Santander y San Lesmes dependerá del impacto a 7 calles

Burgos avanza hacia la que podría ser la mayor peatonalización de su historia, transformando la movilidad del centro de la ciudad de una forma radical respecto a los flujos de tráfico actuales. El plan que maneja el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Burgos ya es conocido en su esencia, ya que formaba parte del programa electoral con el que el Partido Popular concurrió a las pasadas elecciones municipales y comprende la peatonalización de dos de las principales calles del centro de la ciudad: San Lesmes, Santander y, posiblemente, el tramo final de la calle Vitoria.

Para validar si es posible desarrollar o no este ambicioso plan de peatonalización, la Gerencia Municipal de Urbanismo ha abierto un concurso para adjudicar la realización de un estudio de tráfico, que en principio se centraba en la peatonalización de la Calle Santander en Burgos, pero que podría ser determinante para que el bipartito se decida a cortar también al tráfico San Lesmes y la calle Vitoria en su tramo final hasta el Cid.

El objetivo es la «posibilidad de peatonalizar el ámbito principal declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de conjunto histórico de la ciudad de Burgos». El bipartito se apoya tanto en la a Ordenanza de Movilidad Sostenible de 2021 como en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible de 2022, en el que se recoge como una «política de movilidad sostenible a implantar» la opción de llevar a cabo la restricción al tráfico de la calle Santander, debido a que «está ubicada en el centro histórico de la ciudad» y es uno de los caminos más directos «para realizar el recorrido de sur a norte de la ciudad, atravesando el centro histórico».

En ese sentido y «debido a las actuaciones ya tomadas por el Ayuntamiento de Burgos para la delimitación de un área de acceso restringido al centro histórico sorprende la situación actual, al conceder el paso de vehículos por una calle claramente enmarcada en un ámbito peatonal protegido», según reza el plan de movilidad. 

Es por ello que «el Ayuntamiento de Burgos en su decidida apuesta por conseguir un modelo de ciudad más amable, sostenible y seguro, precisa realizar un análisis exhaustivo de un estudio de tráfico de la calle Santander, para disponer de una herramienta especializada» antes de tomar la decisión de si procede o no a la peatonalización de las calles San Lesmes y Santander.

Evaluar 7 calles

El gabinete que encabeza Cristina Ayala pretende evaluar los efectos de una peatonalización de esa envergadura en los flujos de tráfico antes de tomar una decisión definitiva y va a analizar también qué consecuencias tendría vetar el paso de vehículos por estas calles en otros puntos del centro como el principio de la Avenida del Cid. la plaza de España y el tramo inicial de la avenida del Arlanzón y la calle Gran Teatro. Un rectángulo que comprende siete de las calles más céntricas y con mayor tránsito de vehículos. 

Llama la atención la incorporación a este proyecto de la plaza de España, punto neurálgico de las comunicaciones por carretera del centro de la ciudad y que es el punto de mayor interés para estudiar la transformación del tráfico si se ejecutan estas obras.

El primer paso es la realización de un estudio que se prolongará durante tres meses y que Urbanismo acaba de sacar a concurso con un precio de licitación de 95.000 euros (sin IVA). El Ayuntamiento espera que los especialistas que resulten adjudicatarios de este estudio sean capaces de analizar la movilidad existente «y los escenarios de futuro que resulten» de peatonalizar las calles Santander y San Lesmes después de realizar simulaciones que permitan elaborar «propuestas para la reorganización de la movilidad» del entorno de las calles que se cortarían al tráfico.

Según el pliego de condiciones que regirá esta licitación, «el objetivo de esta fase es poder disponer de los datos que deben permitir generar un modelo de movilidad global que se ajuste a la realidad actual y posibilite analizarla, para extraer conclusiones relevantes sobre el sistema de movilidad. Este modelo deberá permitir plantear y analizar escenarios de futuro con suficiente fiabilidad».

El ámbito urbano objeto de estudio comprenderá, al menos, la calle Santander, el principio de la avenida del Cid Campeador, la plaza de España y las calles San Lesmes, Vitoria, avenida de Arlanzón y Gran Teatro.

La consultora evaluará las consecuencias de vetar de forma total el tráfico rodado privado, permitiendo el paso de transporte público colectivo tanto en la calle Santander como San Lesmes, dejando el paso libre sólo para el transporte público, emergencias, carga y descarga y residentes en distintos grados de restricción del tránsito para determinar qué consecuencias tendría cada escenario hipotético.

El documento que elabore la consultora adjudicataria también deberá contemplar los aforos de vehículos e incluso bicicletas por este rectángulo de calles, para lo que podrá realizar sus propias mediciones además de contar con los datos que aporte el Consistorio, y también tendrá que contemplar qué ocurre en las diferentes simulaciones de peatonalización más o menos blanda con la oferta de aparcamientos para determinar «los déficits o superávits de plazas existentes en cada zona».

Adicionalmente, el Ayuntamiento quiere determinar los niveles de servicio actual del transporte público y sus velocidades comerciales así como «aquellos indicadores necesarios para poder conformar una diagnosis del estado actual de la movilidad en los distintos modos de transporte». 

A partir de los resultados obtenidos Urbanismo pide que se confeccione «una araña de tráfico» que permita evaluar, como mínimo, el número de vehículos que entran y salen en las vías del ámbito de estudio, la velocidad media para cada tipo de vehículo y de qué tipo son en función de cada calle. De igual manera se interesa por el motivo de los viajes y la distribución horaria del tráfico.

A mayores se va a analizar de forma específica las condiciones actuales y futuras de las operaciones de carga y descarga en vías de plataforma única y en vías pacificadas, así como la seguridad vial. De igual manera, se va a estudiar la compatibilidad de las peatonalizaciones que se pretenden llevar a cabo con el desarrollo de la red ciclista de la ciudad.