Adeabur sondea una recogida conjunta de residuos de talleres

El cierre de los puntos limpios industriales ha causado un «transtorno importante» a los talleres de automoción de la ciudad de Burgos. Los espacios, en muchos casos, son reducidos y el residuo poco habitual y de gran tamaño es difícil de encajar. Hasta ahora se depositaban en los espacios habilitados en los polígonos industriales. Ahora la recogida selectiva puerta a puerta a penas se nota. Por eso la Asociación de Empresarios de Automoción de Burgos (Adeabur) ha iniciado los pasos para desarrollar un sistema de recogida conjunta.

«La recogida conjunta es complicada, hay una dispersión irregular de ubicaciones y mientras en Villalonquéjar a penas hay nada y en Pentasa muchos y también está la provincia, pero sí hemos iniciado conversaciones con dos empresas para poder realizar una recogida conjunta especialmente del residuo que ni es el habitual del gestor de cada taller y que ocupan mucho espacio de almacenaje», explica el gerente de Adeabur, Gabriel Martínez.

Primeros contactos

Se han iniciado contactos con Resytec, empresa de gestión de residuos de automoción radicada en Burgos, y con Fondomóvil, compañía de Arganda del Rey, para «ver si hay algún sistema que permita cubrir ese déficit que tenemos ahora al no tener un punto limpio al que ir a depositar aquellos residuos de gran tamaño (neumáticos, parachoques) en los que el establecimiento no está especializado sino que surgen alguna vez y se hace difícil almacenar», señalan desde Adeabur.

El objetivo es plantear soluciones para la gestión de estos productos de deshecho que no son el trabajo habitual del taller y que hay que tratar de una manera específica. El objetivo es que este servicio no sea solo para la capital sino que también comprenda las mismas necesidades de los ubicados en las ciudades de Aranda y Miranda y de cobertura a los de la provincia.

Un servicio que permitiría a los negocios reducir las visitas que ya se han incrementado de los gestores medioambientales habituales. El cierre de los puntos limpios en Burgos ha disparado la frecuencia de estas visitas y, por tanto, los gastos que eso supone. «Los ciclos de recogida son más cortos porque no hay espacio disponible de almacenaje y eso un gasto que ha disparado el coste industrial», añaden desde Adeabur. Unas cantidades que no se repercuten en el servicio que ya cuenta con algunas cuantías que, por ley, se destinan a la reutilización y correcto reciclaje de elementos de desechos que en un taller «son muy dispares». Desde neumáticos y parachoques, a aceites y líquidos, de productos de pequeño formato a los más grandes. «El cartonaje y embalaje de plástico que se recoge en el puerta a puerta es residual en los talleres de automóviles», explica Gabriel Martínez.

Consideran desde la asociación gremial que el cierre de esos puntos limpios industriales ha sido «muy precipitado, entendemos que si han cerrado es por un principio legal, pero daba un buen servicio y la clausura podría haber sido más paulatina», valoran desde Adeabur. Consideran que aún es pronto para valorar si ese cierre ha derivado en incidencias en la gestión de residuos. Los profesionales del taller valoran positivamente que la Policía Local disponga de un grupo especializado en Medio Ambiente en el área de policía administrativa. Han mantenido un encuentro para acercar posturas y crear un documento de control para «sistematizar la vigilancia de la gestión de residuos de un taller», añade Martínez. Un documento que permitirá revisar cada uno de los elementos de control regulado por «una normativa dispersa y difusa» en las visitas de los agentes a los talleres. Un documento que permitirá agilizar esa revisión de normativa que todos los talleres deben cumplir en el reciclaje y procesamiento de sus materiales de desecho.