El Correo de Burgos

Aumentan las víctimas de violencia de género bajo protección en Burgos

La estadística del Ministerio del Interior cerró febrero con 951 casos activos en la provincia, 155 más que hace un año. Las oficinas del SEPE serán ‘puntos violeta’

El subdelegado del Gobierno, Pedro de la Fuente, y el director provincial del SEPE, José Antonio Bouzón, colocan el distintivo del ‘punto violeta’.

El subdelegado del Gobierno, Pedro de la Fuente, y el director provincial del SEPE, José Antonio Bouzón, colocan el distintivo del ‘punto violeta’.TOMÁS ALONSO

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Los datos difundidos por el sistema de seguimiento integral en los casos de violencia de género (VioGén) del Ministerio del Interior arrojan un constante incremento de las víctimas bajo protección en Burgos. El goteo es incesante. Febrero cerraba con 951, siete más que en enero, 23 más que en diciembre de 2023, hasta 35 más que en noviembre... Y así, hasta 155 casos por encima del total de hace un año, lo que implica un incremento en este periodo de casi un 20%.

De ese total, en 338 no se aprecia riesgo, siendo este bajo en 448, medio en 153 y alto en una docena. Por grupos de edad, el más numeroso es el de 31 a 45 años, al que pertenecen 432 víctimas en seguimiento. 267 tienen entre 46 y 64 años y 230, entre 18 a 30. Apenas 18 superan los 65 años y 4 son menores de edad.

Con todo, para la responsable de la Unidad de Violencia de Género sobre la Mujer de la Subdelegación del Gobierno, Begoña Fernández, este auge progresivo dista de ser una mala noticia, pues dado que Burgos es la provincia con mayor número de órdenes de protección activas y más mujeres amparadas por el sistema VioGén, «entendemos que el porcentaje de violencia oculta, que es la que tratamos de atajar, aunque resulta muy difícil, es menor», aseveraba.

Precisamente a aflorar esos casos escondidos, que aún no figuran en las estadísticas, aspira a contribuir la medida que presentaba el subdelegado del Gobierno, Pedro de la Fuente, junto a Fernández y el director provincial del Servicio Estatal Público de Empleo (SEPE), José Antonio Bouzón. Doce trabajadores vinculados a las oficinas de este organismo público recibían la formación oportuna para convertir las oficinas de la entidad repartidas por la provincia en ‘puntos violetas’ de atención a las víctimas de violencia machista.

Las dependencias de la calle Jesús María Ordoño estrenaban el distintivo que identificará la prestación de un servicio que se extenderá a las tres sedes de la capital y las de Salas, Briviesca, Villarcayo, Aranda y Miranda. «Es este organismo, por su alcance, uno de los que mejor trenza la malla de la atención pública, lo que facilitará que las personas que lleguen a estos puntos solicitando ayuda -independientemente de si se encuentran o no en una situación de peligro inminente- puedan recibir apoyo e información en cuestión de minutos. La violencia machista es un problema estructural que requiere de un compromiso firme del conjunto de administraciones y de toda la sociedad», explicaba De la Fuente.

Los encargados de brindar tal respuesta inmediata dispondrán, gracias a la formación recibida, de las herramientas oportunas para derivar a la persona interesada al servicio más adecuado para su caso. Así, los profesionales del SEPE implicados en la iniciativa conocerán «todos los derechos que tiene una víctima y los recursos de las distintas administraciones a los que puede acudir», que también podrán consultarse en el QR incorporado a las etiquetas que desde ya identifican a estos lugares como ‘punto violeta’. «Lo que se pretende es dar visibilidad a esa red de protección que existe y que en ocasiones no se conoce», subrayaba Begoña Fernández.

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