«La única forma de conseguir Medicina en Burgos es que haya una fuerte presión social»
Manuel Pérez Mateos: «Seguiremos solicitándolo aun a sabiendas de que se va a denegar»
Quizá no siempre se cumpla el viejo refrán de ‘el que la sigue la consigue’, pero por intentarlo que no quede. Por mucho que la Junta de Castilla y León se cierre en banda ante la posibilidad de implantar una facultad de Medicina, la Universidad de Burgos (UBU) no piensa rendirse. «La negativa es clara», lamenta el rector, Manuel Pérez Mateos, tras ver cómo «personalmente se me acaban todas las posibilidades». Por eso, dadas las circunstancias, cree que «la única forma de conseguirlo es que haya una fuerte presión social, como casi todo lo que se consigue en la vida».
«Burgos nunca hubiera tenido Universidad de no ser por una fuerte presión social», enfatiza el rector convencido de que su asentamiento «ha supuesto clarísimamente un antes y un después para la ciudad». Y lo mismo ocurriría con Medicina por varios motivos. En primer lugar, porque «es un Grado que proporciona mucho prestigio a la propia institución». En segundo, porque permitiría «impulsar la investigación en un hospital tan bien dotado y con tantos medios como el Hospital Universitario de Burgos, que lleva un apellido que no se merece hasta que no tenga facultad».
«Hay un número escandaloso de médicos que no disponen de la titulación correspondiente de Médico Interno Residente (MIR)»
El tercer motivo, probablemente el más importante a nivel social, sería la existencia de un «número escandaloso de médicos que no disponen de la titulación correspondiente de Médico Interno Residente (MIR)». Un «riesgo importantísimo» y «alarmante», advierte Pérez Mateos, que conlleva la «necesidad de tener una mayor oferta de profesionales» mediante la implantación de «una o dos facultades» en la Comunidad.
«Todas las cuestiones técnicas están contestadas y resueltas», reitera el rector de la UBU a sabiendas de que «podemos discutir sobre financiación». Sería cuestión de «sentarse en la mesa y ver cuánto se necesita y de qué manera». También convendría analizar «si necesitamos ahora un edificio», algo «deseable» pero que «no es imprescindible» para arrancar.
Consciente de que «estamos al albur de una decisión política», Pérez Mateos insiste en que «seguiremos solicitándolo aun a sabiendas de que se va a negar». Además, se ampara en lo «difícil» que resulta que aquellos médicos que «no tienen arraigo en la ciudad, por carácter personal o de otra índole, se quieran quedar en Burgos».